Pobreza y cemento. El centralismo en la obra pública y su impacto social
En vísperas de Semana Santa Macri pudo dar el anuncio que más esperaba: bajó la pobreza. Según los números del INDEC, ese índice se redujo de 30,3 por ciento en el segundo semestre de 2016 a 25,7 por ciento en igual período del año pasado. Las razones de la mejora hay que buscarlas en el microclima de bienestar preelectoral que imperó durante buena parte del último semestre del año pasado, alimentado por una cuantiosa inversión nacional en obra pública y un atraso cambiario que actuó como ancla de la inflación durante buena parte del segundo semestre de 2017.
El análisis desagregado muestra marcadas diferencias en el comportamiento de la pobreza en las distintas ciudades que releva el INDEC. Se redujo más pronunciadamente en Cuyo, la región Pampeana y el NOA, mientras que en el NEA aumentó.
Tal heterogeneidad está directamente relacionada a decisiones políticas del Gobierno nacional. La mayor reducción interanual de todo el país se registró en San Juan (de 43,5% a 27,2%), jurisdicción que fue beneficiada por la quita de las retenciones a las exportaciones de la minería, lo que generó una recuperación de ese sector. Otro tanto ocurrió en Gran Buenos Aires, uno de los territorios más beneficiados por la obra pública y por el reparto de los fondos federales, allí la pobreza cayó de 29,6 a 25,5 por ciento.
Ambos datos contrastan con el relevado en Posadas donde la pobreza aumentó de 28 a 28,6 por ciento. La capital provincial pasó de estar 2,3 puntos por debajo del promedio nacional en el segundo semestre de 2016 a superar por 3 puntos esa medida en igual período del año pasado.
Analistas coinciden en atribuir a la obra pública buena parte de la reducción de la pobreza medida a escala nacional, de allí que las provincias más beneficiadas con las inversiones en infraestructura dispuestas por Nación fueran también las que tuvieron variaciones más positivas en la medición de pobreza.
Cruzando datos del INDEC con estadística del IERIC puede observarse que, salvo casos puntuales como el referido de San Juan, allí donde se despachó más cemento y la construcción generó mayor número de empleo, mayor fue la reducción de la pobreza.
Las variaciones interanuales más significativas en despachos de cemento (de 2016 a 2017) se dieron en Catamarca y Tucumán, lo que se explica principalmente porque el Plan Belgrano está poniendo mucho más interés en el NOA que en el NEA. En las capitales de esas provincias la baja de la pobreza fue bastante más pronunciada que en el promedio nacional, en Catamarca fue de casi 8 puntos y en Tucumán fue de 6 puntos.
Los demás aglomerados urbanos en los que se redujo significativamente la pobreza son los que integran la Región Pampeana y los partidos del Gran Buenos Aires, allí este índice se redujo 5 puntos en promedio.
Nuevamente puede establecerse una relación directa con el comportamiento de la construcción. En su informe de coyuntura de marzo, el IERIC señala que “como se ha venido analizando en las ediciones pasadas del presente informe, el proceso de recuperación de la construcción resulta significativamente más intenso en el conjunto de las Grandes Jurisdicciones (se refiere a Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe)”.
En esas cuatro jurisdicciones el consumo de cemento se elevó 14,7 por ciento de 2016 a 2017, mientras que las demás llegaron solo a un 8,1 por ciento. En relación a esas mismas provincias, el IERIC revela un dato por demás sorprendente: allí se ubicaron nueve de cada diez empleos que generó la construcción en el último trimestre de 2017, lo que permitió que en esas provincias se superaran los niveles máximos de 2015, cosa que no ocurrió en el resto del país.
Todo indica que la tendencia se pronunciará este año, ya que el 26 por ciento del total de recursos presupuestados para 2018 en obras financiadas por la Nación se destinará a Buenos Aires, 11 por ciento a Santa Fe y 7 por ciento a Córdoba. Uno de cada cuatro pesos que Argentina invierta este año en obra pública se destinará a la provincia que gobierna Eugenia Vidal.
En Misiones el crecimiento de la construcción fue mucho más moderado en 2017 y llegó después de una pronunciada caída de 2016, lo que hizo que los niveles de actividad todavía estén lejos de los de 2015. Los despachos de cemento aumentaron 2,5 por ciento en 2017, pero en 2016 se habían reducido más de 9 por ciento.
