Las tres licitaciones de energía que se piensan lanzar en el verano

La Secretaría de Energía de la Nación está preparando una serie de medidas para fortalecer el sistema eléctrico argentino, especialmente durante el verano, época de alta demanda. Se prevé el lanzamiento de tres licitaciones en los próximos dos meses que implicarán inversiones millonarias. A continuación, se detallan las obras y los problemas que buscan resolver:

1. Instalación de baterías de almacenamiento eléctrico: Se instalarán baterías con una capacidad cercana a los 400 MW para inyectar energía durante las primeras horas de la tarde, que coinciden con el pico de consumo estival y las temperaturas más altas. Esta medida busca estabilizar el sistema durante los picos de demanda y evitar cortes de suministro. La inversión estimada es de aproximadamente 1.000 millones de dólares y se focalizará en nodos críticos del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). Se plantea un acuerdo entre privados con CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) actuando como garante. El problema que resuelve es la vulnerabilidad del sistema ante picos de demanda, previniendo cortes de luz.

2. Licitación de redes de transmisión eléctrica: Se licitarán obras para mejorar la transmisión de energía eléctrica. Si bien se busca un acuerdo entre privados, se reconoce la necesidad de la participación del Estado para mitigar el riesgo de la inversión. A diferencia de lo que se pensó inicialmente (un sistema de cargo fijo o «estampillado» con pago anticipado en tres años), se extenderá el plazo de pago para reducir el impacto en las tarifas. Esta medida busca solucionar problemas de cuello de botella en la transmisión de energía, permitiendo una mejor distribución y evitando pérdidas en el sistema. El problema que resuelve es la limitación en la capacidad de transporte de energía eléctrica, optimizando la red de transmisión.

3. Relanzamiento de capacidad de generación térmica: Se planea un relanzamiento para incorporar nueva capacidad de generación térmica, buscando reemplazar alrededor de 3.000 MW de centrales antiguas que están al límite de su vida útil. Esta cifra representa aproximadamente el 10% del pico de demanda. Esta iniciativa busca modernizar el parque de generación, aumentando la eficiencia y confiabilidad del sistema, y reduciendo el riesgo de fallas por obsolescencia. El problema que resuelve es la obsolescencia de parte del parque de generación térmica, mejorando la confiabilidad del sistema y reduciendo el riesgo de fallas.

Un denominador común de estas tres iniciativas es la búsqueda de una mayor contractualización entre generadores y distribuidores, lo que implica una reconfiguración de las deudas de las distribuidoras con el Estado, extendiendo los plazos de pago para mejorar su situación crediticia. Además, estas iniciativas están pensadas a mediano y largo plazo, ya que los tiempos de construcción y puesta en marcha se estiman entre 12 y 24 meses. La noticia no menciona empresas específicas que hayan presentado ofertas, pero sí detalla el rol de CAMMESA como garante en las dos primeras licitaciones.