Obra Pública: verdades y mitos de las promesas
Tanto el kirchnerismo como el macrismo apelaron a la infraestructura en anuncios e inauguraciones, pero la cuenta pendiente es alta Fuente: Archivo
Cada vez que un nuevo gobierno asume en la Argentina, lo hace con ambiciosos anuncios de obras públicas y de infraestructura edilicia, hospitalaria y educativa. Esos anuncios llegan cargados de acusaciones contra las gestiones anteriores y, si los trabajos se concretan, los cortes de cinta se dan en épocas de campañas electorales.
Gran parte del relato del kirchnerismo tuvo su pilar los anuncios de obras. Muchas de ellas quedaron inconclusas. Y ante las decenas de causas judiciales por los direccionamientos de contratos de obras públicas, y en un intento por diferenciarse, una gran parte del relato macrista estuvo basado en la tesis «relato versus realidad». La «pesada herencia» fue otra de las etiquetas utilizadas por el gobierno de Mauricio Macri para calificar la estructura estatal heredada del peronismo.
«Este pavimento que estoy tocando no es relato, es real», dijo Mauricio Macri para diferenciarse del kirchnerismo en el comienzo de su campaña electoral en 2019″Este pavimento que estoy tocando no es relato, es real», dijo Mauricio Macri para diferenciarse del kirchnerismo en el comienzo de su campaña electoral en 2019 Fuente: LA NACION – Crédito: Ricardo Pristupluk
Sin embargo, todos reprochan a sus predecesores. El actual ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis dijo que Macri anunció 4000 kilómetros de ruta «e hizo cero». Ante la consulta de LA NACION, en el Ministerio de Obras Públicas dicen que Macri dejó congelados proyectos que habían sido iniciados durante la gestión de Cristina Kirchner y que ahora los reanudaron.
La gestión del exministro de Transporte Guillermo Dietrich dejó un informe que señala que el 40% de las rutas nacionales -cuando Juntos por el Cambio llegó al gobierno- estaba en mal estado y que había escasas autopistas. «En cuatro años finalizamos 287 obras en las 23 provincias que tiene el país, dejamos 284 obras en ejecución, 181 licitadas, cinco proyectos elaborados, como los 150 kilómetros de Autopista en la RN 34 en Salta», dice el informe de fin de gestión de Dietrich.
Parte de la simbología del macrismo estuvo enfocada en buscar el contraste con la corrupción del kirchnerismo. En septiembre del año pasado, Macri inauguró un espacio de primera infancia construido con plata decomisada al empresario venezolano Guido Antonini Wilson, y la consideró «el símbolo para que logremos que el dinero de los argentinos vaya a los argentinos».
Varias de las promesas de obras quedaron postergadas por procesos de adjudicación que quedaron bajo la lupa de la Justicia, por los procesos de ajuste y por la alta inflación, entre otros motivos.
Algunos de los expertos en ejecución de presupuesto consultados por este medio señalan a los procesos de ajuste y la volatilidad macroeconómica como los impedimentos para que la planificación de obras sea sostenida en el mediano y largo plazo.
Ante la consulta de LA NACION, Rafael Flores, economista de Asociación Argentina de Presupuesto y Administración (ASAP), dijo: «Hay dos cuestiones centrales que explican que la obra pública siempre termine recortada, sin finalizar su ejecución. Por un lado, los problemas fiscales que tiene la Argentina que dificultan cualquier posibilidad de planificación en el mediano y largo plazo. Se plantea una política a sostener a lo largo del tiempo, por ejemplo una obra pública que llevaría cuatro o cinco años y, después no están los fondos porque el país tiene un proceso de ajuste, tiene volatilidad macroeconómica. Es más fácil cortar ahí porque se puede decir «lo hago más adelante», lo que no se puede hacer con los sueldos, con las jubilaciones. Naturalmente, se termina ‘pateando’ y a veces se lo hace tanto que no se terminan nunca».
El Soterramiento del Sarmiento
El proyecto para soterrar las líneas del tren Sarmiento trae consigo mismo una larga historia de promesas incumplidas. Incluso quedó bajo la lupa de la Justicia cuando se conoció el Lava Jato.
