El acueducto hacia Bahía Blanca, frenado
Creen que Vidal no tiene los fondos
“La obra del acueducto del río Colorado parece cada vez más lejana”, tituló el diario La Nueva Provincia, que se edita en Bahía Blanca, una noticia sobre la demora en la obra adjudicada hace casi nueve meses.
Tal como había informado este diario, citando un artículo de La Política Online, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, volvió a frenar el inicio de los trabajos, ahora porque solicitó un estudio al Colegio de Ingenieros bonaerense, para que certifique si la empresa que hizo la oferta más económica, Ceosa, tiene la capacidad para llevar adelante los trabajos.
El portal de noticias porteño aseguraba que en la decisión de Vidal podía subyacer el lobby del grupo Techint, con una importante ascendencia en el colegio profesional elegido por la mandataria para realizar el estudio.
Sin embargo, en La Nueva Provincia hicieron una interpretación diferente: “Si bien desde el gobierno se asegura que la demora en adjudicar la obra responde a dudas sobre la oferta más baja, desde otros sectores se asegura que la causa de la postergación es la dificultad de la administración para realizar el aporte de 34 millones de dólares que le corresponde para el acueducto”. El resto de los trabajos será financiado por la Corporación Andina de Fomento.
El matutino bahiense recordó que ya han pasado casi nueve meses desde la apertura de ofertas, en mayo de 2018. El informe técnico, de acuerdo a fuentes oficiales, se relaciona con las dudas que la gobernadora Vidal guarda en relación a la capacidad de la empresa Construcciones Electromecánica del Oeste (Ceosa), con casa central en Mendoza, la cual presentó la oferta más baja entre las doce presentadas, con 3.368.812.000 pesos, un 40% por debajo del presupuesto oficial.
Decisión llamativa
La desconfianza no parece desatinada si se tiene en cuenta el antecedente del Acueducto del Río Colorado construido en La Pampa, adjudicado inicialmente por el entonces gobernador Rubén Marín a la empresa Victorio Américo Gualtieri, sin experiencia en el rubro. La historia, contada en estas páginas durante finales de los años noventa, dice que el mismo gobierno debió tiempo después quitarle la obra a esa constructora y cederla a la UTE conformada por Techint y Skanska ante los incumplimientos y deficiencias técnicas de Gualtieri.
Sin embargo, tanto para La Nueva Provincia como para La Política Online, la decisión resulta llamativa. “Vidal accedió a la sugerencia de allegados de tener una opinión adicional sobre esa empresa, y para ello recurrió al Colegio de Ingenieros, lo cual no deja de llamar la atención considerando que se trata de una entidad gremial que controla el ejercicio de esa profesión”, reza el artículo.
El matutino bahiense recordó que, en noviembre, diputados del Frente Renovador y otros espacios justicialistas manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que no se adjudicara la obra a la empresa que propuso la mejor oferta económica, Ceosa, sino a Supercemento.
Fuente: La Arena
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