Desplome de las obras en construcción en La Pampa: Cayeron de 200 a menos de 30
En estos cuatro años las fuentes laborales cayeron de modo rotundo: de 7.000 empleados la planta se redujo a unos 2.500, según cifras de la Cámara.
Las empresas dedicadas a la construcción en nuestra provincia sobreviven si no están endeudadas.
Las políticas económicas del macrismo, no es ningún secreto, derrumbaron la actividad económica. Y en especial, impactaron sobre la construcción: la prácticamente nula obra pública y la crisis económica general generaron una abrupta caída en el rubro.
La Cámara del sector incluso tiene números: de las 200 obras que había en funcionamiento antes de que arrancara el gobierno de Mauricio Macri, quedan apenas 30 (“con suerte”), según la evaluación que hizo el presidente de la Cámara Hernán Pérez Habiaga. “Hay un descenso notable, estamos en uno de los niveles más bajos de la historia”, aseveró.
Ese derrumbe impactó, desde ya, en las fuentes laborales, que decrecieron de 7.000 empleos a 2.500, según el cálculo del mismo dirigente, que ratificó así los números que había difundido ya en mayo.
“La situación no es nada sencilla para las empresas, hay muy poco trabajo. La gran ventaja respecto de crisis anteriores es que la mayoría de las empresas las ha agarrado en una condición financiera mejor, no están comprometidas con deudas y esto permite que no queden en quiebra”, aclaró el dirigente al hablar sobre el tema.
Además hay un problema extra: buena parte de los insumos para el sector están dolarizados. “El sistema de actualización que tenemos -dijo- es a través del índice del INDEC, cuando hay actualizaciones muchas veces no se ve reflejado hasta meses después. Desde la última corrida cambiaria de las PASO directamente no hacían cotizaciones. Luego de eso la gran mayoría de los insumos quedaron con precios en dólares”, dijo.
Analizó la actual coyuntura de la siguiente manera: “Personalmente, con el ‘cepo’, el tema de la situación inflacionaria y el flujo económico mensual lo manejábamos de la siguiente manera: cobrábamos los certificados y los poníamos en un fondo de inversión, ya que no nos daban los tiempos para un plazo fijo. Depende del fondo donde lo hayas puesto te quedaba congelado el dinero. Recién ayer los bancos hicieron una oferta de entrega, pero hablaban de una quita del 30%, cosas que no son factibles de aceptar”.
Aseguró además que “es preferible no tener obras a tener obras que no te pagan” y que la provincia de La Pampa “hace las obras cuando tiene el dinero, entonces sabés que te van a pagar”.
“Acá en La Pampa desde hace 4 años el promedio de ocupación rondaba entre los 6.000 y 7.000 empleados de la construcción, hoy debemos estar en 2.500. En su mejor momento había 200 obras en funcionamiento en la provincia, hoy con suerte hay 30”, aseveró Pérez Habiaga en Radio Kermés.
Calculó, mirando al futuro, que “cuando la Provincia tenga fondos irá a largar con las obras. Lo natural y lógico es que, si quieren una reactivación, necesitan hacer obra pública, no de grandes infraestructuras porque te lleva mucha cantidad de dinero y te toma poca gente”, completó.
Beneficios para los grandes
Pérez Habiaga ratificó su mirada respecto de las políticas nacionales: se garantizaron algunas grandes obras en las provincias con mayor caudal de votantes y para beneficio del 5% de las empresas -las más grandes-, al tiempo que sumió en una crisis y un futuro incierto a las pymes del sector y a otras regiones del país.
Aclaró que “en algunas provincias centrales hay una realidad un poco distinta al resto del país. Pero en nuestro sector, es notable la falta de inversión de obra pública nacional y la falta de pago de la poca obra que se llevó adelante”.
La evaluación del presidente de la Cámara no es nueva. La viene haciendo hace tiempo: “Las empresas de La Pampa no son de un volumen tan importante como las nacionales. Las empresas chicas o medianas se ven muy afectadas por esa falta de pago. No se pueden buscar aportes en los bancos, porque no se llega a buen puerto, la tasa supera ampliamente lo que puedas llegar a ganar”.
“Entonces las empresas se cuidan, incorporan menos gente, el staff fijo hay que achicarlo o reducir horas de trabajo. No tenemos un respaldo económico que nos permita sostener durante mucho tiempo a personal sin actividad”, indicó.
En el mes de mayo el dirigente ya había dado cuenta de la crisis del sector: “La realidad es que la obra pública fuerte eran las viviendas, era el sustento de la mayoría de las constructoras. Por una decisión política se dejaron de licitar obras para construir viviendas mediante otros mecanismos que no dieron resultado”.
“A nivel nacional el error fue el tipo de obra que se hizo, distribuir todo el dinero en grandes obras sin tener en cuenta a provincias más chicas con escuelas, viviendas o reparación de hospitales, es algo que genera bienestar social y no lo hicieron. Dejaron un hueco que generó problemas. El 95% de las empresas de la Cámara de la Construcción son pymes. Y las obras de infraestructura la hizo el 5% de las grandes. Las demás quedamos descolgadas”, completó.
Fuente: El diario de La Pampa
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