Denuncian por fraude al ex jefe de la Cámara de la Construcción
Con otros empresarios y ex funcionarios de Vialidad, Carlos Wagner habría participado de una licitación trucha.
Vialidad Nacional denunció a Carlos Wagner, dueño de Esuco SA y ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción. La causa que tiene el juez Claudio Bonadio, investiga sobreprecios, procesos licitatorios simulados, irregulares administrativas e incluye a los referentes de otras dos constructoras, Juan Felipe Gancedo SA y Decavial (vinculada a Lázaro Báez). Además, se denunció a los ex directivos de Vialidad, entre ellos a Nelson Periotti, procesado por asociación ilícita por el direccionamiento de la obra pública a favor del empresario K.
Falsificación de documentos, violación del secreto profesional, incumplimiento de deberes, negociaciones incompatibles y fraude contra la administración pública son los delitos por los que Vialidad denunció a nueve ex funcionarios de ese organismo, ocho referentes de tres constructoras, y a los integrantes de Cornero-Venezia Consultores de Ingenieria. SA.
Todos confluyeron en una maniobra que, según la denuncia a la que accedió Clarín, incluyó sobreprecios y una licitación trucha para una obra sobre la Ruta Nacional Nº 3”, en Tierra del Fuego.
El contrato incluía una etapa inicial para la realización del proyecto ejecutivo que en diciembre de 2008 se adjudicó a Ingeniero Cornero Venezia Consultora SA. Dos años después, mientras este proceso estaba en desarrollo, “se inició una nueva licitación para la confección del proyecto y estudios de base, como la construcción” de la obra.
Así, en 2011 se adjudicó la obra a Juan Felipe Gancedo SA por 379 millones de pesos, pese a que el precio fijado por Vialidad era de 248,5 millones. Para mayo de 2016, por redeterminaciones de precios, el costo era de 641 millones. A este valor se llegó “beneficiando a la empresa admitiendo modificaciones en la obra en algunos casos con un costo superior del 500%”, señala la denuncia.
El proceso fue más complejo. Se firmó una adenda dando de “baja” el trabajo de la consultora Cornero-Venezia. Entonces, se avanzó con el llamado a licitación para el proyecto ejecutivo y construcción, quedando pendiente la elaboración del primero por parte de la consultora. Todo el proceso tenía una ganador “de antemano”, según la denuncia.
Comenzó entonces la etapa de “licitación simulada” de la que participó Esuco. En primer lugar, la empresa Decavial compró por 330.000 pesos el pliego sólo ocho días antes de la apertura de sobres, plazo más que reducido para hacer una oferta: “sólo buscó acompañar en el procedimiento a otros participantes, sin intención real de competir”.
Un informe técnico reveló que los proyectos ejecutivos presentados por Esuco y por Gancedo “eran exactamente iguales, en su contenido técnico y en el formato”. Además, la empresa de Carlos Wagner “en su presentación de planos usó un membrete de Gancedo, y esa hoja fue firmada por el presidente de Esuco, aún cuando estaba membretada con la firma competidora”.
La justicia investiga si Esuco “sabía que Gancedo iba a ofertar” y si hubo “intercambio de información del Proyecto entre ambas empresas”. Además, entre las ofertas que ambas constructoras presentaron hay diferencias del 25% en la cotización, “cuando nunca suele ser tanto”.
En un breve plazo Gancedo realizó el proyecto ejecutivo de la obra, el tiempo llamó la atención pero aún más que quien lo hizo fue Cornero Venezia, la consultora contratada por el Estado. Claro que esto está “prohibido por Vialidad Nacional”.
Se desentrañó otra cosa: la consultora iba a hacer el proyecto por 177.942 pesos. El trabajo se dio de baja y se contrató a Gancedo. La firma le compra el proyecto a la consultora y el Estado terminó pagando 3.801.600 peso por algo que ya había contratado. A valores actualizados, Vialidad terminó pagando 18,7 millones de pesos.
Fuente: Clarín
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