Este proyecto fue anunciado diez veces durante el gobierno de Cristina Kirchner. Durante sus gestiones, el Estado desembolsó, entre 2008 y 2015, $865 millones en la obra del Sarmiento.
En 2012 se concretó el único avance que se registró durante la gestión kirchnerista: se ensambló la tuneladora Argentina a 25 metros de profundidad en la cabecera de Haedo. El entonces ministro de Transporte, Florencio Randazzo, hizo un acto y dijo que la máquina comenzaba a excavar. Pero aquello sólo quedó en una puesta en escena.
En octubre de 2016 Macri reactivó la obra con un decreto en el que dispuso un nuevo presupuesto público de US$ 3000 millones para el soterramiento. «Ahora empezó de verdad», celebró el expresidente al anunciar la reactivación.
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Aunque las obras sufrieron vaivenes por la parálisis económica y por la revelación de que los exfuncionarios kirchneristas cobraron coimas a la brasileña Odebrecht, entre 2016 y 2019 el proyecto presentó avances.
Este año, desde el Gobierno Nacional reconocieron que la inversión para ese proyecto era inviable y rescindieron los contratos. El Soterramiento del Sarmiento era una obra clave para la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, quien dijo que para 2023 no habría más barreras en el Ferrocarril Sarmiento.
Los hospitales del Bicentenario
Entre 2007 y 2010, durante la primera gestión de Cristina Kirchner, se anunció la construcción de siete centros de salud distribuidos en la provincia de Buenos Aires -dos en La Matanza (Rafael Castillo y Laferrere), en Esteban Echeverría, Ituzaingó, Escobar y General Rodríguez y en Entre Ríos. La ejecución de esos proyectos llevó más de diez años. El proyecto anunciado en General Rodríguez quedó trunco: nunca comenzó.
Aunque en octubre de 2015, apenas unos días antes de las elecciones en las que Scioli y Macri se disputarían la presidencia Cristina hizo un acto donde anunció la puesta en funcionamiento del Hospital René Favaloro de La Matanza, ese edificio no estuvo operativo hasta julio de este año.
En el Ministerio de Obras Públicas marcan una diferencia entre los términos «presentar» e «inaugurar» y dicen que Cristina no lo inauguró, si no que solo lo presentó. También cuestionan que Vidal «recortó la continuidad del Estado» en ese hospital y en el Néstor Kirchner, ubicado en Laferrere.
La puesta en marcha de ese centro de salud se paralizó durante la gestión de Vidal, que dijo que había que fortalecer centros de salud ya existentes y no invertir en nuevos equipamientos e infraestructura.
Las represas hidroeléctricas
El proyecto hidroeléctrico que avanza sobre el río Santa Cruz se caracterizó por una sucesión de marchas y contramarchas. Fueron licitadas durante el segundo mandato Cristina Kirchner y ganó el consorcio conformado por China Gezhouba Group Limited-Electroingeniería S.A. e Hidrocuyo S.A., luego fueron frenadas por una cautelar de la Corte Suprema y revisadas durante el gobierno de Macri, cuando además de rediseñar la potencia de las represas, se restituyeron sus nombres originales, Cóndor Cliff y La Barrancosa, tras llamarse por cinco años Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, respectivamente.
Este año Cristina Kirchner visitó las represas con el empresario Gerardo Ferreyra (Electroingeniería) y el Gobierno amplió en más de 4000 millones de pesos las partidas presupuestarias de la ex Enarsa para reactivar las obras.
El Plan Belgrano
Fue una de las promesas más importantes de Macri cuando asumió; prometió US$16.000 millones de inversión, se ejecutó el 45% y se trabó en 2018 por la parálisis de los PPP.
A fines de noviembre de 2019, el entonces titular de la Unidad Ejecutora, Carlos Vignolo, afirmó a LA NACION que se ejecutó el 45% del plan y se realizaron 3795 obras. En su evaluación los avances más importantes fueron en «rutas, puentes, autopistas, ferrocarril y aeropuertos». Mencionó 7200 kilómetros de infraestructura vial; la recuperación de 826 kilómetros de vías férreas, 370 kilómetros en ejecución y 60 licitados. Las obras del Belgrano Cargas están computadas ahí.