Algo similar ocurrió con la cantidad de trabajadores registrados en ese sector: en Argentina aumentó casi 10 por ciento en 2017 con relación al año anterior, pero en Misiones la suba fue más modesta, de solo 3,6 por ciento.
El tema preocupa a la filial local de la UOCRA, cuyo presidente Héctor Vallejos advirtió que la demanda de empleo en la provincia por parte de la obra pública cayó en picada en 2016 y se recuperó solo parcialmente el año pasado. El dirigente lo atribuyó a la discontinuación de las políticas de construcción de vivienda con fondos del estado nacional.
El crecimiento desparejo de la construcción responde principalmente a una distribución inequitativa de la obra pública, más concentrada en los grandes centros urbanos. El Plan Belgrano, que se había propuesto desde el Gobierno nacional como la herramienta para desarrollar la infraestructura del norte del país, está destinando mucho más dinero a las provincias del NOA que a las NEA, lo que impacta negativamente en Misiones.
Pero las diferencias también se explican por una política de impulso al crédito hipotecario que está pensada para las grandes ciudades y tiene poca aplicación en las provincias con menos ingresos. A diferencia del Procrear de los años del kirchnerismo, que tenía un componente de subsidio que permitía que personas con menores ingresos accedieran al crédito, los préstamos UVA no ofrecen mayores facilidades.
Desde las gerencias locales de varios bancos que operan con créditos hipotecarios indexados en UVA, explicaron que el año pasado hubo muchas consultas en Misiones por ese tipo de producto financiero, pero la gran mayoría de los interesados no conseguía calificar o el monto que el banco estaba dispuesto a prestarle no alcanzaba para construir o comprar una casa.
En casi todos los casos, el problema es que la enorme mayoría de los misioneros no acreditan ingresos suficientes para acceder a un crédito del orden del millón de pesos, que es el monto del préstamo hipotecario promedio.
Pobreza de frontera
Otro de los factores que incide para que la pobreza aumente en Posadas al tiempo que se reduce en las grandes ciudades del país tiene que ver con la persistencia de las asimetrías con Encarnación.
Mientras el Gobierno nacional sigue retrasando la reglamentación del artículo 10 de la Ley Pyme y por regla general se muestra reticente a reconocer las particularidades regionales que se expresan en el extenso y heterogéneo territorio nacional, la economía de la capital provincial sufre las consecuencias de competir en desventaja con su vecina paraguaya.
Para el sector privado de casi todo el país, 2017 fue un año de recuperación después de la recesión del año anterior, pero a Posadas la reactivación todavía no llegó. Según datos del municipio, la facturación del sector privado el año pasado aumentó por debajo de la inflación por segundo año consecutivo.
La comparación entre la variación entre la facturación en Posadas y el promedio nacional arroja resultados reveladores respecto a la incidencia de las asimetrías. En 2016 la facturación de las empresas de la capital provincial aumentó 16 por ciento en relación a 2015 y a escala nacional subió 30 por ciento, casi el doble. Posadas ese año perdió por 20 puntos contra la inflación, mientras que el promedio nacional también perdió, pero solo por 6 puntos.
En 2017 se repitió la relación. La facturación en Posadas creció la mitad del promedio nacional: 22 y 39 por ciento respectivamente. Esta vez el promedio nacional de facturación le ganó por 14 puntos a la inflación, mientras que Posadas volvió a perder, esta vez por 3 puntos.
En lo que va de 2018 la tendencia no parece modificarse. La comparación interanual del primer bimestre marca una suba de la facturación interanual de 19 por ciento para Misiones y de 39 para el promedio nacional. De nuevo, Posadas crece la mitad que el resto y por debajo de la inflación.
El boom del turismo
Misiones volvió a ser este año el destino más demandado por turistas en Semana Santa. A Cataratas ingresaron alrededor de 12 mil personas por día y en la ciudad literalmente no cabía un alfiler. Varios hoteleros de Puerto Iguazú se las vieron en figurillas para alojar a todos sus huéspedes. Apelando a un remanido artilugio comercial, algunos sobrevendieron habitaciones para cubrirse de eventuales cancelaciones, llegada la fecha no faltó nadie y hubo que recurrir al ingenio para cumplir con los compromisos asumidos.
