El Gobierno frena el inicio de nuevas obras y apuesta a inaugurar las ya comenzadas
Preparan un cronograma de corte de cintas durante la campaña electoral para los proyectos terminados; la gestión de Macri tendrá menos presupuesto y restricciones en los créditos
El Gobierno apelará al «corte de cinta», pero no iniciará grandes obras públicas nuevas en el año electoral que comienza. La gestión de Mauricio Macri no podrá excederse en el gasto para respetar la promesa de «déficit cero» ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con los proyectos de participación público-privada (PPP) caídos hasta nuevo aviso por la subida del riesgo país, Cambiemos no llamará a licitaciones de magnitud durante 2019. Por lo menos «hasta que cambie la macroeconomía», señalan fuentes oficiales.
Con la obra pública nueva prácticamente congelada, en el Gobierno tienen en carpeta una serie de inauguraciones de proyectos licitados en años anteriores. «El llamado a licitación es un anuncio, lo que vamos a mostrar es la concreción de obras finalizadas, es algo mucho más tangible», analizó un colaborador de la Casa Rosada que comenzó a trabajar en la ingeniería del año electoral.
Así, se espera que los ministros multipliquen sus viajes al interior para tomar las fotos inaugurales, en muchos casos junto a Macri. Según los números que circularon los últimos días por los pasillos oficiales, para 2019 el Gobierno tiene un presupuesto para obra pública de $184.217 millones que le servirá para continuar con la ejecución de los proyectos ya adjudicados y para cumplir sus obligaciones con las empresas constructoras. El Gobierno cerró 2018 devengando $171.766 millones sobre un presupuesto total de $197.000 millones en obra pública, según una planilla del 21 de diciembre a la que accedió LA NACION.
Para comparar los números es necesario tomar algunos recaudos. El presupuesto 2019 incluye los «Programas de Inversión Prioritarios (PIP)» que antes no se computaban por encima de la línea como gasto público y a partir de ahora sí, por el compromiso de sincerar los números ante el FMI. Además, las cifras no tienen en cuenta la inflación, que siempre impacta de lleno en el rubro de la construcción, por lo que, en términos reales, la reducción del año próximo será sustantiva.
El Gobierno reposará en el financiamiento que tiene apalabrado con organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Mundial. Son unos US$5600 millones de libre disponibilidad que llegarán con desembolsos mensuales.
El financiamiento del BID, por ejemplo, le permitirá al Gobierno inaugurar parques industriales en Añelo (Neuquén), donde está Vaca Muerta.
Suspensiones y actos
La suspensión de los nuevos proyectos de infraestructura, por caso, impactó de lleno en el mentado Plan Belgrano, la promesa de Cambiemos para revitalizar la infraestructura y las economías de las provincias del NOA y NEA. Días atrás los funcionarios anunciaron que se suspendió la construcción del puente Chaco-Corrientes, una obra de envergadura muy esperada en la zona. También quedaron en stand-by dos corredores viales que estaban previstos con modalidad PPP.
Desde la Unidad Belgrano destacaron en diálogo con LA NACION que «en el norte están en ejecución 6000 kilómetros de caminos» y que se continuarán las obras en el Belgrano Cargas y las de saneamiento en el Impenetrable chaqueño y en Tucumán, Salta y Catamarca.
Desde esa área, que depende de la Jefatura de Gabinete, pujarán para conseguir los fondos para terminar el corredor bioceánico vial -que va de Chile a Brasil-, al que le faltan 150 kilómetros de pavimento en Salta.
Con el ajuste sobre los hombros, en el Gobierno ya agendaron una batería de actos inaugurales en obras. Durante los primeros días del año, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, tiene previsto exhibir los primeros movimientos de máquinas en las rutas nacionales 3 y 7, dos corredores viales que se harán con modalidad PPP y cuyos contratos se habían firmado en una primera etapa, antes de que se suspendiera esa iniciativa por la suba del riesgo país.
Para 2019, está previsto exhibir avances en rutas nacionales en Misiones, Córdoba, Río Negro y Entre Ríos, y la finalización de un tramo de la ruta 40 entre Mendoza y Malargüe. Dietrich también llegará a exhibir buena parte de las refacciones realizadas en la terminal de Ezeiza y en otra veintena de aeropuertos del interior antes del fin del mandato de Macri. Un abanico de anuncios en distintas provincias que le permitirán al Gobierno mostrarse en época electoral.
En el listado de «obras a inaugurar» del Ministerio el Interior, en tanto, figuran trabajos urbanos financiados por Nación para las ciudades de Salta, Paraná (Entre Ríos), Mendoza, La Quiaca (Jujuy), Corrientes, Concepción (Tucumán), Posadas (Misiones), Córdoba y Ushuaia (Tierra del Fuego). El año electoral incluso dará para inaugurar obras en 15 comunidades mapuches de Neuquén.
Desde Transporte, en tanto, aseguran que no discontinuarán los trámites preliminares de los proyectos PPP para mejorar los corredores viales y para la realización del tren norpatagónico, a la espera de que cambien los vientos de la economía. «Estamos haciendo los pasos previos; es posible que la macro mejore con el avance del año», señalan. Una llama de ilusión en un año en el que, en palabras del Gobierno, «la campaña será la gestión».
Sin grandes licitaciones
El Gobierno no podrá licitar grandes obras públicas en 2019: no deberá excederse en el gasto y los PPP están caídos
Se espera una lluvia de inauguraciones de obras iniciadas en años anteriores
En 2018 hubo un presupuesto de $197.000 millones. En 2019 será de $184.000 millones
Fuente: La Nación
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