Los problemas, admitió Vignolo, comenzaron en abril de 2018 porque varias obras se harían con el esquema de financiamiento de participación público-privada y se cortó. En gas natural, lo más importante fue la llegada a Chaco a través del gasoducto del NEA; también se ejecutaron 13 proyectos de energía renovable ejecutados y 19 en construcción.
La actual gestión modificó el esquema, lo rebautizó Belgrano Norte Grande y lo convirtió en una unidad de obra pública con fuentes de financiamiento externo. Ahora continúan las obras de agua y saneamiento. Hay pendientes trabajos en Salta, Jujuy, Tucumán y Chaco; algunos tramos se paralizaron por falta de fondos, pero el ministro de Transporte Mario Meoni aseguró que continuarán porque son «importantes para la logística de la región».
Los jardines de infantes
Durante el debate presidencial con el exgobernador bonaerense Daniel Scioli, Macri prometió construir 3 mil jardines de infantes en todo el país. Cuando asumió, ratificó esa promesa.
«Estamos acá, comprometidos a construir 3 mil jardines en estos cuatro años», dijo Macri en mayo de 2016, durante un acto en La Pampa, Pero esa promesa cambió su forma: el expresidente dijo que en realidad se construirían 10 mil aulas en jardines existentes. Finalmente su gestión dejó, en todo el país, 2.080 nuevas salas.
Otras promesas pendientes
Hay decenas de obras en el interior del país que fueron prometidas y anunciadas más de una vez. En Córdoba, por ejemplo, uno de los trabajos pendientes más importantes es la ruta «San Francisco-Córdoba», faltan cuatro tramos de los cuales dos están muy avanzados y dos paralizados.
Misiones, por otro lado, es la única provincia del país que no tiene ni un metro de gasoductos. El Gasoducto del NEA es la gran obra que a los misioneros se les viene prometiendo desde 2003 y nunca se concreta. En 2007 el entonces gobernador Maurice Closs prometió que estaría finalizada para 2014. Sin embargo las licitaciones arrancaron sobre el final del mandato de Cristina y durante el gobierno de Macri la obra estuvo paralizada. Incluso se modificó la traza del Gasoducto del NEA y dejó afuera a la tierra colorada. En la actualidad, Alberto Fernández prometió que se reactivará la obra e incluirá a Misiones.
En Santa Cruz sigue inconclusa la central termoeléctrica de Río Turbio, una de las obras emblemáticas del kirchnerismo, tras haber sido anunciada en 2004 y cuyo primer módulo fue inaugurado por Cristina Kirchner en 2015. El módulo I funcionó unos días y se apagó. El actual interventor, Aníbal Fernández, anunció que tenía como una de sus metas concluir la obra y ponerla en marcha.
Desde hace más de 40 años, los habitantes del sur de Tucumán y del este de Catamarca esperan la concreción del proyecto de construcción del Complejo Hídrico Potrero del Clavillo-Los Naranjos, una obra clave para la provisión de agua potable y energía y para la prevención de inundaciones en la región. Distintos gobiernos nacionales y provinciales señalaron como prioritario al proyecto, pero hasta ahora no hubo ningún avance concreto.
Mendoza puja ante Nación para poder avanzar con infraestructura que viene prometiéndose, al menos, desde la gestión del exgobernador Alfredo Cornejo. Por fuera del polémico megaproyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento, por más de 1.000 millones de dólares, que ya empezó a ser financiado por la Rosada, en la provincia cuyana hay una serie de obras demoradas que lograron entrar en la pauta de gastos 2021. Hay una obra vial clave que avanza, anunciada este año por Alberto Fernández, que ya había sido puesta en marcha por Macri en 2018, pero que vio reducidas sus tareas por la pandemia. Se trata de la Variante Palmira, una vía clave de tránsito hacia el Pacífico, que ya está avanzada en un 40%.
Fuente: La Nación
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