Derrumbe de puestos laborales por la paralización de obras públicas
Por la paralización de obras públicas, el sector de la construcción registra en la provincia un preocupante derrumbe de puestos laborales. El secretario general de la seccional salteña de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Rubén Aguilar, advirtió que más de la mitad de los trabajadores de la construcción que dependían de proyectos de infraestructura financiados con fondos estatales ya perdió su fuente de ingresos.
«Las empresas empezaron a despedir personal ante la falta de pagos de obras públicas, a pesar de que algunas tienen financiamiento internacional», remarcó ayer Aguilar a través de los micrófonos de Radio Salta. El dirigente señaló que, ante los reclamos del gremio, firmas contratistas «afirman que no logran cobrar certificados de obras adeudados».
Aguilar puntualizó que la paralización de proyectos de infraestructura «ya llevó al despido de más del 50% de los trabajadores ocupados en obras públicas», e indicó que son, hasta el momento, cerca de 4.000 las fuentes laborales afectadas.
«Por suerte, en Salta tenemos una muy buena cantidad de trabajadores ocupados en el sector privado, fundamentalmente en la minería y en obras de emprendedores inmobiliarios de Salta», subrayó.
El referente sindical señaló que en Salta diversas obras del sector público «están totalmente paralizadas». Tras resaltar los casos puntuales de la ampliación del hospital San Bernardo y de la Ciudad Judicial de Orán, aclaró que en igual situación se encuentran muchas obras de menor envergadura que también se consideran indispensables.
Aguilar aclaró que la Uocra está en estado de alerta en todo el país. «Nosotros, acá tenemos la suerte de que algunos pueden insertarse en la actividad minera, pero no todos porque tienen una edad avanzada o algún problema de salud que es imposible de sobrellevar en la Puna, a 4.000 metros de altura, por lo que son rechazados en los estudios médicos».
El dirigente gremial enfatizó que «vamos a seguir golpeando todas las puertas necesarias» para evitar que la crisis laboral del sector se extienda. Recalcó que «en Buenos Aires la dirigencia de la Uocra está trabajando a full» en procura de la reactivación de los proyectos paralizados.
Aguilar recordó que «el Presidente dijo que las obras que estaban iniciadas se continuarían», un compromiso que hasta ahora no se cumplió. En este punto, reseñó que en Salta el sector de la construcción llegó a sostener en los últimos tiempos más de 14.000 puestos de trabajo. «Veníamos de 8.000, luego pasamos a 9.000 y después llegamos a ese nivel de ocupación, pero ahora empezaron los despidos», reiteró.
Con respecto a los salarios, precisó que en la franja mayoritaria de trabajadores, los más bajos promedian en $286.000, más el presentismo, mientras que en la más alta y especializada rondan en $1.397.000, más el presentimo. «Los salarios, en muchos casos, no cubren la canasta básica mínima, porque normalmente los compañeros tienen cuatro o más hijos y para ellos la canasta es más elevada», detalló.
Sobre la reforma laboral y el sistema indemnizatorio que defiende la Uocra, Aguilar explicó que difiere del de otros sectores, porque procede a través de un fondo de cese laboral. Al respecto, explicó: «Al compañero, cuando entra a trabajar la empresa le da una tarjeta que está asociada a su historia laboral y le abre una cuenta bancaria individual». Precisó que en esa cuenta la empresa deposita un aporte obligatorio, que para el primer año de prestación de servicio está establecido en el 12% de la remuneración mensual del trabajador, para el fondo de cese laboral. «A esa cuenta no la puede mover nadie, ni la empresa ni el trabajador, hasta que él se va, ya sea porque lo despiden o porque renuncia. En ambos casos cobra exactamente lo mismo. La empresa informa al banco del cese y la cuenta es liberada para que el trabajador cobre los fondos que allí tiene depositados», acotó.
El dirigente puso en claro que lo único que corresponde a la empresa, además del aporte obligatorio que debe depositar para el fondo de cese laboral, «es pagarle al trabajador, cuando se va, las vacaciones no gozadas, el aguinaldo proporcional y la parte del último mes que trabajó».
Aguilar aclaró que los depósitos para el fondo de cese laboral son una contribución empresaria y no un aporte del trabajador, por lo que el sistema actual no es del agrado para una mayoría de empresarios del sector, «pero a nosotros nos sirve y mucho, porque en el sector de la construcción el trabajador suele desempeñarse dos meses en una empresa, cinco en otra, un año en otra, y así. Entonces, cuando pasa de una empresa a otra ya cobró la que sería su indemnización a través del fondo de cese laboral», concluyó.
Suscripción a
Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.
Complete sus datos para suscribirse.