Corredor petrolero de Vaca Muerta, la obra que sobrevivió al parate $2.400 millones
Después cinco años de lentas tareas el trayecto se reactivó y quedará listo. El monto del proyecto se quintuplicó y está calculado en $2.400 millones.
48 segundos tardaría la retirada mega estrella del atletismo, Usaín Bolt, en recorrer 500 metros. Menos de un minuto. Traducido a un trayecto urbano se trata de cinco cuadras. Esa distancia fue el promedio mensual de avance que tuvo una obra clave para Vaca Muerta como lo es la duplicación de calzada de la Ruta 51. Es decir que, a razón de 16 metros por día, se necesitaron cinco años para por terminar los 27,5 kilómetros que hacen como un by pass a la Ruta 7 entre Vista Alegre y El Chañar.
La buena noticia es que Vialidad Nacional confirmó que estará lista en un plazo no superior a los dos meses.
Alberto Ciampini es el actual Director Vialidad Nacional del Distrito XII Neuquén y quien heredó un paquete de obras paralizadas o ralentizadas a la luz de los plazos de ejecución. Consultado por Río Negro, el funcionario explicó que pese a la pandemia se pudo retomar el contacto con las empresas y actualizar las certificaciones para continuar con los proyectos.
Para hacer un poco de historia hay que recordar que la duplicación de calzada de la Ruta 51 fue una obra nacida del Plan de los 1.000 millones con el que el gobierno de Cristina Fernández buscó compensar a la administración de Jorge Sapag por el acuerdo YPF-Chevron que significó el nacimiento de Vaca Muerta. Fue un acuerdo para dotar de servicios a un corredor que sufriría el impacto de una actividad intensiva.
La obra se proyectó en 2015 y comenzó a ejecutarse en enero de 2016. El plazo de ejecución estaba comprendido dentro del gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, el proyecto se fue dilatando y fragmentando pese a la multiplicación de fondos.
La iniciativa pasó de 400 a 1.500 millones de pesos y finalizará, según datos de la última actualización de certificaciones, a unos 2.400 millones de pesos. Este monto incluye también la duplicación de calzada en la Ruta 7 desde la segunda rotonda de Centenario hacía Vista Alegre.
Dos datos
6 años
demorará en total el plan original de ampliación de las rutas 7 y 51. Dos años más de lo previsto originalmente.
35,5 km
el tramo inicial de obra. La anterior gestión nacional lo redujo a 27,5 km.
Ese tramo, que convierte en autovía el grueso de la distancia entre Neuquén capital y Añelo, fue descartado a mediados del año pasado por Eduardo Plasencia, coordinador de Gestión de Vialidad Nacional, sin embargo, el plan original comprende ambos tramos.
El avance de obra que tiene el proyecto completo, duplicación de Ruta 7 y Ruta 51, es del 57% según informó Ciampini a este medio, pero desagregó que el tramo, emblemático, de la 51 entre Vista Alegre y la intersección con la Ruta 8 estará habilitado y terminado en unos dos meses. Actualmente resta finalizar la rotonda en la intersección de la 7 y la 51 y la señalización vertical y horizontal del tramo de 27,5 kilómetros.
Un regreso al proyecto base
La duplicación de calzada de la Ruta 7, desde la segunda rotonda de Centenario hasta la intersección con la 51, un tramo de unos 8 kilómetros, está previsto que comience una vez finalizados los trabajos mencionados más arriba. El objetivo es que el equipamiento que tienen actualmente el lugar la firma adjudicataria, la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Rovella Carranza-CN Sapag, se traslade hasta el nuevo punto de obra para dar comienzo a esa doble vía con mayor celeridad.
Los motivos de la suspensión de esa parte del proyecto por la anterior gestión nunca estuvieron muy claros. Si bien existió un planteo ambiental de los vecinos, nunca se habían descartado las alternativas. Ciampini comentó que se realizaron algunas modificaciones “menores” al proyecto, básicamente para garantizar no afectar caños y tuberías de servicios básicos que atraviesan la línea de obra, y que el resto se mantendrá como estaba acordado.
Justamente ese trayecto es el que en peor estado se encuentra dentro de todo el corredor petrolero. Baches, ondulaciones y falta de señalización, lo convierten en un peligroso trayecto.
Si bien son rutas provinciales, lo convenios fueron firmados con el gobierno nacional por lo que las obras están a cargo de Vialidad Nacional. Pero el mantenimiento sigue siendo potestad del gobierno provincial.
