Industria y construcción vuelven a caer en marzo
Venían bien y pasaron cosas. Algo así pasó con la industria y la construcción, dos sectores clave de la economía, en marzo. En rigor, no venían descollando, pero estaban dejando atrás el pozo de 2018 y, tanto en enero como en febrero, habían anotado subas contra el mes anterior.
Ayer, el Indec informó que IPI Manufacturero cayó, en marzo, nada menos que 4,3% contra febrero. En ese mes, había crecido 2,7% contra enero y, en el mes anterior, 4,5% contra diciembre de 2018. Es decir, los brotes verdes se marchitaron. Algo similar pasó con el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que cayó 3,5% en marzo, tras haber avanzado 4,8% en enero y 8,6% en febrero. En marzo, ambos cayeron interanualmente dado que, además, comparan con meses buenos de 2018: 13,4% fue el derrape de la industria y 12,3%, el de la construcción. Ambos son sectores clave, sobre todo en las zonas urbanas y son muy intensivos en mano de obra.
Los fierros
En marzo, la división de alimentos y bebidas registró una disminución de 7,7% interanual; productos de tabaco, una caída de 6,3%; productos textiles cayó 17%; prendas de vestir, cuero y calzado cayeron 17,3%; madera, papel, edición e impresión bajó 7,9%; refinación del petróleo, coque y combustible nuclear, se retrajo 6,1%; sustancias y productos químicos, 6%; productos de caucho y plástico, 16,5%; productos minerales no metálicos, 11,5%; industrias metálicas básicas, 10,3%; productos de metal, 9,6%; maquinaria y equipo, 26,8%; otros equipos, aparatos e instrumentos, 31,6%; vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes, 30,2%; otro equipo de transporte, 53,6% y, por último, muebles y colchones cayó 27,8%. Ninguno tuvo números positivos.
La tendencia
La explicación es la inestabilidad cambiaria, que resurgió en marzo y continuó en abril. Eso forzó una suba en las tasas de interés, que hoy están arriba de 70% (se habían acercado a 40%) y aceleraron la inflación, antes de la llegada de los nuevos salarios, pegando duro sobre el consumo.
Además, cada sector suma, a esas tendencias, problemas puntuales. La construcción, por ejemplo, la retracción del crédito hipotecario y la industria, a su vez, el menor dinamismo de Brasil, que no deja de corregir hacia abajo sus proyecciones de crecimiento.
“En el caso de la construcción, 50% de las empresas que realizan obra privada esperan que las bajas continúen en los próximos 3 meses, porcentaje mayor al mes pasado, lo cual refleja más pesimismo en el sector. Las razones principales se mantienen respecto a meses previos (caída de la actividad y atraso en la cadena de pagos), aunque esta vez la encuesta realizada por el Indec evidencia que se suma la preocupación por la inestabilidad de los precios”, dijeron desde LCG. Además, según el Indec, la superficie a construir, autorizada por los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas en una nómina representativa de 60 municipios, registró en marzo de 2019 una baja de 8,7% con relación al mes anterior y de 19,5% interanual. A la vez, entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 52,7% opinó que el nivel de la actividad no cambiará durante el período abril -junio y 44,6% cree que disminuirá. Es decir, la proyección no es muy alentadora.
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Algo similar pasa entre los industriales. Las expectativas de las empresas del rubro siguen siendo negativas. En el mercado interno, 49% de las empresas espera una caída interanual de la demanda durante el próximo trimestre. “Esto es consecuencia de las altas tasas de interés que rigen en el mercado y la caída del poder adquisitivo, que no termina de recomponerse debido a una inflación que no da tregua. Respecto a la demanda externa, aumentó levemente la expectativa de las empresas y el 26% espera una mejora”, agregó LCG.
Fuente: El Economista
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