La industria naval en crisis
Cada 12 de septiembre, la conmemoración del Día de la Industria Naval invita a reflexionar sobre la actualidad de la actividad, hacer balances y trazar perspectivas. Aunque los principales actores involucrados coinciden en valorar el potencial de este sector para desarrollar la economía argentina, generar empleo de calidad y sumar divisas del comercio exterior, a la hora de analizar la coyuntura se despliegan diferencias.
La Industria Naval en nuestro país está en crisis porque el Poder Ejecutivo Nacional veto parcialmente una Ley que establecía un apoyo del Presupuesto Nacional para promover una renovación de la Marina Mercante en especial de la vetusta flota de pesqueros, y la necesidad de recuperar el lugar que tenía nuestro país, en el transporte fluvial hoy totalmente desplazado por buques de bandera paraguaya y hasta boliviana.
En cuanto a la flota pesquera se firmó un convenio con España que permitiría la importación de buques de más de 30 metros de eslora (largo) merced a una reducción de la carga impositiva.
Esta situación se agrava porque YPF llamó a licitación para el transporte de combustible desde San Lorenzo a Barranqueras, y resultó adjudicataria la firma HoraMar de Buenos Aires, pero su propuesta establece que los remolcadores y barcazas se construirán en Paraguay, donde obtienen mejores condiciones y financiación.
Esto motivó una queja naval y gremial, porque no se prioriza la industria nacional.
La primera queja vino de la Cámara de la Industria Naval Argentina (Cina), por intermedio de su presidenta Silvia Martínez, que protestó porque YPF priorizó a un Armador que ofreció la construcción de una flota, en Astilleros Paraguayos, y destaca “que la Argentina (y podemos agregar Corrientes)” cuenta con Astilleros capaces de construir en tiempo y forma estas unidades, generando trabajo y fortaleciendo industrias conexas”.
Un ejemplo de esta crisis de la Industria Naval es en nuestra provincia, donde la única Industria Pesada, Astilleros Corrientes se encuentra paralizada por falta de demanda, pese a que en ella se construyeran dos plataformas de perforación submarinas, las primeras en Sudamérica, dando en esa oportunidad trabajo a más 2.000 obreros y técnicos, de Corrientes y Chaco, además se construyeron barcazas y remolcadores y buques tanques, y cuando un ente Estatal YPF, llama a licitación de transporte de combustible desde San Lorenzo a Barranqueras, puertos Argentinos, Cabotaje Nacional, asigna el transporte a un Armador que manifiesta construir su flota en Astilleros Paraguayos.
Los precios, ventajas impositivas y condiciones de financiación que ofrecen los Astilleros del Paraguay, hace que los Astilleros de nuestro país no estén en condiciones de competir, si no se adoptan las medidas necesarias que posibiliten en este caso, la puesta en marcha de Astilleros Corrientes y pueda competir con la oferta del Paraguay, es del caso que se tome contacto con la Empresa Horamar, Astilleros Corrientes S.A. y el Gobierno provincial para tratar de que se pueda competir con la oferta paraguaya y dar trabajo a más de 500 obreros y operarios, y además talleres subsidiarios pues se trata de la utilización de 20.000 toneladas de acero necesarios para todo lo que pretende construirse.
Astilleros Corrientes, fundado por mi padre Samuel Gutnisky, es la única Industria Pesada de la Provincia y está en condiciones técnicas y jurídicas para realizar esos trabajos, por lo que siguiendo con el empuje industrializador del actual Gobierno provincial, con reactivación de frigoríficos, la construcción de una fábrica de papel, y otras realizaciones se pueda reactivar también la Industria naval, dando un ejemplo de que removiendo obstáculos todo se puede.
Fuente: El Litoral
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