La constructora Isolux se achica y se complican cada vez más sus proyectos en Argentina
El grupo español tiene contratos en Río Turbio, Loma de la Lata y en la Ruta 3.
El grupo español de infraestructura Isolux Corsán presentó a su consejo de administración un plan de viabilidad que contempla una importante reducción de su volumen de negocios. La compañía busca resolver sus necesidades financieras con este nuevo rumbo, pero hay algunas luces amarillas que ponen en duda que el objetivo pueda cumplirse.
Por ejemplo, entre los proyectos con los cuales la consultora Álvarez & Marsal aspira a salvar la empresa se encuentran dos emprendimientos en la Argentina a los cuales les darán prioridad porque, dicen, generan un resultado positivo en los balances. Se trata de la central térmica Río Turbio y el ciclo combinado Loma de la Lata. Fuentes del mercado consultadas por Infobae dijeron que tales expectativas resultan –por lo menos– exageradas y pusieron en tela de juicio el salvataje que se discutió en España.
Las obras en la Usina de Río Turbio están paralizadas desde 2015 y se acumularon deudas con proveedores por $1.000 millones. Además, en el Gobierno dudan de renovar el acuerdo porque sostienen que en pocos meses más el grupo español terminará convocando el concurso de acreedores.
El panorama en Loma de la Lata no es mucho más alentador. Isolux perdió un juicio por 50 millones de dólares frente a Pampa Energía, que entabló una demanda luego de que explotara una turbina de vapor en la central térmica.
Esta misma firma es adjudicataria de las obras de culminación de la Ruta 3, entre Trelew y Puerto Madryn. Medios locales reportaron recientemente que el proyecto está paralizado y los españoles están buscando algún socio local que retome las tareas.
El grupo aprovechará la reunión del consejo de administración para someter a votación las cuentas de 2016, algo que fue aplazado el pasado marzo, cuando no logró un acuerdo para obtener 300 millones de euros de liquidez por parte de sus principales acreedores, lo que propició la declaración de preconcurso.
Una vez presentadas las cuentas al consejo, Isolux tiene 30 días de plazo para convocar la junta general de accionistas y ratificarlas. Así se lo comunicó el presidente de la constructora, Nemesio Fernández-Cuesta, a los sindicatos que ven preocupados cómo se deterioran las operaciones en todo el mundo. No es para menos: el nuevo esquema incluye más ajustes y despidos.
Fuente: Infobae
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