La ejecución de obra pública bajó a casi el 0% en enero y se desplomaron las transferencias a las provincias
Tal como anticipaban los mandatarios provinciales, el gobierno está pisando el gasto a un extremo tal, que sólo ejecutó el 0,04% de la inversión real directa, el componente de gastos de capital que contempla casi la totalidad de la obra pública.
De esta manera, de los $2.311 millones erogados en 2019 -año en el cual ya había sufrido un recorte del 48% por el ajuste exigido por el FMI a Macri- se pasó a un gasto de $52 millones.
Según explicaron fuentes oficiales a LPO, los ministerios de «Desarrollo Territorial y Hábitat» y «Obras Públicas» todavía no tienen autoridades designadas ni estructura creada para ejecutar. Es decir, que no cuentan ni siquiera con la firma necesaria para avanzar con cualquier procedimiento.
«El problema es la descoordinación que hubo para desestructurar Interior. Era un ministerio monstruo que se dividió en tres (Interior, Obra Pública y Vivienda)», tratan de relativizar desde la Rosada.
Sin embargo, este mismo parate se observa en otros componentes del gasto como los subsidios económicos, gastos de funcionamiento, transferencias de capital, inversión financiera y otros gastos corrientes, que se desploman un 52,5%, 14%, 46,6%, 19,5% y 14,9%, respectivamente en términos reales.
Los subsidios económicos reflejan principalmente el atraso de los pagos de Cammesa a las generadoras eléctricas. Transferencias de capital incluye subsidios para el equipamiento de la investigación científica, tecnológica y aplicada y la ayuda a personas de escasos recursos para la adquisición de bienes de capital. E inversiones financieras contempla adelantos a proveedores y contratistas que se redujeron notablemente.
«Los datos explican las políticas que está llevando adelante el gobierno en materia de gasto. Cuando las prestaciones sociales están creciendo a un 65% y los intereses al 72%, y los ingresos no te acompañan, tenes que ajustar en otra cosa. Están bajando los gastos de funcionamiento y sobre todo los gastos de capital, que son los que tienen que ver con obras», indicó a LPO el analista presupuestario, Rafael Flores.
Sucede que la mayoría del gasto público está compuesto por rubros inerciales que no pueden ser frenados como el pago de jubilaciones, AUH y los intereses de la deuda. Es por eso que a pesar de congelar los otros sectores, el nivel de ejecución se mantiene en línea con el promedio de los últimos cinco años.
De acuerdo a los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ejecución del gasto total subió al 8% en enero, pero sobre la base del presupuesto del año anterior por la prórroga dictada por el Ejecutivo. Al ajustarlo por inflación, el número cae al 6,08%.
Fuente: Fenix951
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