Ya son 300 las obras públicas que «están transformando» a Bariloche
La ciudad ha sufrido cambios importantes en cuestiones de infraestructura y servicios. Una mejora en servicios en beneficio de sus pobladores y visitantes.
Bariloche es una ciudad reconocida mundialmente por sus bellezas naturales, que cautivan a cientos de miles de turistas en forma anual. Sus lagos, montañas, ríos, conforman un entorno único y maravilloso. Sin embargo, la infraestructura siempre corrió de atrás, en cuanto a las necesidades de un pueblo que fue creciendo a pasos agigantados, convirtiéndose en una ciudad codiciada para residir, pasear e invertir.
El Estado no había sido económicamente eficiente para hacer frente a esto. Así es como hace casi siete años el intendente Gustavo Gennuso, al asumir el mando de la localidad más importante y grande de la provincia, debió encarar un programa de obras para ampliar su infraestructura vial, de servicios y de espacios urbanos, para responder a esa demanda exponencial.
Y eso que parecía una utopía, más de un lustro después, se transformó en realidad. Gennuso acaba de anunciar que lleva más de 300 obras realizadas en lo que lleva de gestión, de las cuales algunas están en ejecución o próximas a inaugurarse.
¿Cómo se logró? Primero, el Gobierno diseñó un plan de obra pública con una estrategia de financiamiento que privilegió el bienestar de las personas, por sobre el rendimiento económico.
Resulta que el ejido barilochense es tan grande, que ejecutar una red de gas, o una cloacal, asfaltar algunas calles o simplemente extender el servicio de recolección de residuos, no resulta tan sencillo como parece.
Hubo que resolver muchas cuestiones al mismo tiempo, con barrios que han multiplicado su población en pocos años y que tienen necesidades urgentes: mejoramiento vial, pluviales, gas natural, conexiones eléctricas, agua potable, en lo que a necesidades domiciliarias se refiere. Pero también hubo que construir puentes, bicisendas, plazas, paseos, gimnasios, ampliar dependencias municipales y embellecer puntos turísticos.
Es decir, la planificación tuvo que pensar en las poblaciones más postergadas, pero también en los visitantes, que son el motor económico de la ciudad y por qué no, responsable también de una porción importante de las finanzas provinciales.
La obra pública, la que se hizo, la que se está haciendo y la que está proyectada, impulsa la economía, genera trabajo, inclusión, incrementa el PBI y lo distribuye, además de dar mejor calidad de vida a nuestros vecinos y vecinas”.
Gustavo Gennuso, intendente.
Para llevar adelante toda la obra pública, la administración Gennuso cultivó un vínculo productivo y aceitado con las distintas administraciones nacionales y provinciales, gracias a las cuales se han conseguido fondos claves de diversos programas, como los nacionales PROMEBA y RENABAP, o el Plan Castello en el ámbito rionegrino.
Asimismo, diseñó iniciativas creativas de financiamiento propio, como la Ecotasa, que despertó dudas al principio y que hoy se consolidó como una de las herramientas más útiles para costear obras de envergadura media.
El recuento de algunas de las mejoras
En total son más de 300 obras, donde se registran desde las pequeñas soluciones barriales, hasta algunas históricas que serán recordadas por años en este nuevo Bariloche.
En el recuento de las obras, hay numerosas cloacas, pluviales, redes de agua en cientos de barrios como son el Vivero, La Habana, o Eva Perón. También figuran cuantiosas redes de gas en El Faldeo, Nahuel Hue, o El Frutillar, mejoramientos de plazas, construcciones de escaleras que unen barrios, jerarquización de accesos a playas, construcción de paradores de colectivos y la instalación de más de un centenar de cámaras de seguridad.
En estos seis años, el Municipio que encabeza Gennuso priorizó la llegada de servicios esenciales para los barrios periféricos, la pavimentación y mejoras viales y la construcción de espacios comunitarios cubiertos y al aire libre.
En ese sentido, una marca registrada de la gestión son los Paseos del Este, del Sur, del Oeste y de la calle Río Minero, donde se han logrado erigir lugares de encuentro para las familias y los vecinos, con senderos hormigonados para peatones, ciclistas y patinadores, juegos para chicos, espacios saludables con postas de ejercicio, iluminación con LED, parquización y equipamiento urbano con bancos, cestos de residuos y señalización.
Mientras que entre la obra pública de mayor relevancia y visibilidad, están: la reconstrucción de la Casa Bachmann, la nueva Oficina de Informes Turísticos en el Centro Cívico, la ampliación del Corralón Municipal, el Colector Costanero (con previa ampliación de la planta depuradora local), la construcción del esperado Centro Social, Cultural y Deportivo Nº 4 del barrio Alborada, la reconversión del viejo natatorio en un Skate Park y un Pump Track, la tan necesaria ampliación y empalme del Gasoducto Cordillerano, la renovación de la calle Mitre, el pavimento del ingreso a Colonia Suiza y la edificación del puente Ñireco y del puente Negro, por mencionar sólo algunas.
Gennuso insiste con el concepto de transformación de la ciudad desde hace tiempo. Y poco a poco va avanzando en ese objetivo. “Realmente estamos transformando la ciudad, y cada vez podemos ver más cosas que lo comprueban, renovadas, o hechas desde cero”, sostuvo.
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