Riesgos y oportunidades en la próxima licitación del astillero de Comodoro Rivadavia
La licitación del astillero de Comodoro Rivadavia representa una oportunidad clave para la industria naval argentina, pero también plantea interrogantes sobre su posible uso como base logística para flotas extranjeras en la milla 200. La Administración Portuaria del Puerto de Comodoro Rivadavia (APPCR) ha programado la apertura de sobres para el 12 de febrero, con el objetivo de definir los interesados en la explotación de esta infraestructura estratégica.
El pliego de Bases y Condiciones establece un canon mensual de U$S 15.000, con una exención total durante los primeros tres años del contrato. La concesión, que se extenderá por 20 años con posibilidad de prórroga por 10 más, abarca un total de 29.244 metros cuadrados, incluyendo 21.359,24 m2 terrestres y 7.885 m2 de espejo de agua. La ubicación estratégica del astillero genera preocupaciones sobre su posible uso por parte de flotas extranjeras que operan en la milla 200, un área de alto valor económico y ambiental.
En licitaciones previas, el astillero no atrajo inversiones, lo que llevó al Gobierno de Chubut a implementar incentivos fiscales a través de la Ley de Fomento a la Industria Naval. Esta medida busca impulsar la inversión privada en infraestructura naval, aunque sin garantías explícitas de que no beneficie a flotas extranjeras.
El gobernador Ignacio Torres ha enfatizado la importancia de esta iniciativa dentro del plan de desarrollo industrial de la región, con una inversión de más de $4.000 millones en dragado y mejoras estructurales del puerto. Según Torres, el proyecto permitirá la creación de empleo y consolidará a Comodoro Rivadavia como un polo industrial clave en la Patagonia.
Uno de los aspectos más relevantes de la licitación es la posible construcción de un Syncrolift de última generación, una mejora que será determinante en la evaluación de las ofertas. No obstante, la falta de regulaciones claras sobre los buques que podrán acceder a este servicio genera incertidumbre respecto a su posible uso por parte de flotas extranjeras.
Las propuestas deberán incluir detalles sobre los trabajos a realizar, plazos de ejecución y presupuestos desglosados. En caso de ser necesario un dragado para la instalación del Syncrolift, los costos correrán por cuenta del concesionario, lo que sugiere una inversión a largo plazo dependiente de un volumen constante de operaciones.
Este proceso de licitación es una oportunidad para fortalecer la industria naval en Comodoro Rivadavia, pero también implica desafíos en términos de sostenibilidad y soberanía económica. La falta de regulaciones específicas sobre los beneficiarios de los servicios del astillero podría convertir esta iniciativa en un riesgo para los recursos marinos nacionales.
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