El Registro Nacional de Constructores: una brasa ardiente en la mano: Listas Negras
Desde el mes de agosto próximo pasado en que se conoció públicamente la existencia de los cuadernos de Óscar Centeno, el Registro Nacional de Constructores de Obras Publicas ha sido una caja de resonancia que las autoridades nacionales no saben cómo manejar.
En los anaqueles del Registro Nacional de Constructores están documentados todos los contratos de las obras públicas del período investigado, las uniones de empresas, las adjudicaciones, los montos de obras, los sobreprecios, los adicionales, los incumplimientos y los nombres de empresas; que completan el paisaje de la mega corrupción del gobierno Kichnerista.
Desde la aparición de listados de empresas y empresarios involucrados, imputados o procesados por el juez Claudio Bonadío, los funcionarios políticos no supieron cómo manejar un asunto tan espinoso y comprometido qué afecta tanto a ex funcionarios del gobierno anterior, como a empresas y empresarios, adversarios y amigos.
Las autoridades nacionales, por un lado hicieron alarde mediático de sanciones a las empresas sospechadas y por el otro lado no contaban con los instrumentos legales para aplicar tales sanciones dado que prevalece la presunción de inocencia y las empresas involucradas no están alcanzadas por la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial puesto que los ilícitos investigados fueron, supuestamente, cometidos con anterioridad a la sanción de la ley.
En esta circunstancia los funcionarios optaron por la peor de las soluciones, actuar fuera de la ley. Crearon una “lista negra” de empresas que distribuyeron entre los empleados del Registro, para que “cajonearan” las Capacidades de Obra y de Adjudicación de las Empresa aludidas.
Esa “lista negra” estaba conformada por cincuenta y ocho (58) empresas divididas en tres grupos, trece (13) empresas con “trámite de sanción por rescisiones”, otro de once (11) empresas a raíz de una causa penal ajena a delitos de corrupción y un tercero de treinta y cuatro (34) empresas vinculadas a causas de corrupción. La “lista negra” fue impresa en dos hojas, en papel sin membrete, sin firma y adherida a los monitores de los empleados del Registro.
Como era de esperar las empresas sancionadas de facto, en especial las grandes empresas, comenzaron ejercer presión sobre el Director del Registro y el Subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal, quienes no pudieron encontrar solución al asunto, porque las órdenes políticas los obligaban a sancionar a estas empresas pero no tenían argumento legal para hacerlo.
Esta situación de forcejeo y desesperación entre las más altas autoridades del Poder Ejecutivo, la Subsecretaría, el Registro y las grandes empresas afectadas, generó la “solución mágica” de pelotear el problema empaquetado junto al Registro a la Jefatura de Gabinete. Así surge el traslado del Registro Nacional de Constructores de Obras Publicas de un Ministerio de Obras Publicas a una Jefatura de Gabinete.
En estos momentos el registro es una brasa ardiente en la mano de quien lo tenga.
Lo notorio es que trasladaron el Ente “Registro Nacional…” pero no el personal, donde hay técnico de más de cuarenta de años de extperiencia, que son los únicos que conocen la metodología del organismo.
El «Ente» pasó sin técnicos en la Jefatura de Gabinete y el personal técnico quedo sin tarea en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Desde el lunes 11 del corriente en las oficinas de Esmeralda 255. Piso 9º Ofic. 902 no se emite el Certificado de Capacidad ni de Adjudicación porque allí ya no está el Ente. Y en la Jefatura de Gabinete tampoco porque no cuentan con el plantel de personal. Mientras tanto los organismos comitentes siguen exigiendo la presentación de estos documentos para presentar ofertas o para convalidar contratos. Y los afectados son las empresas constructoras.
Se espera en los próximos días una solución, que no la podemos adelantar porque quienes tienen que tomarla tampoco la saben.
Hay soluciones simples, legales y viables, pero para eso los funcionarios políticos tienen que avenirse a escuchar las recomendaciones de los funcionarios de carrera, los empresarios y los especialistas en el tema. Cosa que no siempre están dispuestos a hacer.
Ing. Miguel Gomez Nieto
Director ConstruAr
Fuente: Gomez Nieto Consultores Asociados
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