Construcción y segundo semestre
En el primer semestre el indicador sintético de la construcción cayó 12,4% constituyéndose en uno de los principales factores de retracción de la actividad económica. ¿Será un factor de impulso en el segundo semestre? Una serie de indicadores dan lugar a un prudente optimismo.
El total de escrituras en la Capital Federal aumentó un 13,8% en el primer semestre; el monto en valor de las transacciones aumentó un 72%. Según el Indec, la superficie cubierta autorizada para ser construida en 41 municipios de todo el país aumentó en el segundo trimestre 2%. El índice de venta de insumos de la construcción de empresas líderes aumentó los últimos tres meses.
El aumento en el número de proyectos presentados en subsectores estratégicos -oficinas comerciales y depósitos- es auspicioso. Las expectativas favorables han impulsado aumentos del valor de la tierra de hasta el 30% anual en dólares. El subsector de centros comerciales con bajos niveles de penetración -y el de logística- con costos elevados, aguardan inversiones. Tal vez el factor que puede impactar más sobre el sector inmobiliario en el corto plazo es el blanqueo. Aumentará la demanda de compradores que no pueden justificar ingresos y también de fondos de inversión con exenciones impositivas.
Los factores macro también ayudarán. La obra pública debe compensar la sub-ejecución del primer semestre (28% del presupuesto). A la demanda derivada de mayor inversión en sectores como el agro, la energía y las telecomunicaciones se sumará la de consumidores debido a la reforma previsional; la menor inflación; la estabilización de Brasil, y el forzado gradualismo tarifario. Una estrategia de corrección tarifaria gradual y consensuada potenciaría esta demanda.
A mediano plazo, el factor que más impactará en el desarrollo del sector es el crédito hipotecario.
La Argentina tiene cinco veces menos financiamiento hipotecario que el promedio de América latina. Los nuevos instrumentos indexados, la caída de inflación, el desarrollo del mercado de capitales y los subsidios al crédito ayudarán a revertir esta tendencia.
La caída del precio de la propiedad en pesos de valor constante y la expectativa de apreciación en dólares fortalecen la demanda de inmuebles como activo financiero. Dicha expectativa está alimentada por fuertes ingresos de capitales -cerca de US$25.000 millones en el primer semestre. Sin embargo, la apreciación excesiva reduce la competitividad del sector -al aumentar los costos de construcción en dólares- y exige responsabilidad fiscal.
Fuente: La Nación
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