La obra pública para 2018 en Mendoza
Hay obras proyectadas para el año próximo, con inversiones nacionales y provinciales, que generan expectativas favorables.
Si se concretan en los hechos los anuncios realizados -no hay motivos para que no sea así-, Mendoza puede esperar con una fuerte expectativa favorable el 2018.
Sucede que, en acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, se llevarán a cabo obras de fundamental importancia en el denominado Corredor Andino y en el paso internacional.
Paralelamente se va a descomprimir de manera sustancial el tránsito de camiones en los accesos Este y Sur, como consecuencia de la ruta que unirá a Palmira con la ruta internacional a la altura de Luján.
Se trata de proyectos que, además de generar empleos en su construcción, resultarán esenciales en lo que a infraestructura vial se refiere.
Según se informó, la provincia contará con un total de 400 millones de dólares disponibles en dos tramos de 200, de un total de 750 millones de dólares que se destinarán al corredor Andino y el paso internacional.
Con algunos aspectos muy favorables que surgieron durante la implementación, como es el caso de que en la denominada Variante Palmira las ofertas que se presentaron fueron con un 30 por ciento por debajo del presupuesto oficial, razón por la cual se abre la posibilidad -aunque por ahora no hay nada concreto- de que ese dinero se destine a la construcción de una autopista que vaya desde el cruce de la ruta 40 hasta la Penitenciaría.
Se harán obras de reparación en el túnel Cristo Redentor, el ensanche del antiguo túnel ferroviario con galerías de vinculación entre los dos; la construcción de la variante de La Soberanía y obras de seguridad en el tramo Uspallata-Las Cuevas, consistente en la construcción de cobertizos, terceras trochas y pavimentación de banquinas.
Obras de importancia también están previstas a realizar en el tramo comprendido entre Potrerillos y Uspallata, entre ellas la rectificación de la actualmente peligrosa Curva de Guido.
Paralelamente, la Provincia desarrollará diferentes proyectos (ya se han anunciado varios dirigidos a energía renovable), lo que permitirá ampliar las posibilidades tanto en lo relativo a la economía como a la generación de empleos.
Debemos tener en cuenta que la construcción, especialmente la relacionada con viviendas, se convierte en una gran generadora de empleos, tanto directos como indirectos, en lo que comúnmente es conocido como «efecto derrame».
En ese marco, debemos señalar que en el último año la actividad de la construcción tuvo un crecimiento del 3,7 por ciento, lo que permitió un aumento de dos mil nuevos empleos en la provincia.
Si nos atenemos a lo que contempla el presupuesto para el año próximo, el propio gobernador Alfredo Cornejo expresó que más del 10 por ciento se destinará a la obra pública, lo que significa alrededor de 8 mil millones de pesos.
Las prioridades son las obras viales, inversión en hospitales y centros de salud, la construcción de la cárcel federal, la remodelación de comisarías y la refacción del parque General San Martín, entre otras.
Otro de los aspectos interesantes radica en el hecho de que las mejoras en infraestructura vial no se destinarán sólo al Gran Mendoza (si bien son muchas e importantes), también contempla la doble vía de acceso a las ciudades de Rivadavia y de Junín, la repavimentación de la ruta provincial 50 entre La Paz y Las Catitas, Santa Rosa y de las rutas 175 y 179.
Se destinará una suma importante para la urbanización y remediación ambiental de algunas zonas postergadas, como El Pozo, en Godoy Cruz; diversas obras hídricas y más de 500 millones de pesos para el mantenimiento de escuelas, y la construcción y ampliación de la infraestructura educativa.
Los aspectos señalados permiten observar con expectativas favorables al año próximo, tanto en el plano de la economía provincial como en el de la generación de empleos.
Fuente: Los Andes
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