El Gobierno afronta la deuda, pero sube el gasto social y frena la obra pública
La ejecución presupuestaria del primer mes de gestión de Alberto Fernández revela, aún de manera incipiente, cuáles son las prioridades que marcan la senda de su administración. En efecto, en este lapso el Gobierno aumentó con creces el gasto corriente (en particular, el gasto social), frenó en seco la obra pública y mantuvo a buen ritmo el pago de los intereses de la deuda.
El aumento del gasto en detrimento de los ingresos, que sufrieron una fuerte caída durante este primer mes de gestión, deterioró el frágil superávit primario heredado de la gestión anterior y profundizó el déficit financiero. Así lo advirtió en su último informe la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el cual corrobora el planteo que expuso el ministro de Economía, Martín Guzmán, hace diez días delante de los legisladores.
«En 2020 no es realista ni sostenible que haya reducción del déficit fiscal. Buscamos mantener una secuencia de tener en orden las cuentas, pero no se está planteando una reducción del déficit fiscal primario», enfatizó el ministro en el Congreso.
Los números de la ejecución presupuestaria dan fe de este cambio de ruta respecto de la gestión anterior. El informe de la OPC da cuenta que durante el mes pasado los ingresos totales sufrieron una caída real del 8,7% respecto el mismo período de 2019, mientras que el gasto creció un 2,3%, también en términos reales. Ergo, el resultado primario (que no incluye el pago de intereses de la deuda) quedó fuertemente resentido: alcanzó a casi $84.500 millones, un 30,2% menor en términos reales al alcanzado en igual mes del año pasado.
A la hora de abrir el grifo del gasto corriente, la flamante administración priorizó, en este primer mes, las prestaciones sociales (+7,7% en términos reales), las transferencias a las provincias (+8,5%) y el pago de los intereses de la deuda (+12,4%).
En lo que respecta a las prestaciones sociales, el rubro jubilaciones y pensiones tuvo una caída del 0,6% respecto del mismo mes del año anterior debido a que el reajuste interanual de los haberes previsionales por aplicación de la ley de movilidad se ubicó levemente por debajo de la suba de precios, precisa el informe de la OPC. El Gobierno procuró compensar esta caída con el subsidio extraordinario de hasta $5000 que otorgó a fin del año pasado a los jubilados y pensionados de más bajos ingresos, lo que hizo trepar el gasto previsional al 10,3% interanual en términos reales. Lo mismo sucedió con las pensiones no contributivas (+20,5% interanual).
Esta expansión del gasto previsional impacta fuertemente en la ejecución presupuestaria. Según se observa en la página oficial del Ministerio de Economía, este rubro ya consumió, en apenas un mes y medio, el 18,4% de la partida asignada. Cabe recordar que el gobierno de Fernández prorrogó el presupuesto del gobierno anterior y prometió enviar al Congreso un nuevo proyecto en abril o mayo próximos; todo indica que para entonces esta partida deberá ser actualizada si se mantiene este mismo ritmo de erogación.
No parece ser la intención del Gobierno: tras suspender la fórmula de movilidad que había establecido la gestión de Mauricio Macri, hace diez días benefició con una suba del 13% a los jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo, pero dejó afuera de este porcentaje a 2,7 millones de beneficiarios que cobran haberes superiores, que en cambio percibirán una suba promedio del 7%. Esto redundará en un ahorro para el Estado estimado en $5000 millones por mes.
Junto con las jubilaciones y pensiones, los programas sociales es otro de los rubros a los que Fernández volcó más recursos; en efecto, en este primer mes ejecutó un 12,4% por encima de la registrada en 2019 (5,6%). Para muestra basta un botón: en lo que va de año, el programa «Políticas Alimentarias» del Ministerio de Desarrollo Social ya consumió el 32,1% de la partida asignada de $25.472 millones, según se consigna en la página oficial del Ministerio de Economía.
Deuda pública
El pago de la deuda pública también se mantiene a buen ritmo. En este primer mes implicó un gasto de $85.041 millones, lo que significó una suba real del 12,4% respecto de enero del año pasado. Este incremento implicó un nivel de ejecución del 8,8% , lo que implicó 2,2% por encima del nivel registrado en enero de 2019, indica la OPC en su informe.
Como contrapartida de estas subas, el gasto de capital y los gastos de funcionamiento de la administración sufrieron una estrepitosa caída. En lo que respecta a los gastos de capital (obra pública) la caída fue del 62,1% interanual, originada en la disminución de todos sus componentes: inversión real directa (-98,5% interanual), transferencias de capital (-46%) e inversión financiera (-19,5%). Al observar el nivel de ejecución presupuestaria se puede observar que los principales programas destinados a obras de infraestructura -en especial, vialidad- registran porcentajes inferiores al 1% en este primer mes.
Por último, el Gobierno disminuyó significativamente los gastos de funcionamiento. El rubro de mayor peso dentro de estas erogaciones corresponde al gasto en personal que tuvo en enero pasado una contracción real del 7,8% interanual, reflejando que la variación salarial surgida de las negociaciones paritarias no logró compensar la suba de precios, indicó el informe de la OPC.
Fuente: La Nación
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