La Justicia porteña volvió a frenar el megaproyecto de IRSA en Caballito

Se trata de 10 torres que tendrán 1188 departamentos. La Ciudad lo había habilitado sin los correspondientes estudios de impacto ambiental

La justicia porteña volvió a frenar el megaproyecto de IRSA en Caballito. La Cámara de Apelaciones de la Ciudad dio vuelta un fallo de primera instancia que le permitía a la desarrolladora continuar con la construcción de 10 torres de lujo con locales comerciales y 1188 departamentos.

La obra estuvo frenada desde 2020, pero semanas atrás el juez en lo Contencioso Administrativo Darío Reynoso habilitó a la empresa Portland, socia de IRSA, a volver a poner en marcha la iniciativa que genera fuerte resistencia entre los vecinos.

Se trata de uno de los principales proyectos de IRSA en la Ciudad. En un principio iba a ser un enorme shopping, pero tras siete intentos, la empresa no logró que la Legislatura aprobara el expediente.

El secretario de Desarrollo Urbano Álvaro García Resta.
El secretario de Desarrollo Urbano Álvaro García Resta.
Por eso IRSA decidió hacer una reformulación. En lugar de presentarlo como un solo proyecto de 10 torres, lo dividieron en 4 parcelas que iban a estar comunicadas entre sí. En las plantas bajas de las torres estaban previstos 28 mil metros cuadrados de locales comerciales.

El arquitecto que diseñó ese proyecto es Bernardo Dujovne. Con Nicolás Dujovne como ministro de Hacienda, la iniciativa fue aprobada por Álvaro García Resta, actual secretario de Desarrollo Urbano, a pesar de que no contaba con la factibilidad de servicios. A la hora de evaluarlo, el gobierno tomó a cada una de las cuatro parcelas como proyectos diferentes.

A mediados de 2020, las obras comenzaron, pero Reynoso las frenó luego de constatar que el proyecto contemplada 10 veces más metros cuadrados comerciales que los permitidos.

Tras tres años de parate, Portland volvió a reformular Ciudad Palmera. No presentaron un nuevo proyecto, pero se comprometieron ante el juez a eliminar las conexiones entre las parcelas y a reducir la superficie de locales comerciales. Con esa promesa Reynoso habilitó que los trabajos continuaran en la parcela 1.

Los vecinos volvieron a apelar, esta vez ante la Cámara. La fiscal Nidia Cicero consideró que era un error analizar a la parcela 1 separada de las demás y aseguró que era necesario un estudio de impacto ambiental de la totalidad del proyecto. Además subrayó que la altura de las torres de la parcela 1 superaba en 5 metros lo permitido por el nuevo Código Urbanístico.

«En el pronunciamiento impugnado no se ha demostrado la aptitud de las modificaciones introducidas al proyecto original para satisfacer el conjunto de exigencias que se estimaron cautelarmente incumplidas», explicaron los jueces de la Sala II Fernando Juan Lima, Marcelo López Alfonsín y Mariana Díaz.

«El fallo obliga a que la empresa a cumplir normativa vigente para construir. Este fue un proyecto avalado por el gobierno porteño para beneficiar a dos empresas sin respetar la ley. Caballito es un barrio que está muy saturado y no soportaría una obra de estas características sin el impacto ambiental», dijo Martín Iommi, que junto a organizaciones locales, presentó el amparo para frenar la obra.

«Portland es un gran beneficiario de negocios urbanísticos de Jorge Macri en Vicente López. Y para las obras contrataron al estudio de arquitectura de Rodolfo Miani, compañero de escuela de Larreta favorecido con excepciones al código para torres de lujo. Todo queda entre amigos», recordó el legislador de Unión por la Patria Juan Manuel Valdés.

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