El caso argentino de corrupción es prácticamente único en el mundo
El economista Vicente Monteverde calcula que la red kirchnerista de los Cuardernos le costó a los argentinos unos 80 mil millones de dólares. Inventó un concepto para explicar trapisondas del macrismo: ‘fenómenos corruptivos’.
Vicente Monteverde es economista, especialista en corrupción. Con cuatro libros publicados y un quinto en producción titulado «El sistema nacional anti corrupción», Monteverde elaboró la teoría de los ‘fenómenos corruptivos’ en los que explica -entre otros temas- cómo cambió el modelo de la corrupción tras el kirchnerismo.
En diálogo con La Prensa, el economista, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Morón y autor del informe «El costo económico de los cuadernos de la corrupción en Argentina» detalla cómo este mecanismo de corrupción terminó instalándose y perjudicando a la economía nacional.
-¿Cuando comienza su investigación sobre corrupción y como su costo deriva en la economía?
-A mediados de 2008. Comencé participando en seminarios, y a partir de 2010 hasta 2014 participé de muchísimos encuentros profesionales, pero… los trabajos no se difundían, especialmente en el interior del país.
-¿Por qué razón?
-No me los aceptaban ni para exponer. Había una pre censura… además, en ese momento, no se entendía de que se trataba la economía de la corrupción.
-¿Cuál fue su primer trabajo?
-A raíz de un Congreso en Salta, en el año 2014, decidí presentar lo expuesto a Edicon, que es la Editorial del Consejo Profesional. El tema se manejó con mucho cuidado y se publicó en abril de 2015, con el título «Economía de la corrupción». Luego, en 2016, publiqué «Corrupción y transparencia».
-En total son cuatro los libros que usted escribió sobre corrupción, ¿cuáles son los restantes?
-En España, en enero de este año se publicó «Economía corruptiva» y en noviembre «Impacto de la corrupción en variables fiscales», ambos publicados por Editorial Académica Española.
-¿Qué diferencia hay, o que evolución, si prefiere, entre el primer trabajo y el último?
-En el primer libro, lo que hago es plantear cuales son las bases. De hecho, comienzo hablando sobre la corrupción política, la corrupción pública, la corrupción privada, los ámbitos, los delitos… porque no todos los delitos de corrupción en el mundo son iguales, pero además, son difíciles de probar. ¿Cómo pruebo yo que alguien dio un soborno y otro lo recibió? Materialmente, salvo que se trate de un testigo protegido y lo declare, y que ese dinero aparezca en cuentas de la otra persona, o en su balance, es muy difícil.
-¿Que diferencias encontró, si es que las hay, entre el sistema de corrupción ejecutado por el kirchnerismo respecto a otros países?
-Depende mucho del «paraguas» legislativo de cada país. En estos últimos años, especialmente en Brasil, Perú o Chile, a pedido de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que pide una legislación anti corrupción fuerte, las leyes se fueron modificando, pero dejando de lado casos muy específicos, como por ejemplo el de Fujimori y la «red de Montesinos», corrupción hay en todos los países.
A partir de la convención de la ONU de 2004, empezó a darse lo que se denomina «el buen cumplimiento y ética en los negocios», y aquí uno de los ejes centrales son los bancos. Ningún banco le va a prestar dinero a alguien que esté involucrado en una causa de corrupción.
Por esa misma razón, cuando estalló la causa de los cuadernos, el gobierno no podía desarrollar los programas «PPP» a través del BID, porque precisamente el BID no le podía prestar a las empresas involucradas en los casos de corrupción detallados en los cuadernos.
Pero volviendo a su pregunta, el caso argentino es prácticamente único. Se conformó toda una estructura a través de la obra pública solo para obtner dinero de manera ilícita, desde una punta a la otra, finalizando en el lavado.
-Además de los libros mencionados, usted realizó un extenso y detallado ensayo titulado «Informe sobre los cuadernos de la corrupción». ¿Cuál es su conclusión?
-Uno de los capítulos del primer libro habla sobre cuál es el costo de la corrupción, que está basado en en un cálculo a través de aplicar una fórmula que yo elaboré. El informe, o el cálculo de la cifra final, mejor dicho, está hecho en base a esa fórmula, y la conclusión es que el costo de lo que figura en los cuadernos es de 80 mil millones de dólares.
-¿En que se basa la fórmula para realizar el cálculo?
-Es muy simple. Se tiene en cuenta el monto del soborno, el sobre costo de la obra pública, el costo de obtener los fondos, si el estado no los tiene, y el costo fiscal de la evasión impositiva de ese dinero, que son impuestos que no ingresarán a las arcas del estado, obviamente.
