Lifschitz paralizó la obra más emblemática de su gestión: el Acueducto Desvío Arijón
El gobierno no cumplió con los pagos a la UTE encargada de llevar adelante la obra y 160 trabajadores fueron suspendidos.
El proyecto, anunciado en 2011, fue presentado como la inversión hídrica más ambiciosa de la historia de la Provincia. Su objetivo: cubrir la demanda de agua potable para más de medio millón de santafesinos en más de 90 localidades. Incluso se aseguró que el arribo de créditos internacionales facilitaría su continuidad y ejecución.
Sin embargo, tras sucesivas demoras en los pagos, las empresas Tecsa, Panedile y Eleprint, abocadas a la construcción del segundo tramo de la megaobra, dispusieron la restricción de los trabajos en marcha hasta que el socialismo haga efectivos los pagos correspondientes a la segunda mitad del año.
Como consecuencia, más de un centenar de obreros se volvieron a manifestar ayer en la ciudad de Santa Fe y reclamaron el dictado de la conciliación obligatoria, una medida que finalmente tomó el Ministro Julio Genesini aunque se trataría solo de un paliativo que lejos está de destrabar el conflicto.
Las empresas abocadas a la construcción del segundo tramo de la megaobra, dispusieron la restricción de los trabajos en marcha hasta que el socialismo haga efectivos los pagos correspondientes
Las firmas involucradas adelantaron que de no recibir los fondos ya no tendrán manera de seguir sosteniendo las fuentes laborales y trasladaron la preocupación al futuro gobierno y amenazaron con extender las medidas hasta el próximo 9 de diciembre y analizan posibles despidos.
En tanto, el secretario General de la UOCRA, Gastón Pissini, recordó que la irregularidad en los pagos a los obreros ha sido constante desde comienzos de año.
En diálogo con La Política Online, el representante del gremio reconoció que nadie tomó por sorpresa las suspensiones, aunque reclamó por una decisión política urgente en defensa de las fuentes laborales. «Las suspensiones sin goce de sueldo son un golpe para los laburantes. Por eso exigimos que se deje de hacer pagar los platos rotos a los compañeros», insistió.
Por parte del gobierno, que decidió no presentarse de una reunión con la empresa días atrás, no hubo definiciones. Tanto las firmas como el gremio recordaron que la última vez que las partes mantuvieron diálogos fue durante los primeros días del mes de septiembre. Durante ese encuentro, funcionarios de Lifschitz anunciaron el arribo de más de 130 millones de dólares destinados a financiar la obra; aunque ese dinero, por ahora, no habría llegado a término.
Fuente: La Politica on Line
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