La venta de Impsa

El Gobierno nacional ha llegado a un preacuerdo con la empresa estadounidense ARC Energy para la venta de Impsa. El anuncio formal se realizará entre este martes y miércoles. La toma de posesión por parte de ARC Energy se prevé para febrero de 2025.

Uno de los puntos centrales de la venta es la capitalización de Impsa. ARC Energy se compromete a inyectar 27 millones de dólares a lo largo de 2025, comenzando con un pago inicial de 7 millones de dólares. Esta inyección de capital busca estabilizar la situación financiera de Impsa, que se encuentra en una situación económica delicada. La primera oferta de ARC Energy fue considerada insuficiente, lo que llevó a una negociación para mejorarla, la cual se concretó el 20 de diciembre.

La operación implica la renegociación de la deuda de Impsa, que asciende a 570 millones de dólares. Entre los principales acreedores se encuentran el Banco Nación, el BID y el BICE. ARC Energy podría mantener algunos contratos con el Estado nacional, como con el Ministerio de Defensa y YPF, como parte del acuerdo para afrontar la deuda. El pago de 5,2 millones de dólares por parte de Impsa para cumplir con el primer vencimiento de los intereses compensatorios de las Obligaciones Negociables (ON) clase VII se considera una señal positiva para la concreción de la venta.

La venta busca resolver la grave crisis financiera que atraviesa Impsa, que la tenía prácticamente en quiebra y con dificultades para pagar los salarios de sus 700 trabajadores. La inyección de capital y la renegociación de la deuda son cruciales para asegurar la viabilidad futura de la empresa y el mantenimiento de los puestos de trabajo.

En resumen, la venta de Impsa a ARC Energy se centra en la capitalización de la empresa, la reestructuración de su deuda millonaria y el mantenimiento de ciertos contratos con el Estado. La operación busca salvar a Impsa de la quiebra y asegurar su continuidad operativa.