Los desafíos viales que tendrá el nuevo jefe comunal de Neuquén
Deberá finalizar grandes obras, firmar los contratos del EPAS y CALF, licitar el transporte público y ordenar el tránsito.
El flamante intendente electo tendrá grandes desafíos por delante a partir del 10 de diciembre. Si bien el actual jefe comunal le dejará las cuentas en orden y activos financieros por dos mil millones de pesos, le tocará a él ponerle el cartel de terminado a varias obras y resolver temas que alguna vez fueron disparadores de disputas entre el gobierno provincial y el municipio o con los vecinos de la ciudad.
Mariano Gaido deberá mudar su despacho y a todo su gabinete al nuevo edificio de la municipalidad en el oeste. Ya hay dos empresas que se presentaron a la licitación para la construcción de la quinta etapa, paso previo a la inauguración de la nueva casa. Pero además deberá resolver en qué transformará el viejo edificio de Roca y avenida Argentina.
En materia de obras públicas, deberá proyectar y ejecutar la ampliación de servicios para una ciudad que crece vertiginosamente y en este punto también será crucial resolver uno de los grandes problemas que tiene la capital: el tránsito desordenado e “irrespetuoso”. El nuevo jefe comunal tendrá que pensar cómo articulará la circulación de autos particulares en el centro de la ciudad cuando los carriles exclusivos del transporte público se inauguren. El problema central será que estas vías de colectivos restan dársenas de estacionamiento y metros al ancho de calles troncales.
La ruta 22 y su traspaso al municipio para convertirla en una gran avenida urbana es otro de los temas que encontrará disponible en el escritorio del despacho principal. Ya están dando vueltas varias propuestas, elevar la multitrocha para agilizar el tránsito desde el oeste al este y para evitar los embudos en el cruce con las avenidas Argentina y Olascoaga. La otra alternativa sería elevar el trazo de la avenida de norte a sur. En cualquiera de los dos casos, la decisión la tendrá que tomar el nuevo intendente.
Será su tarea resolver si finalmente avanzará con la construcción de la avenida que unirá el centro de la ciudad con el río Neuquén. En el caso que resuelva ir para adelante le quedará definir de qué manera lo hará ya que el proyecto de Horacio Quiroga cruzaba por tierras de la Universidad Nacional del Comahue y esto fue lo que generó presentaciones judiciales y el freno de la obra.
Una pesada mochila lo estará esperando a la vuelta de la esquina: el déficit que mantienen, pese a todos los intentos por resolverlo que se hicieron, el Instituto Municipal de Previsión Social. El último salvataje que se le dio fue el incremento de los aportes de los trabajadores activos. También se resolvió que del aumento salarial que se le otorgue a los municipales en ejercicio, el porcentaje del primer mes irá a la caja.Los activos lo cobran recién en el segundo mes.
Deberá realizar acuerdos entre las partes para firmar los contratos (vencido) de la cooperativa CALF y del servicio de agua y saneamiento de la ciudad, cuyo borrador está cajoneado desde 2012. En campaña Gaido firmar con el EPAS, el día después de las elecciones, es decir hoy.
La firma de este acuerdo que delimita responsabilidades de las partes y estipula sanciones por incumplimientos generó históricamente fuertes cruces entre el intendente Horacio Quiroga y el gobierno provincia, primero con el exmandatario Jorge Sapag y luego y hasta ahora con el gobernador Omar Gutiérrez. En 2021 encarará una nueva licitación para el servicio de transporte público de pasajeros, un tema por demás sensible para los vecinos de la ciudad.
En números
2021 vencerá el contrato para la prestación del servicio de colectivos, actualmente en manos de Autobuses Neuquén.
2.000 millones de pesos en activos financieros dejará el actual jefe comunal para su sucedor. Dice que además queda deuda cero.
Fuente: Diario Rio Negro
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