Sin embargo, en el informe de los cuadernos tuve que re elaborar la fórmula, porque con los casos de corrupción en la obra pública la fórmula se revierte.
-¿En qué sentido se revierte?
-Porque el soborno en general, lo da el privado al funcioanrio. Esto, en el mudo es así. La teoría del soborno es de recaudación privada, y no le afecta al sector público excepto que el soborno no se blanquee. En los hechos que figuran en los cuadernos, la situación se invierte. El anticipo de obra era un adelanto del Ministerio de Obras Públicas, o a veces de las provincias. En ese anticipo estaba la «comisión», y ahí es donde se cambia la fórmula. Por lo tanto, yo calculo que ese anticipo de obra era la mitad del costo; a eso se suma el gasto de la obra pública, que lleva el sobreprecio y, por último, el costo fiscal, o sea la evasión. Eso, en precios constantes en dólares, suma 80 mil millones.
-Este estudio devela solo la cifra que, según su fórmula, se puede aplicar a la obra pública. ¿Existe la manera de calcular, estimativamente, el costo de la corrupción total durante el kirchnerismo?
-Es imposible determinar eso… en primer lugar porque en el país existen 3 niveles de recaudación, nacional, provincial y municipal. Por lo tanto es imposible dimensionar lo que ocurre en cada municipio, tanto con lo que recaudan como con los fondos que les envían desde Nación a través de las provincias. Solo se puede calcular la obra pública en la que haya intervenido la nación.
Es más… es imposible calcular, por ejemplo, cuanto hubo de corrupción -que yo creo que la hubo- en entregas millonarias de dinero en pauta oficial a los medios afines al gobierno kirchnerista, o lo que se daba como subsidio a actores y productoras para hacer películas o programas de TV. Y en estos casos, déjeme decir que estamos hablando de corrupción mezclada con despilfarro.
-De todos los casos que usted estudió, ¿encontró muchos países que superen el nivel de corrupción que hubo durante el kirchnerismo?
-Solo dos, Venezuela y Zambia, pero no en la cantidad de millones de dólares.
-¿Analizó los cuatro años del gobierno de Macri?
-Si, y eso me llevó a elaborar una nueva teoría, que se llama «Fenómeno corruptivo». Es cuando hay una estructura legal, una estructura normativa, leyes, etc. Entonces el hecho de corrupción se basa en futuras rentas.
-¿Cómo sería?
-Es cuando el Estado le da a una persona o empresa un contrato, perfectamente legal, pero con ventajas. De eta manera, la empresa no comete ningún acto de corrupción, porque está encuadrada dentro de un marco legal, pero ocurre que el estado le asignó una renta exagerada, sobredimensionada. Puntualmente, es cuando se otorga a través de un contrato una renta excesiva.
El caso más claro es el de AUSA, Autopistas Urbanas S. A., que en octubre de 2015 inicia una demanda por congelamiento de tarifas en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) y llega a un acuerdo con el gobierno en el que se le entregan 700 millones de dólares, donde, además, hay un conflicto de intereses, ya que AUSA pertenece a la familia Macri.
-¿Cómo evaluaría usted el gobierno de Macri en términos de corrupción?
-No tengo, todavía, resultados de algunos casos o denuncias que estoy estudiando. Por ahora lo que le puedo decir es que en relación a lo anterior hubo un cambio sustancial, y además se mejoró la legislación.
-En función todo lo ocurrido y al estudio que usted hizo, especialmente sobre los años de gobierno kirchnerista, ¿cree que durante el gobierno de Alberto Fernández se pueda repetir?
-Pronosticar eso es algo contrafáctico. Pero veamos… le acabo de decir que durante el gobierno de Macri se mejoró la legislación respecto a la corrupción, pero eso es a nivel nacional. A nivel provincial y municipal lamentablemente sigue todo igual.
Pero se lo voy a ejemplificar de la siguiente manera… dicen que un alcohólico jamás se recupera. Puede dejar de tomar, y por mucho tiempo, pero la tentación siempre está latente. Yo los veo así… puede ser que se cuiden, que no haya corrupción por un tiempo, o que la haya, pero menos.La clave, es la justicia. Si la justicia mira para otro lado, la corrupción va a seguir existiendo, y lamentablemente todos sabemos cómo es el trato o, si usted prefiere, la relación entre la justicia y el kirchnerismo. Creo haber sido lo suficientemente claro.
Fuente: La Prensa
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