Un escándalo de corrupción salpica a una empresa que compite por el subte
Es la francesa Alstom, que se asoció con la RATP para operar el metro porteño y ahora quedó excluida del régimen de contrataciones en Brasil por maniobras de «cartelización» en la obra pública.
Un escándalo de corrupción en Brasil toca las puertas de las costas porteñas y sacude a una de las empresas que compite por la operación del subte de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras aún se aguarda por el resultado final de la licitación, la francesa Alstom, que compite junto a la RATP para operar en la Capital, fue condenada por el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) del país vecino por «maniobras de cartelización» junto a otras firmas con las que se «repartía» los contratos de obras en trenes y subtes en los estados de San Pablo, Distrito Federal, Minas Gerais, Rio Grande do Sul.
En rigor, el gobierno brasileño condenó a 11 empresas y 42 individuos por la formación de carteles en licitaciones públicas y, de acuerdo a la investigación, al menos 26 concursos se vieron perjudicados por el desempeño del cártel desde 1999 hasta 2013. La filial brasileña de Alstom quedó envuelta en el escándalo de corrupción junto a empresas como CAF, Bombardier, A Mitsui & Co.
El propósito del cártel era dividir el mercado, fijar precios, ajustar condiciones, ventajas y formas de participación de las empresas en las ofertas. Con este fin, los miembros del «cártel del metro» utilizaron estrategias como la supresión de propuestas, la presentación de propuestas de cobertura, la formación de consorcios y la subcontratación, y en ocasiones también la colaboración y la facilitación de consultorías especializadas. Según el tribunal brasileño de Defensa de la Competencia, Alstom deberá pagar más de 120 millones de reales en concepto de multa (más de 30 millones de dólares).
Alstom compite en la Ciudad de Buenos Aires junto a la también francesa RATP, que opera el subte de Paris y es un gigante europeo en materia de transporte público urbano, con operaciones en quince países y cuatro continentes. Por el contrato del subte compiten, además, el Grupo Roggio que, junto a la alemana Deutsche Bahn busca retener la operación del servicio, y el Grupo Eurnekian, que fomró una UTE con la francesa Keolis, que opera el subterráneo de Lyon.
Fuente: Letra P
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