Construyendo anomia: Decreto 1169/2018
Echaron a la Cámara del Registro
La Anomia, es ausencia de normas para regular la vida social, es una enfermedad de la sociedad, a la que se arriba por ausencia efectiva de las normas o un incumplimiento paulatino de ellas o falta de autoridad de aplicación y también en algunos casos, como este, se la construye, con fines ocultos o impericia.
En un mismo decreto (Decreto 1169/2018) se deroga una norma (Decreto N° 1724/93) y se le da continuidad a la vez.
ARTÍCULO 14.- Derógase el Decreto N° 1724/93
ARTÍCULO 15.- DISPOSICIÓN TRANSITORIA. Establécese… que continuará… vigente el Reglamento del Registro Nacional de Constructores de Obras Públicas, que como Anexo I forma parte integrante del Decreto N° 1724/93.
El Decreto N° 1724/93, es una norma que posee seis (6) artículos de forma y un Anexo I, que es su razón de ser. Entonces, cual es el sentido de derogar una norma y a la vez continuarla?
De eso se tratas esta nota, de desvelar las ocultas intenciones de los funcionarios. Para ello nos tenemos que remitir a una autoridad en la materia, Carlos Santiago Nino (1943-1993) quien debió escribir su obra cumbre para entender este fenómeno en la República Argentina, lo cual expone brillantemente en su libro “Un País al Margen de la Ley”.
Para llegar a la anomia, a la no norma, se necesitan varias condiciones, la primera es la falta de consenso, la segunda es la ausencia de claridad en la redacción y con ello una interpretación ambigua de la norma y la tercera la inexistencia de una autoridad de aplicación. El Decreto 1169/2018 cumple con las tres condiciones. Crea anomia institucional como política de estado.
Existe una intencionalidad oculta, un Decreto que no se menciona en ninguno estos articulados y es el Decreto 1621/99. Al derogarse el Decreto 1724/93 deja de tener vigencia el Decreto 1621/99 porque esta norma era modificatoria de la primera.
El Decreto 1621/99 se firmó el 9/12/99, horas antes que Carlos Menem dejara la Presidencia y por esa norma se incorporó la representación de la Cámara Argentina de la Construcción al Consejo del Registro.
Así como en 1999 se incorporó, subrepticiamente, la Cámara al Registro, ahora entre los brindis de Navidad y fin de año, la expulsaron.
Así se genera la “anomia boba”, que describe Carlos Nino, como una inobservancia de la ley que no favorece a nadie.
Es un fracaso en el ejercicio de la autoridad, es una patología que se contagia del poder y se transmite a la sociedad. Su víctima es siempre el ciudadano. Los victimarios, aquellos que ocupan transitoriamente posiciones de poder.
Al final de la historia la “anomia boba” perjudica a todos.
Ing. Miguel Gomez Nieto
Director ConstruAr
Normas citadas:
Suscripción a
Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.
Complete sus datos para suscribirse.