Las 3 claves sobre el Gasoducto Néstor Kirchner: acusaciones, dudas y lo que resta saber

Luego de una crítica de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a la participación de una filial de Techint en la elaboración de los caños de la obra, el ministro Matías Kulfas atribuyó responsabilidades a la empresa IEASA por no haber seleccionado a otra empresa nacional, lo que forzó su salida del gabinete.
IEASA defendió la cuestionada licitación y contradijo a la Vicepresidenta y a Kulfas, mientras que Laminados Industriales SA -compañía señalada por el ministro como posible fabricante de los caños- negó tener capacidad para realizar el trabajo.
Este gasoducto, cuya construcción tuvo demoras en la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) y de Alberto Fernández (Frente de Todos), es necesario para ampliar la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta hasta el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Las declaraciones públicas del ministro Matías Kulfas y un mensaje posterior difundido a través de WhatsApp por voceros del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación derivaron en su salida del gabinete. El problema de fondo es el Gasoducto Néstor Kirchner, que podría terminar con el déficit energético de la Argentina y cuya construcción tuvo demoras en la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) y de Alberto Fernández (Frente de Todos).

En esta nota, te explicamos las claves y las dudas sobre una obra crucial que consta de 2 etapas, y que enfrenta a 2 de los sectores que conviven en la alianza gobernante: el kirchnerismo y el albertismo.

 

1. La crítica de CFK y la respuesta de Kulfas
En el acto por los 100 años de la petrolera YPF, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió a la licitación del gasoducto y criticó la adjudicación de una parte del proceso a SIAT SA, una filial de la metalúrgica Techint a cargo de la fabricación de los caños que compraría materiales para hacerlos en Brasil.

“Tenemos también que comenzar a exigir porque quien provee los caños es una gran empresa multinacional de origen argentino”, comenzó la ex presidenta, y agregó: “Pedirle que la chapa laminada que hacen en Brasil la traigan acá con línea de producción para hacerla acá. Muchachos: no podemos seguirle dando US$ 200 millones para que se paguen ustedes mismos en la empresa subsidiaria que tienen en Brasil. Pongan la línea de producción de chapa en Argentina”.

Kulfas contestó en una entrevista radial en AM 750 esa misma noche de viernes: “La empresa que licita es IEASA, que está conducida por gente que tiene una relación muy cercana con la vicepresidenta. Ahí están establecidas las condiciones”. Y agregó: “Hace unos días hicimos el anuncio importantísimo de que la Argentina vuelve a producir chapa naval, esa chapa perfectamente se puede usar para construir gasoductos, tiene que ver con la manera con la que se establece la licitación y se desarrolla la obra”.

Luego apareció el ya mencionado off the record (una declaración en la que se reserva la fuente), proveniente de la cartera a cargo de Kulfas. “La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina, que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint”, señala ese mensaje, en referencia a la empresa estatal Integración Energética SA (IEASA, ex Enarsa). Y agrega: “Ellos armaron un pliego de licitación a medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor”.

Y concluye: “Si en lugar de esa especificación hubieran puesto 31mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto de caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados Industriales SA)”.

En síntesis, la controversia entre ambos sectores de la alianza envuelve a 3 empresas: IEASA, cuyo presidente es Agustín Gérez y que tiene a su cargo la licitación de la obra; SIAT SA, una filial de la metalúrgica Techint que obtuvo la licitación de la fabricación de la cañería y que compraría la chapa necesaria en Brasil; y Laminados Industriales SA, empresa de la provincia de Santa Fe señalada por Kulfas como posible proveedor local.

2. La contradicción entre IEASA y CFK, y la desmentida de la empresa nacional a Kulfas
IEASA contestó con un comunicado en el que desmintió el mensaje del off y defendió la licitación cuestionada por Kulfas. “Una condición previa para proceder a definir los espesores necesarios, es determinar la clase de trazado del gasoducto”, señaló la compañía.

Y agregó: “Previo a iniciar el proceso licitatorio, Energía Argentina procedió a solicitar a la Cámara Argentina de Fabricantes de Caños y Tubos de Acero que indicara qué empresas podían cumplir con dichos requisitos técnicos. La respuesta fue que solo SIAT SA (Techint) cumplía. Pese a esto, se realizó un proceso licitatorio internacional para convocar a empresas extranjeras. Hubieron consultas realizadas por 6 empresas, pero luego solo SIAT SA presentó oferta”.

Pese a que había cuestionado la adjudicación de SIAT SA y de la compra de cañerías para la obra, la Vicepresidenta replicó el comunicado de IEASA en su cuenta de Twitter. Y a las pocas horas se anunció la salida de Kulfas del gabinete.

Por otro lado, en cuanto a la versión de Kulfas, la empresa Laminados Industriales fue consultada por Infobae sobre su capacidad para intervenir en la obra del gasoducto. “La empresa se encuentra en proceso de ampliación de su gama de productos, desarrollando pruebas para la producción de chapas gruesas con calidad API, que es la calidad estandarizada para usar en gasoductos y oleoductos (API/American Petroleum Institute). Actualmente, no produce chapa con calidad API apta para gasoductos, ni tampoco apta para caños de 36 pulgadas de diámetro”, indicaron. Es decir que validaron la posición de IEASA en la licitación.

Chequeado consultó a IEASA para saber quién fue el funcionario que definió las especificaciones técnicas de la licitación, pero no obtuvo respuesta.

3. El transporte de gas y la importancia de los gasoductos
Toda esta controversia tiene su origen en el Gasoducto Néstor Kirchner, pero ¿qué es un gasoducto? “Un gasoducto es un conducto que transporta o transmite gas natural, en general a largas distancias y grandes volúmenes”, describe el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) en su página web.

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Según se desprende de los datos oficiales y declaraciones de funcionarios, el problema actual de la Argentina no radica en su capacidad de producción de gas, sino en su capacidad de transportarlo. “Tenemos los 2 (gasoductos) Neuba colapsados, no tenemos transporte para seguir creciendo en gas”, señaló a fines de 2021 Pablo González, presidente de YPF. Los gasoductos Neuba I y Neuba II transportan gas desde la Cuenca Neuquina hasta el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Como se explicó en esta nota, la capacidad de transporte de todos los gasoductos de la Argentina alcanzó su máximo histórico en 2010, cuando fue de 136,7 millones de metros cúbicos por día. Desde entonces hasta hoy, esa capacidad se redujo a 128,1 millones. El Gobierno nacional planea avanzar en esta obra para disminuir la importación de gas y en un próximo paso poder exportar a destinos como Europa.

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El primer llamado a licitación sobre el gasoducto que está actualmente en debate se realizó en 2019, durante la gestión de Cambiemos, pero luego de varias prórrogas -la última durante la gestión del Frente de Todos- ese llamado fue derogado y se inició un nuevo proceso, que derivó en el llamado licitatorio del viernes último, en el que IEASA convocó a empresas a participar de la obra civil de construcción del nuevo gasoducto. Al día siguiente, Kulfas fue despedido del gabinete por el presidente Fernández luego de las críticas de la Vicepresidenta.

 

Fuente: Chequeado.com

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