Casas vacías y sin herederos: empezaron a venderlas y usan el dinero para hacer obras
Son propiedades que quedaron en manos del Estado. En la primera subasta recaudaron 26 millones.
Son departamentos y casas cuyos dueños no dejaron herederos. Luego de un tiempo, pasan a manos del Estado, que las subasta.
La primera venta se hizo por diez inmuebles y se recaudaron $ 26 millones, que serán destinados a obras del Ministerio de Educación porteño.
Esta metodología se utiliza desde hace tiempo, y este año arrancó con inmuebles de distintas dimensiones y precios y de diferentes barrios.
La base por el total fue de $ 17.550.000 y lo recaudado fue $ 26.380.000, un 50,3% más.
Casi $ 80 millones había recaudado la Ciudad el año pasado por el remate de propiedades que pasaron a sus manos de esta manera: nadie las reclamó (o nadie estuvo en condiciones de hacerlo).
Son las llamadas «herencias vacantes», sucesiones de inmuebles sin herederos legales, que van a parar al Estado y finalmente son subastados. El dinero de la operación se destina por ley al Ministerio de Educación local. El Gobierno porteño remató 58 propiedades en 2017 y este año espera sumar otras 75.
La Procuración General de la Ciudad es la encargada de poner en marcha el mecanismo para determinar si un inmueble está en situación de herencia vacante y derivarlo a subasta. Tras la confirmación, se efectúa el remate a través del Banco Ciudad y los potenciales compradores pueden calificar, incluso, para un crédito hipotecario para la compra de estas propiedades.
El día del remate, el comprador debe pagar al contado el 10% de la seña por el precio de venta más un 3% de IVA. Diez días después, debe abonar otro 40% para la firma del boleto, y el resto al momento de la escritura.
Las propiedades se exhiben durante dos días, dentro de las dos semanas anteriores a la realización del remate. También hay un catálogo online en la web del banco con fotos, la descripción de cada una y la base a la que sale a la venta.
Tras este remate, se subastarán otras nueve unidades.
La ley establece que, si un inmueble no tiene herederos, pasa a manos del Estado porteño, que tiene la obligación de destinarlo a la enseñanza pública. En esa instancia, el Ministerio de Educación de la Ciudad tiene dos opciones. Una es quedarse con la propiedad para darle un destino pedagógico, ya sea para usarla como escuela o bien como espacio libre para huertas o para trabajos en el marco del Programa Escuelas Verdes o de Jornada Extendida.
La otra posibilidad, y también la más frecuente, es el remate. «Si no es útil para actividades educativas, se llama a subasta y los fondos que se consiguen vuelven al ministerio», precisa la ministra de Educación, Soledad Acuña. «Eso ocurre en la mayoría de los casos, porque muchas veces se trata de unidades pequeñas o inmuebles de propiedad horizontal, que no sirven para ser escuelas», explica por su parte el procurador general de la Ciudad, Gabriel Astarloa.
En caso de subasta, el dinero se destina entonces al Fondo Educativo Permanente. «El rol del Banco Ciudad es asegurarse de que la venta de todos los inmuebles respecto a las herencias vacantes sea ágil, transparente y abierta, de forma tal que todos los fondos permitan la construcción y reparación de escuelas», sostiene el presidente de la entidad bancaria, Javier Ortiz Batalla. Además del beneficio para la educación, este tipo de operaciones permiten también evitar que las propiedades vacías sean intrusadas.
Quienes quieran informar sobre una herencia vacante sólo deben presentar un escrito en el que denuncien que el inmueble no tiene herederos legales, ni por parentesco ni por testamento. A quienes lo hagan se les paga una recompensa, equivalente al 10% del valor al que se remate el bien, una vez que se hayan descontado gastos y deudas. El trámite de denuncia se hace en la misma Procuración, en Uruguay 458.
En enero de 2017, la Procuración, el Banco Ciudad y el Ministerio de Educación porteño firmaron un convenio de colaboración para impulsar el programa “Subastas Transparentes”. El objetivo: mejorar los procesos de tasación, exhibición y venta por remate público de los bienes de herencias vacantes. Y, también, ampliar la participación ya que, a más oferentes, mayor precio final de venta y más fondos recaudados.
Desde la Ciudad sostienen además que están agilizando los procedimientos para lograr hacer un remate por mes, ya que la meta es duplicar la cantidad de inmuebles con herencias vacantes vendidos con respecto a años anteriores. A su vez, el Gobierno porteño trabaja en un proyecto para que las subastas puedan hacerse online.
Fuente: Clarín
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