Argentina necesita obras y China alimentos, son socios naturales
La compañía asiática participa como contratista en las principales megaobras del país, como los parques solares Cauhachi y Cafayate o los proyectos hidroeléctricos de Tambolar y Portezuelo.
PowerChina es el contratista más grande de energía renovable del país, con una cartera de proyectos valuados por más de 1.500 millones de dólares. Entre ellos se encuentran el Parque Fotovoltaico de Cauchari de Jujuy, parques eólicos en Chubut y La Rioja, proyectos solares en Salta y Córdoba, así como dos megaobras hidroeléctricas: el dique El Tambolar de San Juan y recientemente obtuvo la licitación de Portezuelo del Viento en Mendoza, una obra que está en tironeo con La Pampa y sobre la que el presidente debe laudar sobre la realización de nuevos estudios de impacto ambiental.
El presidente de la firma en el país, Tu Shuiping, explicó a Ámbito Financiero por qué razones tienen interés en la Argentina. El directivo es optimista con la situación económica tras el acuerdo con los bonistas y sostiene que «Argentina y China se necesitan». La empresa mantiene su estrategia de operar con socios locales y cuestiona que en el país los procesos son «más trabados» que en otras partes del mundo, con demasiadas negociaciones. Expectativas a futuro por las obras de infraestructura que defina el Gobierno para mejorar la competitividad.
Periodista: ¿Cuándo surge el interés por Argentina?
Tu Shuiping: Viene de año 2011, cuando en PowerChina estábamos mirando proyectos de energías renovables. Luego, buscamos tener participación con los parques eólicos Loma Blanca 1 y 3, en Chubut. También participamos en la licitación de la represa Chihuido en Neuquén y en 2015 se firmó un acuerdo por el parque eólico Arauco en La Rioja. Después nos involucramos en el dique Tambolar en San Juan y con Jujuy en el parque solar Cauchari, el más grande de la región y el que está a mayor altura en todo el mundo. Participamos en proyectos locales. En abril se firmó un contrato con Córdoba por parques solares y hace poco nos presentamos en la licitación de Portezuelo, en Mendoza.
P: ¿Cómo ve la situación del país?
T.S.: Es muy positivo el acuerdo con los bonistas. Lo peor ya pasó, Argentina está en proceso de mejora. En el corto plazo puede haber un problema de dólares, pero la visión de largo plazo es que va a mejorar. Los funcionarios tienen intención de alcanzar un crecimiento.
P: Por distintas razones, Argentina no suele atraer a empresas, ¿qué atrae del país a PowerChina?
T.S.: El mundo no entiende cómo funciona argentina. China tiene una estrategia de mercado muy grande. Y el mundo está integrado. Para armar un celular, hay partes que llegan de Estados Unidas, de Corea, de China, de Europa. Todo es integral. Argentina no es competitivo en productos industriales, es muy caro lo laboral y la logística, también hay un efecto de los sindicatos. No es competitivo ni en la región ni en el mundo. Pero tiene mucha tierra, y en China se necesita carne, soja, pescado. Argentina también tiene litio. Y necesita obras de infraestructura. Le conviene a Argentina gestionar más exportaciones para tener dólares y mejorar la economía. Por eso veo como socios naturales a China y Argentina. Se necesitan. PowerChina viene de forma independiente, por oportunidades concretas. Nosotros, como contratistas, trabajamos en 110 países. En energía renovable falta financiamiento, pero hay proyectos muy buenos. El viento y el sol de Argentina son de los mejores del mundo. Falta infraestructura. Por ejemplo, en comunicaciones: Argentina tiene 8.000 estaciones y en China una sola ciudad tiene por lo menos 20.000. Hay una oportunidad.
P: ¿Qué significó para la empresa el cambio de gobierno?
T.S.: En Brasil o Perú el 50% de las obras son privadas o PPP. En Argentina la mayor parte es obra pública. La estrategia del gobierno es tener liderazgo en esa industria. Siempre trabajamos con gobiernos provinciales o nacionales, y hay interés de todas las partes. Para un gobierno, algunos proyectos son prioritarios, pero luego cambian de idea. Y lo mismo en cada provincia. Esto hace que un proyecto pueda estar demorado, y después se puede levantar otra vez en otro gobierno. Si la economía mejora, esto va a funcionar.
P: Uno de los casos cambiantes fue la represa de Portezuelo, ¿qué opinan del proyecto y de los estudios que se piden?
T.S.: En 2011 participamos en la precalificación. Estamos mirando a largo plazo, somos muchos especialistas visitando sitios. Trabajamos durante casi 10 años. Somos una contratista principal en ese sector, tenemos el 50% de market share en centrales hidroeléctricas. Es el que más nos interesa. Siempre tuvimos intención de acompañar. Para nosotros, con los estudios eran suficientes para el proceso licitatorio. Acompañamos el pliego, hay que hacer detalles de geología porque los proyectos hídricos son complejos. Se puede avanzar.
P: ¿Cuál es el estado de Tambolar en San Juan?
T.S.: En 2015 firmamos un contrato con Panedile y el gobierno de San Juan. Durante el gobierno de Macri no se pudo avanzar. El proyecto técnicamente está bien, igual que Portezuelo, y ahora se empieza a cumplir en tiempo y forma con la idea de tener la obra en 2023. Estamos coordinados con los socios locales. Que en San Juan prácticamente no haya covid también ayuda.
P: Mencionaba a socios locales, parece ser una estrategia común.
T.S.: En los últimos 10 años siempre trabajamos con socios locales o subcontratistas locales. Históricamente contratamos empleados locales. Con 14 proyectos, sólo había en el país 65 chinos, incluidos los de Casa Matriz, con 87 empleos directos locales. En el pico, pueden trabajar hasta 5.500 empleados locales. En Jujuy, por ejemplo, hubo 1.500 trabajadores, de los cuales solo 20 eran chinos y algunos especialistas europeos.
P: ¿Qué particularidades observa de la forma de trabajo en Argentina?
T.S.: Argentina tiene un sistema nacional, provincial, municipal. Hay que registrarse como contratista provincial, negociar con los sindicatos. Es un sistema mucho más trabado, con más pasos. Todo es negociación. Son algunas de las cosas que se pueden mejorar: hacer un balance entre el beneficio a los trabajadores y la eficiencia. En China hay más cultura del trabajo. El que no trabaja no tiene comida. Acá las diferencias son chiquitas. Así, las empresas no son fuertes, ni los trabajadores. En cualquier negociación pierde el grupo empresario. Nosotros evaluamos proyectos con inversión propia, pero nos cuesta avanzar porque es compleja esa situación. Lo más positivo: la seguridad y el foco en el impacto ambiental.
P: ¿Qué proyectos analizan a futuro?
T.S.: Argentina necesita reforzar su capacidad de exportación para ganar dólares. Y en ese sentido tiene que mejorar su eficiencia. Como país, tiene su fuerza natural pero necesita rutas, ferrocarriles, hidrovías, puertos. Siempre acompañamos a la estrategia de país. Los proyectos del ferrocarril Roca y Urquiza son muy interesantes. El Gobierno está analizando qué proyectos se pueden hacer y cuáles son los prioritarios. Todavía no hay nada concreto. El gabinete y las provincias están definiendo.
Entrevista de Ariel Basile
Fuente: Ámbito.com
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Parte del trasfondo, «Argentina necesita obras y China alimentos, son socios naturales», Será el Proyecto de Granjas destinada a la cría y engorde de cerdos. Sería interesante ver en este contexto como se manejan las políticas para este propósito.