Obra pública: suba de precios, reclamos y menos oferentes
Las empresas de la construcción piden que el Gobierno agilice los recálculos de precios y acelere los pagos de certificados. La falta de materiales frena obras.
La obra pública suele ser una de las primeras variables de ajuste en épocas de crisis, y aunque desde el Gobierno de Mendoza aseguran que por el momento está garantizada la continuidad de las obras en ejecución, advierten las dificultades que atraviesa. A esto se suma el reclamo de las empresas, que se ven afectadas por los costos, la falta de materiales y la mora en los pagos. Por eso, Piden que el Gobierno acelere los plazos de los recálculos de los precios y los pagos.
Mientras tanto, muchas desisten de presentarse en licitaciones porque el escaso margen de ganancias y los grandes dolores de cabeza que implican.
El propio gobernador Rodolfo Suarez admitió semanas atrás que hay «dificultades» para mantener las obras en ejecución, aunque aseguró que no se paralizará ninguna, reconoció un momento insólito porque muchas empresas le piden «frenar obras» ante el faltante de materiales y la falta de precios en algunos casos.
«A nosotros se nos hace difícil llamar a licitación porque en el proceso los precios no son los mismos, varían desde el momento en que se licita al que se ejecuta la obra», comentó el mandatario días atrás dando un panorama que coincide con el que tienen las empresas. «Es difícil hacer las redeterminaciones de precios, pero lo mas grave es que falten materiales», advirtió Suarez.
En charla con distintos empresarios ratifican esta situación y suman algunos reclamos al Gobierno. En concreto, lo que están solicitando es que desde el Ejecutivo se acelere la aplicación de la actualización de los precios de los materiales que se relevan de manera mensual, pero cuyo pago se demora. En total, el proceso dura unos 120 días (o más), con lo que advierten un retraso en los montos que perciben.
La falta de precios de referencia y el aumento son los principales problemas en torno a la obra pública.
La falta de precios de referencia y el aumento son los principales problemas en torno a la obra pública.
Foto: Cristian Lozano
«Hay muchos problemas con los materiales. Hoy no tenemos un precio justo y hay mucha incertidumbre. Algunos materiales los estamos pagando a un precio excesivo y en algunos casos los estamos adquiriendo sin valor, sin saber a cuánto los vamos a terminar pagando», graficó José Candeloro, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Mendoza.
A esto se suma la falta de insumos: «Esto afecta mucho la continuidad de algunas obras, sobre todo las que están en etapa inicial. Hoy no se consigue hierro ni alambra y eso es crucial en una obra», reflejó.
El mismo panorama brindó Marcelo Bargazzi, otro de los empresarios referentes del rubro, que fue presidente de la CAC Mendoza previo a Candeloro. «Hay falta de insumos y falta de precios de referencia. Eso hace que nuestras tareas se ralenticen porque no llegan los materiales, no se pueden cumplir los plazos y eso trae otros trastornos», explicó. Sobre esto, Candeloro cuestionó las multas que perciben por no cumplir determinados plazos ya que la situación los excede.
Pocas ofertas
En el contexto actual, de alta inflación e incertidumbre, para las empresas significa un riesgo de pérdida realizar una obra, advierten. Por eso, muchas desisten de participar de licitaciones, por lo cual en las licitaciones públicas se perciben menos oferentes. A esto se suma que pasan presupuestos superiores a los calculados oficialmente. Desde el Ejecutivo señalan esta misma situación.
«El Estado sigue con presupuestos atrasados y los tiempos que están manejando en este contexto inflacionario hacen que muchas empresas prefieran no participar de licitaciones», explicó Candeloro. «Ya los presupuestos iniciales tienen un desfasaje de un 20% y con el atraso en los pagos de los recálculos de los precios terminamos teniendo un costo financiero del 70%», explicó. «Por eso muchos no quieren arriesgar porque en algunos casos se va al costo o a pérdida», agregó.
«Estamos viendo en el último tiempo que son pocas las empresas que están presentando ofertas en las licitaciones en curso, porque tantos factores distorsivos en los precios hacen que sea muy difícil obtener una rentabilidad mínima», explicó Horacio Marchesi, gerente general de Obras Andinas.
«Las empresas no están creciendo, y no quieren asumir compromisos tan riesgosos por la incertidumbre que hay. Si bien hay un buen volumen de obra pública, la rentabilidad está siendo muy baja o directamente no hay», sumó otro empresario del rubro que prefirió reserva del nombre.
«Si una obra tiene un 10% de beneficio ese solo impacto te lleva mas del 50% del beneficio que se planificó para ejecutar la obra. Es una pérdida irrecuperable para las empresas. A esto hay que sumar la situación puntual de estos 7 mese del año en que los materiales han subido a un ritmo muy superior a lo que reflejan los índices de inflación. Esto ha sucedido por diversas razones que escapan absolutamente al manejo de los empresarios de la construcción», explicó Marchesi-
Con este contexto es muy difícil presupuestar una obra y que luego se cumplan las pautas tenidas en cuenta al momento de la oferta, llevando la mayoría de las obra a que den pérdidas porque los mecanismos de actualización llegan tarde y no reflejan la realidad de los precios de mercado.
El reclamo al Gobierno
Ante este panorama, desde diversas empresas constructoras admiten la buena predisposición del Ejecutivo para escuchar sus reclamos, aunque esperan que se apliquen las medidas que solicitan. «La redeterminaciones están muy atrasadas y tenemos un costo financiero alto. Apenas estamos pudiendo soportar la estructura, por eso necesitamos que se revise este tema de manera urgente», señaló una de las fuestes consultadas.
«Lo que solicitamos es que se achiquen los tiempos. La DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas) releva precios cada 60 días y en función de eso calculan. Claramente hay un atraso. Y en muchos casos no son reales», agregó. «A eso se suma el atraso en el pago de los certificados», sostuvo Bargazzi.
Sobre esto coincidió Candeloro, quien cuestionó que muchos de los precios relevados por la DEIE no son los mismos que se manejan en la obra. «Por ejemplo, para el caso del asfalto el Gobierno calcula áridos comunes y se utilizan áridos triturados, que la tonelada es más cara».
«El Gobierno de la Provincia no actualiza el valor de los anticipos financieros y generalmente entre la fecha en que uno licita y ofrece un descuento por un anticipo financiero y el tiempo de estudio de las ofertas, sumado al tiempo de adjudicación de la obra, terminan pagando ese anticipo entre 5 y 6 meses después del momento en que las empresas hicimos la oferta, con lo cual si te dan un anticipo del 20% del total de la obra con una inflación de 5% mensual (como poco) se pierde un 30% de ese anticipo, lo que impacta en un 6% sobre el valor total de la obra», sumó Marchesi.
«Otro de los problemas graves que tenemos tienen que ver con los desfasajes en las cotizaciones de los equipos, que aumentaron entre el 40 y 50% en dólares, pero para el Gobierno el cálculo es mucho menor porque toma el dólar oficial. Esto tiene muchísimo impacto en las obras», agregó el presidente de la CAC Mendoza.
«Estamos dialogando con el Gobierno, hay buena predisposición, pero necesitamos que se resuelva de manera urgente. Pedimos las revisiones de los costos cada 30 días y el plazo de pago en 30 días», señaló. Además, Candeloro admitió que muchas empresas debieron iniciar reclamos judiciales para que el Ejecutivo les reconozca los intereses por los pagos fuera de término.
Suscripción a
Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.
Complete sus datos para suscribirse.