El proyecto que comenzará en los próximos 45 a 60 días está previsto que finalice en julio de 2022. Si bien son 8 kilómetros de trayecto, Ciampini explicó que además se incluye iluminación, señalización y obras complementarias. Por ese motivo el paquete general, que incluye la 51 y la duplicación de la 7, se encuentra en un 57%.
El inicio de obra será una prueba de fuego para el resto de los caminos que componen el corredor petrolero, particularmente, para la Ruta 67 que une la Autovía Norte con la Ruta 51, que está pensada para sacar el tránsito pesado de los caminos con mayor circulación.
Director de Vialidad Nacional para el Distrito XII Neuquén, Alberto Ciampini, anticipó una extensa carpeta de obras del organismo en la provincia. Además de terminar la duplicación en la ruta provincial 51 y retomar el proyecto original para emplear la 7, el organismo tiene en carpeta el segundo tramo de duplicación de calzada de la Ruta 22 entre Plottier y Arroyito, que cuenta con un grado de avance del 77%, y que tiene fecha de finalización en mayo de 2022.
“Las obras federales, la que nosotros llamamos así porque son claves en el interior del país, quedaron muy relegadas. Neuquén tenía en carpeta muchas obras y no se terminaron. El objetivo que nos planteamos es finalizar todos esos proyectos antes del 2023”, explicó en diálogo con Río Negro.
Contó que, si bien “no se pararon obras, pero se hicieron trabajos mínimos”, restablecer la relación con las empresas constructoras y completar los certificados pendientes se llevó el grueso de las gestiones.
Destacó el vínculo conseguido con las firmas concesionarias, algo que permitió mantener los trabajos durante la pandemia cuando los protocolos permitieron retomar la actividad. Aseguró que es una de las exigencias que se agregaron a los controles de obra habituales.
Vialidad Nacional también tiene bajó su órbita la obra de la avenida de Circunvalación en Villa La Angostura y el puente de la Rinconada, sobre el que confirmó el inicio de los trabajos y estimó la fecha de finalización para octubre de 2021. Agregó que el proyecto tiene un grado de avance del 41%.
A futuro está bajo análisis la continuidad de la doble vía para la Ruta 22 en el tramo que va desde Arroyito hasta Cutral Co y Plaza Huincul.
Una traza estratégica
Lo que se conoce como el corredor petrolero incluye varias rutas de la región como la Nacional 22 y las provinciales 7, 51, 67, 8 y 17, por citar las principales que están vinculadas con Añelo, la localidad cabecera de Vaca Muerta. El tramo Neuquén capital-Añelo, entonces, puede incluirse dentro de la idea de la logística de última milla. El concepto se usa en la industria petrolera para explicar la adquisición de servicios e insumos de forma rápida y con stock local. Por eso las rutas son claves para el transporte de materiales y personal.
En ese esquema hay dos trazas de vital relevancia: la Ruta 67 y la Ruta 17. Ambas de ripio y muy transitadas.
La primera es un tramo de 20 kilómetros que conecta la autovía Norte con la Ruta 51 y evita circular por la congestionada Ruta 7. Sirve para acortar distancias y ganar tiempo y seguridad los movimientos que demanda la industria. La segunda, paralela también a la Ruta 7, atraviesa Añelo para después seguir, si por asfalto, hasta Plaza Huincul. Conecta los dos principales yacimientos no convencionales del país: Loma Campana (YPF) y Fortín de Piedra (Tecpetrol).
El debate alrededor de estos caminos casi exclusivamente petroleros se importó del boom shale de Estados Unidos. Una de las versiones indicaba que no es necesario que se conviertan en rutas pavimentadas por el desgaste a la que las somete el transporte de carga del sector. Miles de camiones y camionetas circulando todos los días pueden convertir el mantenimiento de una traza como estas en un gasto continuado sin fin.
Si bien las petroleras que operan en la Cuenca Neuquina no parecen del todo conforme con el estado de rutas y caminos, si acuerdan que cada mejora que se haga, entre ellas el asfalto, representa un mejor oportunidad para los costos de los proyectos.
Ambas obras, una de 23 y la otra de 19 kilómetros, fueron incluidas dentro de la propuesta de financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina (anteriormente conocido como Corporación Andina de Fomento, CAF). Sobre este tema dialogaron el presidente Alberto Fernández y el gobernador Omar Gutiérrez durante una de los últimos encuentros que mantuvieron a fines del mes de julio.
A diferencia de las Rutas 51 y 7 la licitación y seguimiento de la obra quedaría a cargo de Vialidad Provincial.
Fuente: Diario Rio Negro
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