Ruta 51: aún no se reanuda la obra de ensanche y repavimentación

Hace un mes el jefe de asesores de la Gobernación, Carlos Bianco, había asegurado en Pringles que se intimaría a la firma constructora Coarco a reactivar los trabajos. Sin embargo, siguen detenidos.

Ruta 51: aún no se reanuda la obra de ensanche y repavimentación
A un mes de que la Provincia anunciara que intimaría a la empresa contratista para dar continuidad a la reparación de la ruta 51, entre Coronel Pringles y Bahía Blanca, sigue sin haber novedad alguna sobre la reanudación de la obra y aumenta la preocupación en los distritos del sudoeste bonaerense.

“No tenemos ninguna comunicación oficial de Vialidad o de la empresa sobre el estado del expediente. Supuestamente está todo listo para reanudarse, pero por ahora no hay novedades. No hay mucho más para decir”, dijo a La Nueva. una alta fuente de la comuna de Pringles.

Hace un mes el jefe de asesores de la Gobernación, Carlos Bianco, había visitado Coronel Pringles. En el marco de su visita fue consultado sobre la reanudación de los trabajos, y respondió que sería “en breve” dado la empresa constructora Coarco, a cargo de la obra, sería intimada a darle continuidad.

“Me dijo el director de Vialidad Provincial (Hernán Y Zurieta) que este lunes (el 19 de septiembre) le llegará la notificación formal a la empresa que la obra deja de estar neutralizada para que vuelvan a las tareas”, sostuvo el hombre de confianza del gobernador Axel Kicillof.

“A la brevedad se volverá a las tareas de repavimentación y señalización de la ruta 51. Sé que el intendente está muy preocupado por la situación, y el gobernador esta tanto o más preocupado. Se ha hablado mucho con la empresa, que dejó la obra mal señalizada con riesgos a que haya accidentes”, añadió.

 

Sin embargo, a un mes de esa visita la obra sigue frenada, no hay movimientos de máquinas, no han llegado nuevos insumos ni hay novedades sobre la contratación de personal.

“Nos han dicho que de un momento a otro arranca, pero no nos han dado una fecha concreta”, enfatizan desde el municipio, donde reconocen que la incertidumbre sobre el rumbo del proyecto es total.

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La paralización de los trabajos de ensanche, repavimentación y mejoras en la ruta 51, una de las principales vías de comunicación de la región con el centro de la provincia y Capital Federal, se produjo hace unos cuatro meses.

El ritmo de las labores venía sufriendo una creciente desaceleración desde febrero. En abril comenzaron a circular rumores sobre la suspensión del 70% del personal contratado, hasta que a mediados de junio se detuvo por completo en el tramo Acceso a El Divisorios-Dique Paso de las Piedras (de 32,5 kilómetros de extensión).

 

Los motivos –se aseguró en su momento- eran de índole técnico-financiera.

Según trascendió, los ingenieros a cargo de los trabajos habían determinado que se debía ejecutar una carpeta asfáltica distinta a la que figuraba en el presupuesto oficial. Como este cambio implicaba un aumento de los costos, el expediente regresó a los distintos organismos de control de la Provincia que deben autorizar esta modificación.

En este marco se interrumpieron los pagos a la empresa.

La constructora podría haber resuelto continuar los trabajos mientras esperaba el recálculo de los mayores costos, pero decidió no hacerlo ante la perspectiva de una inflación del 5 al 7% mensual y la incertidumbre acerca de cuándo la Provincia reformularía el presupuesto original.

Gestiones

A fines de junio el intendente de Coronel Pringles, Lisandro Matzkin, inició las gestiones con el administrador de Vialidad provincial, Hernán Y Zurieta. Según le aseguró el funcionario en ese momento, la Provincia tenía “la mejor predisposición para resolver el problema y que la obra se reanude cuanto antes”.

«El problema aquí es que los tiempos de la burocracia no son compatibles con la inflación que tenemos. Los precios cambian con tanta rapidez que las empresas quedan descalzadas entre lo que cobran por una obra y el costo que deben afrontar por hacerla”, dijo en ese momento el jefe comunal a La Nueva.

También mencionó que los trabajos “venían a buen ritmo” antes de que se detuvieran los pagos, y destacó que en varios tramos “ya se había efectuado el ensanche y la nueva carpeta asfáltica”.

Reconoció, no obstante, que el abandono de la obra dejó un tramo de unos 12 a 15 kilómetros de extensión en un estado muy precario y claramente peligroso.

Ese sector, según constató La Nueva., sigue en la misma situación en que se encontraba hace cuatro meses, cuando Coarco retiró todas las maquinarias que estaba utilizando.

Allí la cinta asfáltica fue retirada mediante una fresadora, lo que dejó una base rugosa, irregular, llena de baches –muchos de ellos de varios centímetros de profundidad- y banquinas indefinidas.

Para colmo, el fresado eliminó las líneas que separan los carriles y las que definen los bordes externos de la carretera. Hoy la única señalización horizontal es una línea central casi imperceptible que torna imposible saber, especialmente de noche, dónde empieza o termina cada mano de circulación.

El cuadro lo completan unos abollados tanques de chapa de 200 litros, escasa cartelería y algunos conos maltrechos que en absoluto logran el objetivo de indicar dónde se encuentran las banquinas y curvas más pronunciadas.

El estado de este tramo contrasta notablemente con el de otros sectores, sobre todo los más cercanos a Coronel Pringles.

Estos segmentos no sólo fueron repavimentados en los últimos años, sino además ampliados hasta llegar a un ancho total de 7,30 metros.

También se pavimentaron banquinas y en sitios puntuales se ejecutaron terceras trochas.

 

Segura

La obra forma parte de un plan lanzado durante la gestión de María Eugenia Vidal para reparar y mejorar la ruta 51 en el tramo Ramallo-Bahía Blanca.

A fines de 2017 comenzaron las tareas para transformarla en “ruta segura”, lo que implicaba, entre otros trabajos, ensancharla hasta 7,30 metros, construir nuevos puentes, repavimentarla, asfaltar banquinas y, en sectores puntuales, ejecutar un tercer carril para el sobrepaso de vehículos sin riesgos.

En la zona la primera intervención se realizó entre los kilómetros 614 y 650 (entre el acceso a la ciudad de Coronel Pringles y la bajada de acceso al paraje El Divisorio).

Aquellos trabajos habían comenzado en la gestión Vidal, pero en agosto de 2019 se detuvieron por completo. Tras asumir como gobernador, en diciembre de ese año, Axel Kicillof dispuso reanudarlos. Fueron inaugurados en diciembre de 2020.

Para ese entonces la segunda etapa de obras entre Pringles y Bahía Blanca ya se había licitado, a fin de mejorar el tramo de 35 kilómetros que va desde El Divisorio (kilómetro 650) hasta una zona cercana al acceso al dique Paso de Las Piedras (a la altura del kilómetro 682,50).

La ganadora de esa licitación fue la firma marplatense Coarco, que inició los trabajos en 2021, con un plazo de ejecución de un año.

En diciembre del año pasado Vialidad Provincial anunció que el proyecto para continuar con la obra de la ruta provincial 51, desde el dique Paso de las Piedras hasta Bahía Blanca, sería licitado durante este 2022.

El proyecto contemplaría intervenciones a lo largo de unos 50 kilómetros y finalizaría en la rotonda que une la 51 con la antigua ruta 3 y la autopista de circunvalación Juan Pablo II. Este tramo actualmente presenta serias deficiencias y un peligroso ahuellamiento. (J.I. Schwerdt. LN)

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