El Gobierno busca bajar impuestos para reactivar la construcción
Con la intención de reflotar la actividad de la construcción, golpeada por la crisis económica y las restricciones cambiarias, el Gobierno enviará en los próximos días al Congreso un proyecto de promoción de inversiones inmobiliarias.
El anuncio propone un conjunto de beneficios impositivos que, según afirmaron desde el Poder Ejecutivo, traerán «mejores condiciones» para los inversores privados, con el objetivo de mejorar la oferta de vivienda para los sectores medios. Exenciones en el impuesto a las ganancias, el IVA y el impuesto al cheque conforman el núcleo central de la propuesta, que el gobierno nacional pretende aprobar en el Congreso luego de las elecciones de octubre.
«No queremos que este y otros proyectos, que son en beneficio de la gente, se mezclen con la pelea electoral», afirmaron cerca del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
El proyecto, diseñado desde la Secretaría de Vivienda e impulsado por el ministro Rogelio Frigerio, está por estas horas en la Secretaría Legal y Técnica, y va en línea con las medidas tomadas luego de la fuerte devaluación que siguió a las internas del 11 de agosto. Apuntan, al igual que la suba del piso de Ganancias, el congelamiento de tarifas de combustibles o la baja del IVA para alimentos de la canasta básica, a «aliviar» a los sectores más perjudicados por el tembladeral financiero y su efecto sobre la inflación de, al menos, el mes pasado y los que vendrán.
La norma prevé la creación de un régimen «transitorio» para la promoción de las inversiones en nuevos proyectos inmobiliarios. En primer lugar, otorga beneficios en el impuesto a las ganancias, permitiendo actualizar, hasta la fecha del último ejercicio cerrado con anterioridad a la realización de la inversión, «las existencias de inmuebles, obras en construcción y mejoras, cualquiera fuere su naturaleza», situados en el país.
El proyecto también determina un beneficio en el impuesto al valor agregado (IVA), «permitiendo acceder a la devolución de los créditos fiscales originados por adquisiciones de bienes y servicios, locaciones de bienes, ejecuciones de obra e importaciones definitivas de bienes, excepto automóviles». Fija la posibilidad de computarse el impuesto sobre los créditos y débitos, denominado «impuesto al cheque», a las operaciones vinculadas a nuevos proyectos inmobiliarios, en un cien por ciento y también como pago a cuenta de Ganancias.
En otro párrafo, el proyecto también autoriza a los eventuales inversores a utilizar la opción de diferir el pago de Ganancias en la medida en que el importe se reinvierta en la suscripción o adquisición de certificados de participación o cuotapartes de condominio, fideicomisos o fondos comunes de inversión que tengan por objetivo el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios. «El déficit habitacional es muy grande y las respuestas del Estado son, en general, inferiores a las que se necesitan. Más que nunca, el desafío es que el sector privado se anime a generar más oferta», afirmó a LA NACION el secretario de Vivienda, Iván Kerr. El funcionario afirmó que el proyecto «piensa en el largo plazo, y es un sistema que funciona en otras partes del mundo».
Desde el Poder Ejecutivo dejaron trascender que su intención es discutir la ley junto con el presupuesto 2020 y el reperfilamiento de la deuda nacional diseñado por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, después de los comicios presidenciales del 27 de octubre. «Queremos evitar que se contamine con la campaña electoral, faltan casi 30 días para la elección. Y queremos discutir todo en conjunto con la oposición», afirmaron cerca de Frigerio.
«Desde el primer día trabajamos con el sector privado en la Mesa de la Vivienda y los impuestos eran una demanda recurrente por parte de los inversores privados», afirmó a LA NACION uno de los referentes del proyecto, que «invita» a las provincias a adherir a la norma y a establecer nuevas bajas de impuestos para favorecer la inversión. Otra fuente oficial recordó que los empresarios inmobiliarios aducían que el 40 por ciento de sus costos estaban dados por los impuestos que debían abonar. «Con esto generamos más oferta, y a precios más bajos para nuevas propiedades», se esperanzó el funcionario.
El proyecto original, trabajado con el exministro de Hacienda Nicolás Dujovne, contemplaba subir, de los actuales $20.000 a $85.000, el monto anual aplicable a Ganancias por parte de los deudores hipotecarios. Estará, sí, en el proyecto de nueva ley de alquileres que el gobierno nacional también lanzará en los próximos días.
Fuente: La Nación
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