Ex Ciudad Deportiva de Boca. El megaproyecto inmobiliario de IRSA
Se publicó este miércoles en el Boletín Oficial la ley en la que la Legislatura porteña aprueba la normativa para el desarrollo de “Costa Urbana”, un megaproyecto inmobiliario de IRSA en el predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca. Se trata de un terreno ribereño de más de 70 hectáreas que estuvo en desuso por más de dos décadas y donde la empresa de Eduardo Elsztain construirá viviendas, comercios, hoteles y un amarradero de yates. También habrá un parque público de 48 hectáreas.
La ley publicada otorga una nueva norma, designada “U73 – Parque público y Urbanización Costa Urbana”, que posibilita la combinación de usos diversos en el predio, como viviendas, oficinas, comercios, servicios, espacios públicos, educación y entretenimiento. Así, la empresa, que es propietaria del terreno desde 1997, dispondrá de una capacidad constructiva de aproximadamente 895.000 m².
El predio, ubicado a orillas del Río de la Plata y lindero con la Reserva Ecológica Costanera Sur, tiene una historia de idas y vueltas entre proyectos fallidos, cesiones públicas de tierra, compraventa entre privados y normas urbanísticas vetustas. En 1965, había sido cedido por el Estado nacional a Boca Juniors para que el club construyera su ciudad deportiva y un estadio para 140.000 espectadores. El proyecto quedó en la nada y, en 1992, el predio fue vendido a la empresa Santa María del Plata. Un año después, la compañía se lo vendió a un tercer privado, que en 1997 lo vendió a IRSA por US$50 millones.
En un comunicado publicado este miércoles, IRSA informó que destinará el 71% de la superficie total del predio (50,8 hectáreas) al desarrollo de espacios verdes públicos y aportará tres parcelas adicionales, dos para el Fondo de Desarrollo Urbano Sostenible (FODUS) y uno para el Fideicomiso de Innovación, Ciencia y Tecnología del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al cual también aportará la suma de US$2 millones en efectivo y la cantidad de 3 millones de bonos soberanos (AL35).
Asimismo, la empresa se encargará de las obras de infraestructura y vialidades en el predio y realizará las obras de espacio público aportando hasta un total de US$40 millones junto con el mantenimiento de los espacios públicos cedidos por 10 años o hasta completar la suma adicional de US$10 millones.
El proyecto formalmente aprobado, anteriormente conocido como “Solares de Santa María”, probablemente sea uno de los polos de mayor atractivo para desarrolladores en el futuro, a partir de la oferta de varios “macrolotes”. “Seguramente esto va a generar mayores bajas en los valores de la tierra en la Ciudad, valores que ya venían a la baja debido a la expansión de metros cuadrados edificables que generó el nuevo código. Ahora, con estos metros que se agregan al mercado, seguramente la presión a la baja será mayor”, opina Germán Gómez Picasso, titular de Reporte Inmobiliario.
Además, el especialista hace hincapié en que el predio “estuvo frenado durante 24 años”. “Esto demuestra lo poco claro que es el tema de las aprobaciones en nuestro país y el riesgo que asume cualquier desarrollador inmobiliario, generando obviamente este tema un aumento en los valores de la vivienda, por el riesgo asociado del negocio y la incertidumbre legal”, analiza.
En el escrito que difundió IRSA, Elsztain manifiesta: “Es un gran hito, después de más de 20 años, contar con la aprobación del proyecto más grande de la compañía que impulsará su crecimiento a futuro. Esperamos contribuir a la generación de empleo y desarrollo de la ciudad con un proyecto innovador, moderno y sustentable, lo que implica una gran oportunidad y a la vez, una responsabilidad. Estamos convencidos del potencial de la industria inmobiliaria y su rol en la reactivación económica del país”.
Fuente: La Nación
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