La villa del istmo MaríMenuco-Los Barreales

NEUQUÉN – La villa del istmo MaríMenuco-Los Barreales sigue paralizada

Las 720 hectáreas licitadas, hace cuatro años, para desarrollos turísticos están en disputa con una comunidad mapuche. Las obras y las negociaciones no avanzaron con el cambio de gobierno. Los Kaxipayiñ realizaron una contrapropuesta.

Las 720 hectáreas que conforman el istmo de los lagos MaríMenuco y Los Barreales iban a ser la cuna de una miniciudad turística, algo así como la Villa Carlos Paz neuquina. Pero a cuatro años de la licitación pública, la zona es únicamente el territorio de batalla entre los adjudicatarios y la comunidad mapuche Kaxipayiñ, actores que coinciden en que la solución depende del gobierno provincial.

En 2012 el ministerio de Desarrollo Territorial que conducía Leandro Bertoya lanzó la licitación con fines turísticos de 9 bloques por el total de 720 hectáreas y poco después se adjudicaron todos menos uno, a entidades profesionales, sindicatos, fundaciones y mutuales.

El titular de la Asociación de Profesionales de Neuquén (APN) Adalberto Manestar recordó que solo su proyecto contempla la construcción de 1800 viviendas, y advirtió que “en tiempos de crisis como ahora son muchos los puestos de trabajo que la construcción de nuestro proyecto generaría, sin contar el impacto en los locales de venta de materiales”.

Mientras Manestar aguarda una resolución de parte del gobierno, el referente zonal mapuche Gabriel Cherqui, aseguró que desde el año pasado las negociaciones están estancadas.

 

Cambio de tierras

Cherqui indicó que “el relevamiento territorial demostró que tenemos derechos ancestrales sobre estas tierras” y destacó que “qué mejor indicio de que es así que el gobierno anterior nos haya ofrecido cambiarnos estas tierras por otras 720 hectáreas pero en Sierra Barrosa”.

La propuesta, que por primera vez trasciende, fue rechazada de plano por la comunidad dado que no solo se niegan a dejar las tierras en disputa, sino que además advirtieron que “ofrecernos Sierra Barrosa fue una tomada de pelo porque son tierras de otra comunidad y es evidente que lo querían era que nos peleemos entre nosotros”.

 

Contrapropuesta

Desde la comunidad mapuche realizaron una contrapropuesta de la que no se conoce aún el resultado. “Nosotros proponemos que el gobierno le ofrezca a las asociaciones que participaron de la licitación otras tierras para hacer sus proyectos”, explicó Cherqui.

Luego de que por dos años las negociaciones del caso estuvieron en manos del ahora ministro de Seguridad, Jorge Lara, a principios de mayo la comunidad se hizo presente en un acto del gobernador Omar Gutiérrez y logró que desde el gobierno se ampliaran los negociadores incluyendo ahora también a los ministros de Turismo, José Brillo, y Energía, Alejandro Nicola.

Y si bien desde los adjudicatarios son optimistas en torno a una pronta resolución del conflicto, desde la comunidad mapuche advirtieron que “nos prometieron más negociadores pero todavía no hubo ningún acercamiento”.

“Falta una decisión política del gobierno, que tiene que asumir que vendieron tierras que no eran de ellos y que no vamos a movernos”, dijo Gabriel Cherqui, referente zonal de las comunidades mapuches.

En números 4 meses estuvo cortado el camino de acceso al área en disputa y al Yatch Club. La tranquera aún está allí. 2 órdenes de desalojo fueron emitidas por la Justicia en 2014 pero ninguna se ejecutó.

 

Un proyecto caro – Más de 1.500 millones

La miniciudad turística que se proyectaba a fines de 2012 cuando se adjudicaron las tierras preveía una inversión global a largo plazo de más de 1.500 millones de dólares.

Ese monto se desprendía de las propuestas que realizaron las entidades adjudicatarias: la Asociación Italiana de Socorros Mutuos, la Fundación Luciérnaga, la Cooperativa de Vivienda y Consumo 28 de Febrero, La Asociación de Profesionales de la provincia del Neuquén, la Asociación Mutual de Trabajadores Autónomos de Río Negro y Neuquén (AMTA) y la Asociación de Empleados Legislativos de Neuquén (ANEL) y el Instituto Municipal de Previsión Social (IMPS).

Con parcelas en promedio de 70 hectáreas cada una, los proyectos van desde cámpings hasta barrios de fin de semana.

Fuente: Gobierno de Río Negro