La reparación de nunca acabar

Las obras de refacción del Monumento a la Bandera podrían paralizarse a fin de mes ante la falta de pagos de Nación. Es que el gobierno mantiene una deuda desde abril del año pasado con la empresa DyScon, a cargo de la ejecución de las obras, que a valores actualizados ronda los 400 millones de pesos. Hasta el momento el avance de obra es del 35%, pero desde la firma ya advirtieron: si la próxima semana no hay novedades respecto al envío de fondos, se suspenderán los trabajos. “Ya no tenemos más capacidad financiera para seguir soportando”, explicó el titular de la empresa, Mariano Schor, en declaraciones a Rosario/12. “La idea es poder continuar las obras, pero si no hay una respuesta en lo financiero es muy difícil”, agregó el dirigente que también se desempeña como presidente de la delegación rosarina de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO).

Uno de los primeros anuncios del gobierno de Javier Milei fue el recorte en los fondos para obras públicas en todo el país. Pero hasta el momento, el Monumento Nacional a la Bandera escapaba a la premisa de “obra pública cero” e incluso se había especulado con la posibilidad de que la refacción estuviera finalizada para junio, y así poder realizar el acto con un monumento remodelado. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, desde la constructora a cargo de las obras aseguran que el gobierno sigue sin remitir los fondos y ya no hay más plazo: si a fines de febrero no hay novedades, se paralizarán las obras.

“Cuando la gestión anterior se fue, quedó una deuda que no se cobró y hasta el momento no pudimos cobrarla tampoco con este gobierno. Hoy la deuda es muy importante y si antes de fin de mes no tenemos alguna resolución, lamentablemente se van a tener que paralizar los trabajos. Ya no tenemos más capacidad financiera para seguir soportando”, aseguró Schor a este medio. “La idea es poder continuar las obras, pero si no hay una respuesta en lo financiero es muy difícil”, sostuvo el empresario.

Hasta el momento el avance de la ejecución de las obras de remodelación es del 35%. Según explicó Schor, el gobierno nacional mantiene una deuda de 120 millones de pesos a valores de abril de 2023. Si a ese monto se le suman las redeterminaciones que fueron presentando desde la empresa, y que aún están sin aprobar, el monto ascendería a los 400 millones de pesos. El referente de CAMARCO aseguró que mantienen diálogo con el Ministerio de Infraestructura de la Nación, pero se trata de “funcionarios de carrera” que no tienen directivas claras, tras el despido del responsable del área, Guillermo Ferraro, a mediados de enero.

“A comienzos de año, cuando todavía estaba el ministro Ferraro, nos llamaron y nos dijeron que efectivamente querían continuar la obra. Incluso nos consultaron si había posibilidad de que estuvieran listas para el 20 de junio, a lo que nosotros respondimos que no había inconveniente. A partir de eso se aceleraron los trabajos y se empezaron tareas nuevas, con esa fecha como límite en el cronograma. Pero junto a eso planteamos que necesitábamos un flujo de fondos para poder continuarlas. Hasta el día de hoy, 60 días después, no tuvimos respuestas”, relató Schor.

Ante ese escenario, el panorama se complejiza y las obras podrían paralizarse la próxima semana. Desde la firma buscan que el gobierno dé alguna señal respecto al pago de la deuda que corresponde a trabajos ya ejecutados. Y a partir de ahí, conocer cómo va a ser el desembolso de fondos para los trabajos que algún restan hacer. “A futuro va a depender del flujo de fondos que destine Nación para poder rearmar un cronograma”, expresó y agregó: “Si no tenemos una comunicación fehaciente de cómo se van a realizar los pagos, lamentablemente tendremos que paralizar las obras”.

Por último, el dirigente destacó el acompañamiento, tanto del gobierno municipal como provincial, que realizaron planteos y gestiones ante Nación por este tema: “En su momento el gobernador Maximiliano Pullaro, y el intendente Pablo Javkin, gestionaron en el Ministerio para que la obra continúe. Como rosarino quiero ser optimista de que vamos a finalizarla, porque Rosario necesita la restauración de este Monumento que es el más importante del país”.

Las obras de reparación del Monumento recorrieron un camino sinuoso de varios años. Los trabajos se iniciaron durante el gobierno de Mauricio Macri y quedaron envueltos en medio de una polémica: las tareas se adjudicaron a una empresa propiedad de Ángelo Calcaterra, primo hermano del entonces presidente. Con demoras y retrasos de por medio, las obras no llegaron a concretarse en su totalidad.

 

A mediados de 2022, ya en la gestión de Alberto Fernández, se volvió a lanzar la licitación para la puesta en valor del Monumento Nacional a la Bandera. El pliego, trabajado en conjunto entre el gobierno municipal, provincial y nacional, contemplaba la limpieza de los mármoles, la puesta a punto del propileo donde se encuentra la llama votiva, y el arreglo de la fuente de la proa. Las obras no llegaron a finalizarse durante la anterior gestión y ahora reina la incertidumbre respecto a su continuidad, con un gobierno que puso como lema la idea de “obra pública cero”, en sus primeros meses de gestión.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/

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