El tercer carril de la autopista a Buenos Aires se licitó en 2021 pero sigue estancado
Tiene presupuesto asignado, una UTE adjudicataria de la licitación, aunque la pelea por la redeterminación de precios y costos frena su definición
Tramo casi urbano. El ingreso por la autopista se congestiona de vehiculos hasta la entrada a Rosario.Virginia Benedetto
Tramo casi urbano. El ingreso por la autopista se congestiona de vehiculos hasta la entrada a Rosario.
La construcción de un tercer carril en el inicio de la autopista a Buenos Aires, entre Circunvalación y la ruta A012, que incluye un nuevo puente sobre el arroyo Saladillo, tiene hecho el borrador de proyecto ejecutivo, una UTE adjudicataria de la licitación y presupuesto asignado para este año, pero sigue en un tira y afloja para la firma del contrato. Así, el plan permanece estancado.
No se trata solo de este caso puntual. Por el contrario, la mayoría de las obras de infraestructura quedaron sumergidas en la incertidumbre económica que produjo la alta inflación y una redeterminación de precios que no termina de conformar a las empresas contratistas.
La remodelación de la autopista fue anunciada hace más de dos años y establece 24 meses de plazo para su concreción.
De este modo, se dio a conocer que iba a ampliarse con un tercer carril entre Circunvalación y la A012, un tramo de 9 kilómetros a concretar un terraplén y asfalto sobre el cantero central, puentes en el arroyo Saladillo y en Alvear, y la repavimentación de la ruta 33 entre Pujato y Zavalla. Todo ello bajo un presupuesto inicial de más de 3.500 millones de pesos.
“El tercer carril en la autopista a Capital Federal representa un gran beneficio para el alto tránsito del sector industrial y el conglomerado junto a todo el movimiento pasante de cargas y transporte de pasajeros, y automóviles que a diario transitan”, le había dicho a La Capital el directivo Vialidad Nacional Distrito Santa Fe, Fabio Sánchez.
La ampliación incluyó dos puentes sobre el arroyo Saladillo, uno por sentido de circulación. Esos nuevos viaductos, de 144 metros de longitud, tendrán tres carriles por mano, por lo que se deberán demoler las estructuras actuales.
Asimismo, se construirán otros dos nuevos puentes sobre las vías del ferrocarril Mitre, a la altura del kilómetro 283, con remoción de los existentes. Otro dato importante es la construcción de un puente para completar el intercambiador de acceso a Alvear, por calle Piedrabuena.
El proyecto establece también una readecuación de los ingresos y egresos en el actual intercambiador que vincula la autopista con Villa Gobernador Gálvez por la ruta provincial 22.
Todas estas obras viales del Gran Rosario se deberán complementar con la nueva demarcación horizontal de la calzada y la señalización vertical correspondiente adaptada al tercer carril en todo el tramo.
Hasta allí, la “ficha técnica” de un proyecto que aún no tiene la firma del contrato. En el medio se inscribe una historia muy parecida a otras obras de envergadura. Cabe recordar que este proyecto estaba incluido en el modelo de contratación de Participación Público Privada (PPP), utilizado durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, que preveía un anteproyecto. Aunque, ya con los lineamientos finales, la firma ganadora fue una Unión Transitoria de Empresas (UTE) compuesta por compañías con sello local.
Por eso, el proyecto ejecutivo, que ya tiene un borrador y detalles para ajustar detalles con Vialidad Nacional espera la firma del contrato final. Sin embargo, con la salida del ahora ex ministro de Hacienda de la Nación, Martín Guzmán, comenzaron los desacoples con los precios de los insumos para la construcción.
El problema radica en el índice de actualización; los precios tienen tantos vaivenes que desembocaron en un freno en las definiciones.
En el caso de los puentes, tienen un costo superior al terraplenado y carpeta asfáltica que suponen los 9 kilómetros del tercer carril. Cada ducto conlleva acero y hormigón, que se actualizan con las disparadas del dólar y dejan rezagados los presupuestos oficiales de las licitaciones en poco tiempo.
Si bien el presupuesto se debería actualizar con la firma del contrato, la pulseada es entre los empresarios, quienes ahora cuestionan algunos puntos del índice de actualización de precios, que aprueba el Ministerio de Obras Públicas. A modo de ejemplo, los valores asignados al combustible se calculan en Capital Federal cuando hacia el interior tienen un costo sensiblemente superior y su provisión es compleja.
El debate se da nivel nacional para toda la obra pública. En este caso y en otros la idea es llevar la obra adelante, pero todo vuelve a lo mismo: las partes tienen que ponerse de acuerdo con el monto de arranque, los valores actuales, la redeterminación de precios y las variables que se apliquen acorde a lo que en el contexto inflacionario signifiquen.
Además del tercer carril lo que se incluyó en aquel paquete licitatorio fue la repavimentación de 14 kilómetros de la ruta nacional 33, entre los kilómetros 754 y 768, es decir entre las jurisdicciones de Pujato y Zavalla. La obra viene a completar un tramo de este corredor que fue dejado sin reparaciones por la concesión anterior, anulada por el Ministerio de Obras Públicas nacional por incumplimientos. Y comprendían fresado, bacheo y repavimentación de la calzada, y un intercambiador de la 33 con la A012, ubicado entre ambas localidades. El plazo de ejecución de los trabajos se había calculado en ocho meses.
Otra obra emblemática paralizadas
Otra obra paradigmática que sufre el mismo efecto de la paralización por el efecto inflacionario es el Monumento a la Bandera. En diciembre pasado se había anunciado que su remodelación entraba en etapa de definiciones. Pero hasta el momento, la adjudicación de los trabajos sigue en stand by. Las dos empresas que presentaron sus ofertas para concretar el proyecto expusieron montos que casi duplican el presupuesto previsto.
Aparentemente, el área Legales del Ministerio de Obras Públicas de la Nación tiene para su confección la resolución que luego será elevada a la Secretaría de Obras Públicas para firmar la adjudicación. Pero aquí también el impacto inflacionario demoró los trámites.
La “novela” de las refacciones al Monumento se arrastran desde hace años y los anuncios tuvieron como protagonistas a todos los últimos presidentes. Hubo etapas que se anunciaron y luego se reformularon, se dilataron y se hicieron a medias.
Después de intensas gestiones del municipio, las obras se licitaron el 18 de julio pasado. A fines de septiembre se abrieron los sobres con las ofertas de las dos empresas interesadas en llevar adelante la tarea: DyScon SA, de Rosario, y Cocivial SA, de San Nicolás.
El problema, al igual que ocurre con la UTE interesada en hacer el tercer carril de la autopista a Buenos Aires, es que las ofertas de ambas superaban holgadamente el presupuesto oficial de 500 millones de pesos para desarrollar los trabajos. La constructora rosarina los cotizó en 967 millones, casi el doble, y la firma nicoleña los valuó en 1.024 millones. Y la diferencia en los montos estira la adjudicación de las obras.
La etapa evaluación de ofertas demoró todos los plazos iniciales por este factor: las empresas no quieren empezar con precios desajustados las licitaciones que están por definirse.
De firmarse en este mes, la ansiada remodelación incluirá lo inconcluso de las etapas anteriores que se “reperfilaron”: la recuperación de la base de la torre, el mástil, la fuente de la proa, los pasajes laterales que se encuentran junto al Patio Cívico, el Propileo, la explanada del Pasaje Juramento, la Sala de las Banderas, el salón de exposiciones que está debajo de la torre y la reja del mirador. Además, se hará una rampa de acceso y se colocará un monta silla.
Junto con esto, se arreglará el ascensor que sube hasta el mirador de la torre, se repararán rejas y se realizará una limpieza total del Patio Cívico y del atrio.
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