Los que llegaron sin reservas a la ciudad de las Cataratas, debieron probar suerte en Foz o en ciudades misioneras aledañas. Restaurantes y locales comerciales tuvieron niveles de actividad récord y las colas en ambas cabeceras del puente Tancredo Neves tuvieron extensiones inusitadas.
Más allá de los vaivenes de la economía y de la política argentina e incluso a pesar de un tipo de cambio que no siempre ayuda, el turismo en Misiones exhibe una solidez poco común en un país en el que la inestabilidad pareciera la norma. La imponente presencia de las Cataratas es factor determinante para que se produzca este fenómeno, pero también lo es la continuidad de una política de estado que hace 15 años apuesta al turismo como fuente de generación de recursos.
En ese sentido, el caso del turismo en Misiones es una clara demostración de lo que ocurre cuando un estado tiene un recurso valioso, diseña una política coherente para desarrollarlo en conjunto con el sector privado y la sostiene durante más de una década.
Muchos fueron los hitos que marcaron el crecimiento del turismo en Misiones en los últimos 15 años, pero sin dudas el más significativo fue la elección de las Cataratas como una de las siete maravillas naturales del mundo. Desde el inicio de la campaña promocional que llevó al atractivo misionero a tan alto sitial, la afluencia de turistas no paró de crecer y las proyecciones para el mediano plazo anticipan un nuevo boom potenciado por el incremento en la conectividad aérea, que vendría a mitigar una de las principales limitantes que tiene actualmente el sector.
Si Cataratas fue la vedete de Semana Santa para el turismo, el epicentro cultural y espiritual volvió a ser el tradicional evento en las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio. Más de 8.000 personas colmaron el patio central de la emblemática construcción erigida por los Jesuitas para participar de una noche que inició con la Misa Popular de las Misiones, continuó con la actuación de artistas locales y cerró con un show de Jairo y Baglietto.
Desde el Gobierno provincial destacaron la calidad de los espectáculos presentados y la masiva concurrencia de público. Consideraron que eventos como el que tradicionalmente se realiza los jueves santos en San Ignacio son una marca registrada el espíritu misionerista, porque revalorizan los orígenes, las creencias y la cultura local. “En un mundo donde la globalización ha fragmentado los espacios, cobra más relevancia el hecho de volver a lo local y desde ahí darle sentido a la modernidad”, reflexionaron.
Más caminos para el desarrollo
Las repercusiones turísticas y culturales de Semana Santa no fueron la única noticia importante de la semana para Misiones. Se inauguró el pavimento sobre la ruta 8 que conecta las localidades de 25 de Mayo y Campo Grande. Se trata de una vía de gran importancia para la producción, especialmente en la zona de 25 de Mayo porque aporta una conexión más directa desde esa localidad a la ruta 14, uno de los ejes de la estructura vial de la provincia.
Para el Gobernador Passlacqua, que inauguró la nueva ruta junto a los directores de Vialidad Nacional -Javier Iguacel- y Provincial -Leonardo Stelatto- la concreción de la esperada obra representa un nuevo resultado positivo de la relación de oposición constructiva que mantiene el Gobierno provincial con su par nacional.
Desde el Gobierno provincial destacan el mutuo respeto y caballerosidad que posibilitan en desarrollo de acciones conjuntas con el Gobierno de Macri “a pesar de que Misiones es opositora y siempre ha marcado un espíritu rebelde para con los mandamás de la Nación”.
Consideran que a pesar del crecimiento exponencial que tuvo Cambiemos en todo el país, la renovación supo conservar en Misiones su espacio como representante de lo local. “Es el día a día y es el que golpea la mano en la casa del vecino para preguntarle en que lo puede ayudar. No genera divisiones ni peleas políticas que no le interesan a la gente”, afirman.
Ese trabajo diario se traduce en políticas que muchas veces requieren la sanción de leyes para desarrollarse en un marco adecuado. Una de ellas es el proyecto de ley del Observatorio Astronómico que se tratará cuando la Legislatura inicie su período de sesiones ordinarias. El nuevo espacio estará vinculado a la Escuela de Robótica y a la ley de Educación digital que pondrán a disposición de los niños misioneros temas de vanguardia para impulsar la superación intelectual. “La frase ‘atrévete a saber’ de Carlos Rovira cobra ahora trascendental importancia para que los niños de Misiones crezcan animados a aceptar ese al desafío y tengan a mano las herramientas para cumplirlo con éxito”, señalaron los impulsores del proyecto.
Fuente: Misiones Online
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