Licitaciones desiertas y presupuestos abultados: los problemas que enfrenta Aysam
La empresa de aguas mendocina golpeada por la incertidumbre macreconómica.
La empresa de agua y saneamiento tiene demoras en los procesos porque no se presentan oferentes.
La convulsionada situación macroeconómica que atraviesa el país está dejando coletazos en todos los sectores. La inflación, las restricciones a las importaciones y la suba del dólar vienen generando un combo crítico que está implosionando en las licitaciones públicas.
Un ejemplo de los inconvenientes que atraviesa el gobierno provincial con los procesos licitatorios se vive en Aysam, que en el último tiempo viene teniendo demoras para adjudicar o propuestas de precios que superan ampliamente los números oficiales.
Una muestra de esto es un llamado que hizo la empresa para realizar una perforación de agua potable en Tunuyán. En ese caso, el presupuesto oficial fue de $11,8 millones y solo se presentó un oferente, que propuso trabajos por $59,8 millones, es decir, $48 millones más de lo previsto. De todas maneras, los trabajos todavía no fueron adjudicados.
“En la medida en que haya menos empresas compitiendo, el oferente aumenta su precio. Por eso la obligación es que haya más empresas, buscamos concurrencia en las licitaciones. En estos casos lo que estamos haciendo es explorar con empresas interesadas en presentarse con precios razonables”, explicó el presidente de Ayasm, Alejandro Gallego.
Además de eso, varios procesos se ven demorados porque las licitaciones se declaran desiertas por falta de oferentes. Si bien no son grandes obras, esto genera un retraso en los trabajos de reparación que tiene que hacer Aysam.
“Evidentemente, hay una incertidumbre por los precios cuando hay bienes de capital. Eso hace que muchas compañías no se estén presentando. Eso, sumado a los problemas para importar y la inflación”, añadió el funcionario.
Algunos ejemplos de la deserción se ven en obras como la reparación del sistema de tratamiento en Luján de Cuyo ($116,9 millones), también quedó desierta la renovación integral de la calle 25 de mayo en Las Heras ($21 millones) y la renovación de calle Mitre en Godoy Cruz ($25,7 millones), entre otras.
“Lo que hace todo esto es que nos atrasemos incluso teniendo los fondos, estamos pagando al día. Se complejizó la concurrencia de las licitaciones”, insistió Gallego.
Con este escenario reinante, la estrategia a partir de ahora apuntará a un “desdoblamiento” de las licitaciones para lograr darle celeridad a los procesos.
“Una alternativa es desdoblar la licitación y sacar la compra de equipamiento. Cuando hay bienes de capital, hay incertidumbre por el precio y eso hace que muchas empresas no se estén presentando. Por otra parte, el presupuesto oficial no tiene en cuenta el gasto financiero. Cuando el costo financiero aumenta mucho, hay una gran diferencia”, explicó Gallego.
Infraestructura
Las dificultades que atraviesan las licitaciones se repiten en la mayoría de los ministerios. El ministro de Infraestructura, Mario Isgró, realizó una lectura de esta problemática.
“En las crisis siempre hay oportunidades, hay mucha obra pública. Hay empresas que no están dando abasto. Hay ciertos rubros -que las empresas que regularmente se presentan- no los pueden tomar porque están con mucho trabajo”, explicó Isgró.
También salió a la carga por esta situación el director General de Escuelas, José Thomas, que el viernes pasado, después de criticar al gremio docente por el paro de 72 horas, admitió los problemas que tienen para mejorar la infraestructura escolar y cargó culpas contra la Casa Rosada.
“Por problema nacionales no hay precio, uno quiere comprar y se caen licitaciones porque no hay ofertas. En enero no había stock de bancos. Estamos trabajando en un contexto nacional que no ayuda desde lo económico y cuesta conseguir materiales”, resumió el funcionario.
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