El BID apunta al «club del agua»
La provincia perdió el financiamiento internacional para un acueducto por las sospechas que se generaron en torno al proceso licitatorio. El hecho bochornoso vuelve a poner bajo la lupa el vínculo de Irrigación con algunas empresas locales.
Una vez más el Departamento General de Irrigación ha quedado envuelto en un escándalo por sospechas en la adjudicación de obras hídricas. En este caso, la preadjudicación del acueducto Monte Comán-La Horqueta a la UTE Ceosa/Obras Andinas generó tal revuelo que el Banco Intereamericano de Desarrollo decidió retirar el financiamiento. El bochorno sigue trayendo coletazos y esta semana el presidente del bloque del Frente de Todos en diputados, Germán Gómez, presentó un pedido de informes sobre el tema.
Pero a eso hay que sumar una serie de factores que vuelven a reabrir viejas sospechas sobre el nexo entre ciertas empresas constructoras y el DGI.
Al salir a dar explicaciones sobre la decisión del BID de bajar el financiamiento para el acueducto, el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, admitió que el banco criticó el criterio que usó el comité evaluador para preadjudicar la obra a la UTE que conformaban Ceosa y Obras Andinas.
Esas empresas habían hecho la sexta oferta en orden económico, superando por 50 millones de pesos al oferente más barato. Según Marinelli, se eligió es UTE siguiendo los criterios técnicos que históricamente ha empleado Irrigación y remarcó que en otros financiamientos internacionales conseguidos a través del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) se aplicó el mismo criterio.
«En la comisión (de preadjudicación) intervienen profesionales con amplia trayectoria en Irrigación y con experiencia en muchas licitaciones especialmente vinculadas a financiamientos internacionales sobre todo del Prosap», esgrimió en MDZ Radio.
Pero en el año 2018 la Oficina Anticorrupción puso la lupa justamente en ese programa y el nexo que existía entre el Prosap y la empresa Ceosa. Tanto es así que le costó el cargo a uno de los empleados más experimentados del DGI: Fernando Gomensoro. Además de tener un lugar preponderante en Irrigación fue Coordinador de Proyectos de Riego del PROSAP y tenía vínculos con Ceosa.
Por este motivo, el ejemplo citado por Marinelli durante la entrevista parece no ser el más afortunado. Sobre todo teniendo en cuenta el manto de sospechas que se tendió sobre la adjudicación de obras a través del Prosap. No solo en Mendoza sino en todo el país pero siempre con la empresa Ceosa como beneficiaria.
Pero más allá de eso, el senador de Protectora, Marcelo Romano, denunció que las mismas dos empresas que conformaron la UTE para la obra Monte Comán-La Horqueta, forman parte del consorcio que apunta a realizar la megaobra de Portezuelo del Viento. «Se cayó una obra porque se la querían otorgar al sexto oferente, que cobraba 60 millones más. Que casualidad que se repite un factor común con el club de amigos que quiere hacer Portezuelo», aseveró y sumó que otro acueducto realizado por Obras Andinas en General Alvear no funciona.
El leitmotiv, Ceosa
Según expresaron desde otras de las empresas que se habían presentado como oferentes en la licitación Monte Comán-La Horqueta, ante las denuncias presentadas en Fiscalía de Estado y otras acciones legales, el BID decidió iniciar una investigación sobre las adjudicaciones de obras de Irrigación.
«El BID nos manifestó que estaba investigando por qué todas las obras de Irrigación hace más de 10 años se la adjudicaba a la misma empresa: CEOSA», expresaron a MDZ desde una de las 12 UTEs que se presentaron a la licitación.
Incluso, esa fuente confirmó que fueron llamados a participar de una teleconferencia convocada por el Banco Interamericano de Desarrollo para empaparse de los pormenores del bochorno que dejó a Mendoza en una situación vergonzosa.
«Es muy sospechoso que hayan bajado a cinco ofertas presentadas por empresas con amplia experiencia, con excusas irracionales de interpretaciones del pliego ilógicas. Al desestimar todas estas ofertas están desestimando a más de diez empresas ya que ofertamos conformando distintas UTEs», adhirió.
Al ser entrevistado en MDZ Radio Marinelli reconoció que la comisión evaluadora de Irrigación aplicó el mismo criterio de los últimos años y eso es justamente lo que sospecha el BID. Que se han direccionado las adjudicaciones durante todo ese plazo.
Hace meses, cuando comenzaron los primeros cuestionamientos y se presentó una denuncia en Fiscalía de Estado, uno de los empresarios que se asoció a Ceosa se comunicó directamente con el senador Marcelo Romano y le envió un escrito justificando y respaldando a la comisión que les preadjudicó el acueducto. Se trata de Omar Alvarez, titular de Obras Andinas.
Pero el resto de los oferentes aseguran que hubo un criterio discrecional por parte de Irrigación para beneficiar a una UTE que había hecho una propuesta 50 millones más costosa que otros cinco oferentes.
«En el marco de dicho proceso licitatorio en el cual estamos participando, hemos tomado conocimiento de la existencia de infundadas observaciones a nuestra oferta que podrían derivar en su rechazo, con la consecuente adjudicación a otra propuesta, decisión que- de materializarse-tendría como base una práctica prohibida y se encontraría claramente viciada por irregular e ilegítima, resultando directamente perjudicial para el Estado y para la ciudadanía», sostiene la presentación realizada por una de esas empresas oferentes.
Según reconoció Marinelli, el propio BID se expresó al respecto y le pidió a Irrigación que corrija el criterio de preadjudicación por entender que se habían aplicado requisitos que no estaban explícitamente indicados en los pliegos. Gracias a esa corrección se decidió preadjudicar el acueducto a otra empresa que había presentado a tercera propuesta más económica: Hugo Ojeda-Ecosur Bahía SA (UTE). Concretamente, una oferta $17 millones más económica que la que se había elegido en primer lugar.
Sin embargo el escándalo era tal que el BID finalmente decidió retirar el financiamiento que había comprometido y la licitación se cayó. Si bien el argumento oficial es fue que «no se encuentra en condiciones de financiar la licitación de referencia, pro cuanto el proceso no se enmarcó en las políticas de adquisiciones que rigen las contrataciones del contrato de préstamo específicamente por no atender a las previsiones sobre confidencialidad», Marinelli admitió que el motivo fue otro. «En un país como el nuestro la obra pública es sinónimo de actos de corrupción y ante el menor ruido se espantan y no quieren seguir adelante», remarcó.
Detalles de los oferentes
Obra de acueducto Monte Comán-La Horqueta con presupuesto oficial $645.810.000
Laugero- Corporación del Sur (UTE): $518.255.145,55.
Ludwig Pfeiffer: $551.571.438,77;
Hugo Ojeda – Ecosur Bahía S.A (UTE): $552.728.413,63;
Genco- Riec (UTE): $555.500.000,07;
Proyección Electrolux SRL: $564.897.892,74;
CEOSA y Obras Andinas S.A (UTE): $569.267.143,88;
Ciatsa- Minera Zlato- Dafré (UTE): $570.066.837,61.
Stornini S.A- AIFRA SRL (UTE): $579.586.871,59;
Rovella Carranza: $644.710.686,36;
Mapal S.A.C.I.A: $798.804.553,47;
JCR SA: $887.980.207,68;
Eleprint SA- Vial Norcar (UTE): $998.810.739,41;
Fuente: MDZ Online
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