La empresa alemana Voith y la puntana Rovella Carranza se quedarían con las licitaciones de Aña Cuá
Previo al anuncio oficial y cuando faltaba todavía la aprobación del Consejo de Administración, las autoridades paraguayas de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) publicaron en la web oficial de la represa los resultados de las licitaciones abiertas para la concreción de la obra sobre el brazo Aña Cuá, que fueron motivo en los últimos meses de fuertes pujas por parte de los oferentes.
De acuerdo a lo publicado, el suministro de equipos electromecánicos quedará en manos de la alemana Voith Hydro LTDA, que le ganó la pelea al consorcio argentino-paraguayo que integra la firma mendocina Impsa, controlada hasta el año pasado por el empresario Enrique Pescarmona.
Por otro lado, las obras civiles serán adjudicadas al consorcio constituido por la empresa puntana Rovella Carranza junto a la italiana Astaldi y la paraguaya Tecnoedil, al ser valorada su oferta por sobre la de otros consorcios integrados por las firmas de empresarios locales como Cartellone, Chediack, Techint y Roggio.
«El Comité Ejecutivo, que integro yo junto al director paraguayo, Óscar Duarte Frutos [ex presidente del país vecino], aprobó las adjudicaciones la semana pasada en Asunción, pero falta la aprobación final Consejo de Administración, pautada para martes 23», explicó a LA NACION el director ejecutivo de la EBY, Martín Goerling. Consultado por si existe la posibilidad de que el Consejo -conformado por cuatro consejeros argentinos y cuatro paraguayos- altere las decisiones, Goerling dijo que no. «Ya está todo el proceso de evaluación realizado y solo resta el último trámite interno», sostuvo.
Pese a algunas versiones, el director ejecutivo de la represa aseguró que la anticipación de los resultados por parte de las autoridades paraguayas «no generó malestar en absoluto» y que, en todo caso, lo que hubo fue una «mala notificación» al no detallarse debidamente los trámites pendientes.
Los planes en Yacyretá
La obra licitada comenzó a proyectarse a fines de los 90 y la adjudicación de la obra marcará el inicio de su concreción. Se espera que esté lista en cuatro años y que redunde en una ampliación del 9% de la potencia energética de la central Yacyretá, al instalarse tres turbinas tipo Kaplan que aprovechen el caudal hidráulico del brazo natural Aña Cuá.
El proyecto de la obra implicó una serie de licitaciones para cubrir las distintas fases y la más codiciada fue la número 670: la adjudicación de la obra civil. En abril del año pasado ocho consorcios presentaron sus propuestas, pero luego de ser analizadas a la luz de los requisitos exigidos, se descartaron tres. Finalmente, la contienda se dio entre los consorcios compuestos por Salini Impregilo SpA-Chediack-ITASA, Techint-Roggio-Panedile Arg, Cartellone-Malucelli Constructora-Talavera Ortellado, Sacde-Power China-CDD SA y Astaldi-Rovella-Tecnoedil, que resultó ganador.
La obra de Aña Cuá demorará cuatro años y aumentará 9% la potencia de la represa hidroeléctrica
Según el detalle publicado en la web paraguaya, Rovella presentó junto a sus socios una oferta de US$193.241.731, casi US$32 millones inferior a la segunda menor oferta y 46% por debajo del precio referencial previsto al inicio del proceso licitatorio (US$ 360 millones).
Otro foco de atención fue la licitación número 669, correspondiente a la provisión de equipos electromecánicos para la nueva central. Del lado de los «locales» se ubicó el consorcio argentino-paraguayo Araverá, integrado principalmente por la empresa Impsa. La firma fundada por la familia Pescarmona es ahora una sociedad donde la mayoría la tiene un consorcio liderado por el Banco Nación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y un grupo de inversores chilenos. El empresario argentino conserva un 30% de las acciones.
Del otro lado de la licitación se ubicó el consorcio alemán Voith LTDA, que contó con el respaldo de la canciller Ángela Merkel y que finalmente habría obtenido la adjudicación. Afuera de la competencia había quedado previamente, por incompatibilidades e irregularidades en el proceso, la empresa china Gezhouba.
Según la publicación hecha por EBY Paraguay, Voith Hydro proveerá los equipos a un costo de US$99.689.577, lo que implica una reducción de US$60 millones con relación al precio referencial establecido por administraciones, de US$160 millones.
La noticia de la adjudicación que desfavoreció a Impsa tomó relevancia pública justo después de la visita que hizo el presidente Mauricio Macri a las instalaciones de esa empresa, en Mendoza, donde recibió de regalo una réplica de la turbina número 200 fabricada por la compañía, que será destinada al reemplazo de una turbina de Yacyretá.
Voceros de Impsa dijeron este diario que durante la visita del presidente «no se planteó el tema de la licitación de Aña Cuá». «Sobre esta licitación nosotros discrepamos con la posición de evaluación de la EBY y lo expresamos oficialmente. Nosotros consideramos que nuestra oferta es tecnológicamente mejor y económicamente más conveniente y además está compuesta por un 70% de contenido local», señalaron.
Según Goerling, «siempre hay en este tipo de procesos pedidos de explicaciones, pero las consultas fueron contestadas y quedaron aclarados los motivos de la decisión». Además, el director ejecutivo de la EBY insistió en que por tratarse de una «licitación internacional» no hay nada objetable en el hecho de que se pondere una empresa extranjera por sobre una radicada en el país. «Nosotros lo que buscamos es competencia de precios y que vengan los mejores del mundo, y hemos logrado ambas cosas», resumió.
Fuente: El Territorio
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