Integración Energética Argentina (Ieasa) transfirió un bloque de Vaca Muerta a YPF por 95 millones de dólares
La petrolera ofertó más del doble que el resto de los oferentes, lo que prácticamente le aseguraba el contrato.
La empresa estatal Integración Energética Argentina (Ieasa) firmó la transferencia a YPF del bloque Aguada de Chañar, en la formación de Vaca Muerta, por la cual la petrolera ofertó 95 millones de dólares y comprometió la inversión de otros 10 millones de dólares hasta octubre de 2020 para cumplir con el contrato original de adjudicación.
Ieasa recibió cuatro ofertas para la cesión de la única concesión de un bloque de la formación de Vaca Muerta que se encontraba en manos del Estado nacional, y para la cual YPF ofertó más del doble que el resto de los oferentes, lo que prácticamente le aseguraba el contrato.
«Aguada del Chañar está lista para perforar y reiniciar la producción a través de intervenciones en una prolífica región de Vaca Muerta» destacaron desde Ieasa.
La empresa estatal era 100% titular de las concesiones otorgadas por la provincia de Neuquén para la explotación convencional por 25 años, hasta 2039 con opción de extenderla 10 años más; no convencional por 35 años, hasta 2053, y transporte de gas natural también por 35 años.
El Lote Aguada del Chañar está rodeado de áreas petroleras para las cuales se encuentran en ejecución o se han anunciado grandes compromisos de inversión.
En ese sentido, fuentes de YPF explicaron que el área resultó de particular interés para la compañía -lo que explicó en parte que su oferta más que duplicara al segundo interesado- ya que le permitirá los proyectos de desarrollos masivos que lleva adelante.
En ese sentido, YPF está haciendo desarrollos con la estadounidense Chevron en Loma Campana y con la malaya Petronas en La Amarga Chica, por lo que se especula con que «existe una continuidad geológíca en la zona por lo que su riqueza es muy importante».
Aguada del Chañar es considerada como la primera perforación en Vaca Muerta a partir de la asociación entre la ex Enarsa y la provincial GyP de Neuquén, en 2010, y allí a partir de la adjudicación el Estado nacional llegó a invertir 150 millones de dólares.
Aquella inversión no logró para hacer viable comercialmente el proyecto -llegó a un pico de 250.000 metros cúbicos diarios-, a pesar de ser considerada una de las joyas neuquinas antes de la actual ola de los hidrocarburos no convencionales.
Fuente: La Voz
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