Cámara Argentina de la Construcción Dietrich volvió al lugar donde hizo acusaciones de corrupción
A fines de 2015, tuvo reproches y un discurso duro. Ahora sigue advirtiendo, pero en otro tono.
Una semana antes de la asunción de Mauricio Macri como presidente, en diciembre de 2015, Guillermo Dietrich ya sabía que iba a ocupar el ministerio de Transporte. Y su primera aparición pública fue ante la Cámara Argentina de la Construcción. Su discurso fue durísimo: acusó a los empresarios de corrupción y de ser responsables de las «rutas de la muerte», haciendo eje en el caso particular de una familia muy damnificada por malas condiciones viales. Cuando terminó de hablar, se cruzó con un importante empresario -el concesionario de esa ruta- y ni lo saludó.
En el mismo escenario, pero 22 meses después, Dietrich cambió la expresión. «Al principio (de la gestión) tenía algo de miedo, pero (los constructores) le sacaron la punta al lápiz e hicieron un ejercicio que antes no se hacía», les marcó, en relación a supuestos menores costos en la construcción. El Gobierno sostiene que se realizan más obras y a menor costo en dólares que durante el kirchnerismo.
Los sindicalistas Juan Pablo «Pata» Medina y Omar «Caballo» Suárez obstaculizaron reformas pedidas por Dietrich en construcción y puertos. El presidente Mauricio Macri se puso al frente de la pelea judicial contra ambos. «La justicia independiente le está sacando el velo a esos casos que todos sabían y no se decían», expresó el ministro.
¿A quién va a meter preso?, le preguntó Clarín a Dietrich en relación al ascendente que tiene sobre el presidente para mancomunar batallas judiciales. «De eso se encarga Macri. Pero bueno, alguno de acá….(los empresarios de la construcción)», respondió mientras se alejaba caminando y levantaba el dedo en forma circular.
El Estado destinará $ 131.000 millones a obras de infraestructura de transporte durante el año próximo. En 2017, fueron $ 71.691 millones en ese terreno. «Tomen la actividad de este año y multipliquen por 1,83 menos la inflación», graficó el ministro.
Retomando el enojo que tuvo en 2015, Dietrich machacó que «no aceptemos prácticas alejadas de la ley ni comportamientos que son incorrectos. Díganme a mi directamente si un competidor o un dirigente sindical lo hace. No más patoterismo, ni presión por la fuerza, ni tener que apretar los dientes frente a la impotencia por la amenaza y no poder hacer nada», arengó.
Sobre el final, a Dietrich se le escapó que llevaba «22 años de gestión», en lugar de 22 meses.
Fuente: Clarín
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