Propiedades: las razones por las que cada vez es más caro construir

El costo de construcción en Argentina ha alcanzado niveles récord, siendo el más alto en dólares desde 2008. En noviembre, construir un edificio de aproximadamente 1000 m² en propiedad horizontal de ocho pisos requirió un presupuesto cercano a los $1400 millones. Este aumento se debe a un incremento del 3,02% en los costos de construcción en pesos y un notable aumento del 11,45% en dólares en comparación con octubre, lo que ha llevado el costo por metro cuadrado vendible a US$1615.

Este fenómeno se explica por un doble efecto: aunque los costos de construcción han aumentado a un ritmo más lento, el tipo de cambio ha influido en que se necesiten más dólares para construir el mismo metro cuadrado. Esto ha llevado a que el valor total de un edificio tipo supere los US$1,27 millones, en comparación con cifras más bajas de meses anteriores. La combinación de estos factores ha generado un impacto significativo en el mercado inmobiliario.

El aumento en los costos de construcción repercute directamente en el valor final de las propiedades. Si los costos de producción suben, el precio de venta de las unidades en construcción también lo hará, lo que puede resultar en una menor rentabilidad para los desarrolladores. Como consecuencia, se ha observado una reducción en la demanda de nuevas unidades, mientras que los departamentos usados están experimentando un mayor dinamismo en sus ventas, ya que su precio por metro cuadrado es más bajo que el de las nuevas construcciones.

A medida que la demanda de crédito hipotecario aumenta, se espera que los precios de las propiedades usadas también suban, equilibrando eventualmente el mercado. Sin embargo, los desarrolladores están preocupados por el aumento de los costos de construcción, que han crecido un 60% en dólares durante 2024, mientras que los precios de las unidades usadas solo han aumentado un 6%. Esto ha llevado a una situación en la que los departamentos usados son más atractivos para los compradores.

Para mejorar la situación del sector, los desarrolladores piden incentivos que hagan más competitivos los proyectos en pozo frente a la oferta de usados. Entre las propuestas se incluyen la posibilidad de acceder a créditos en dólares y tasas de interés más bajas para la financiación de obras en construcción. Sin duda, el futuro del mercado inmobiliario dependerá de cómo se manejen estos desafíos y de la evolución de la demanda en los próximos meses.