La Ciudad planifica la construcción de cinco pasos bajo nivel en Caballito, Villa Lugano, Villa Luro y Núñez

El gobierno porteño quiere construir cinco pasos bajo nivel (PBN) de las vías ferroviarias que atraviesan la Ciudad de Buenos Aires con la meta puesta en mejorar la fluidez del tránsito y de eliminar cruces inseguros para los peatones. Las obras comenzarán este segundo semestre en distintos barrios.

Los primeros en construirse serán los túneles en Caballito y Villa Lugano, pero la administración local tiene previsto continuar en 2025 con otros tres proyectos de las mismas características en Villa Luro y en Núñez. Y tiene en evaluación una cifra similar en otros barrios para más adelante.

Los vecinos alcanzados por las obras reclaman instancias de participación ciudadana previas a través de las que se puedan plantear las disidencias e intercambiar opciones a las intervenciones planificadas.

Los cinco túneles están en distintas etapas de ejecución: mientras algunos entraron en licitación, otros recién permanecen en un estadio previo. Cada uno de ellos demandará una inversión que oscila entre los 8 y 10 millones de pesos y un tiempo de construcción de entre 12 y 15 meses.

La certeza es que antes de que finalice este año arrancarán las obras de los PBN en la calle Federico García Lorca, del tren Sarmiento en Caballito; y de Larrazábal en la traza del Belgrano Sur en Villa Lugano, según confirmaron desde el Ministerio de Infraestructura porteño que dirige Pablo Bereciartúa.

La lista de los nuevos “sapitos”, como se les llama coloquialmente a estas construcciones, se completa con el de la calle Irigoyen, en el cruce de las vías del Sarmiento en Villa Luro; y los dos restantes que van por debajo las vías de la línea Mitre, en las intersecciones de las calles Ramallo y Correa.

Para más adelante, podrían avanzar en nuevos túneles para el recorrido de la línea San Martín, a la altura de los barrios de Villa Devoto y Villa Del Parque; así como también los complementarios al cruce de Larrazábal, en el sur porteño, en las calles Murguiondo, Cafayate y Piedra Buena.

El plan tiene entre los ejes prioritarios lograr que la línea Mitre, en el ramal que une las terminales de Retiro con Tigre, sea la primera traza ferroviaria que no tenga ninguna barrera en toda la extensión sobre superficie porteña.

El recorrido ferroviario ya cuenta con el viaducto en altura, que va desde Palermo a Belgrano y su construcción logró la eliminación de ocho barreras. Para completar el resto de la extensión plantearon, en esta primera etapa, dos “sapitos” en las calles Ramallo y Correa, a la altura del barrio de Núñez. El primero irá en sentido Avenida del Libertador-Cabildo y el restante en circulación inversa y permitirá el paso del tránsito liviano y transporte público.

Beneficios para los vecinos
Entre los beneficios estipulados, las fuentes porteñas subrayaron un ahorro del tiempo de 20 minutos de barrera baja por hora. Además, el diseño prevé un nuevo espacio verde público de una superficie aproximada de 1000 metros cuadrados “con espacios recreativos y de descanso en terrenos remanentes entre la traza y la línea de edificación”.

En la zona oeste porteña, en tanto, está previsto que arranquen los trabajos del primer PBN que tendrá el barrio de Caballito, en la intersección de las vías del ferrocarril Sarmiento con García Lorca, a pocos metros de la estación, donde existe el cruce vehicular con barrera en una zona de alto volumen de tránsito y circulación de peatones.

Allí, se intervendrán las veredas y las calles y se realizarán nuevos espacios públicos con áreas de descanso y equipamiento urbano. La ejecución de la obra estará a cargo de la empresa Autopistas Urbanas (AUSA), durará 17 meses y se estima que su inauguración sea a principios del 2026.

El segundo PBN del tren Sarmiento fue planeado en Irigoyen, en la Comuna 10, donde el paso al nivel de la calzada “constituye un punto de demoras y congestión”, además de los problemas de riesgo de incidentes relacionados con los pasos ferroviarios.

“Se estima que este paso bajo nivel beneficiará a más de 6700 vehículos diarios ya que optimizará el flujo vehicular del área adyacente a las vías, otorgando mayor seguridad ferroviaria y vial y descongestionando las comunicaciones”, señalaron las fuentes porteñas.

En este caso, también surgieron voces críticas del proyecto frente al proceso previo al inicio de la obra. Silvia, residente de la Comuna 10, dijo que están “muy preocupados porque no hubo participación vecinal” y evaluó que este “sapito” les “va a traer muchos inconvenientes”.

“Se va a perder un sector de la plazoleta que está en Irigoyen, también complicará el estacionamiento. Van a sacar unos 30 árboles y está la posibilidad que genere aguas estancadas”, enumeró la vecina respecto de las posibles problemáticas que advierten que ocurrirán en la zona.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/

Suscripción a

Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.

Complete sus datos para suscribirse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *