¿Qué pasó con la Casa Educativa Terapéutica de Bariloche?

En abril de 2014 el municipio firmó un acuerdo con Nación para construir una obra que costaría más de 20 millones de pesos. Tras conflictos con los vecinos donde iba a estar emplazado, y vaivenes del Ejecutivo, el proyectó quedó paralizado.

Un sueño de muchos, quedó en la nada. La Casa Educativa Terapéutica (CET) es una de las obras de la que nada se sabe luego de los cambios de gobierno, tanto a nivel nacional como municipal. Un proyecto millonario, que contemplaba un espacio para que cientos de jóvenes en riesgo social pudieran encontrar una salida, del que hoy poco se sabe.

El lugar de emplazamiento había sido elegido en el barrio Quimey Hue, donde actualmente hay una plaza. Esto generó cierto malestar entre los vecinos que se negaban a la construcción, tal vez aferrados a los temores que generan los jóvenes con adicciones.

En los fundamentos de las CET, establecían que la función era «ofrecer tanto la contención para las personas que necesitan una ayuda terapéutica por el consumo problemático de drogas y/o alcohol, como actividades de prevención para aquellas que se encuentran en un contexto de vulnerabilidad frente al consumo». Ninguna de estas opciones pudo concretarse.

La construcción, que abarcaba más de 1200 metros cuadrados, contemplaba un gimnasio, un comedor para 150 personas, una sala de ensayo para las bandas, una emisora radial, aulas para capacitar a los jóvenes que no hubieran terminado los estudios y consultorios donde atenderían además de las adicciones, los problemas de salud. El total de la inversión era de 21 millones de pesos, de los cuales 18 iban a ser aportados por el Gobierno Nacional.

En los meses posteriores a la firma del convenio, el municipio era el encargado de acelerar los procesos administrativos que implica una obra pública, pero las tareas se dilataron. En el medio surgió el reclamo de vecinos que se oponían férreamente a la construcción y el Ejecutivo cedió para evitar conflictos mayores.

Recién en noviembre de 2015 terminaron los trámites burocráticos y se adjudicó la obra a una empresa constructora, pero luego vinieron las elecciones y quedó todo en suspenso.

Cuando asumió el nuevo intendente, Gustavo Gennuso, las preguntas eran muchas. ¿Qué pasará con las obras inconclusas? ¿Continuarán los proyectos que aún no comenzaron a construirse?

Finalmente, nada se sabe de la CET en Bariloche. Altas fuentes del municipio, confiaron a ANB que poco tiempo atrás la empresa reclamó el pago del dinero de la licitación para comenzar con las obras. Además, manifestaron que en su último viaje a Buenos Aires, Gennuso visitó al secretario a cargo de la SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico), organismo del que dependen las Casas Terapéuticas del país, Roberto Esteban Moro quien con sorpresa explicó que no tenía conocimiento de ningún convenio con Bariloche para la construcción del edificio.

Al parecer, el convenio no habría terminado sus pasos administrativos, y el financiamiento de Nación, nunca llegó. Esto obviamente, impidió el avance de la obra y ahora, el proyecto y sueño de una comunidad terapéutica que trabaja con los chicos de los barrios de la ciudad, quedó en el aire.

Actualmente la Casa Educativa Terapéutica no tiene sede. En 2015, fueron los propios chicos que forman parte del programa, los que repararon y reacondicionaron dos edificaciones en desuso de la Casa del Deporte. Allí programaban hacer talleres, encuentros y capacitaciones, pero dos incendios destruyeron los proyectos. Por esto se vieron obligados a trasladarse al salón donde funciona el Taller San José Obrero, ubicado en el barrio Malvinas, aunque esperan poder contar con un espacio propio.

Desde el municipio presentaron serias dudas sobre la posibilidad de que el nuevo gobierno nacional destine 20 millones de pesos para la construcción de un edificio del que, aparentemente, no habría sido notificado. (ANB)