Todos aceleran en las represas, pero no pueden ir a ningún lado
Antes criticábamos la metodología unilateral y demagógica del kirchnerismo, quienes proyectaron e impulsaron la realización de las represas, bajo la crítica furibunda de la oposición, los mismos que hoy a cargo de la obra, hablan maravillas de su terminación.
Conformado el proyecto de las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa, sobre pilares absolutamente discursivos y trabajos previos de la obra civil, porque de la obra en sí nada se puede hacer debido a la traba legal que existe ante el incumplimiento del tema ambiental, cuestión sobre la cual no se expidió aún la Corte Suprema de Justicia, el gobierno nacional hace más de un año que viene dando “por hecho” que las represas “se hacen o hacen”. Lo dijo Aranguren cuando anduvo por el campo junto a Eduardo Costa, coreado por los cánticos felices de los afiliados de la UOCRA, históricos paladines de la justicia K, quienes les han servido de muralla contenedora, mano de obra desocupada y golpeadores a tiempo completo, cada vez que el gobierno provincial los necesitó para contener a los gremios que le reclaman salarios dignos y pago en tiempo y forma.
Recientemente en El calafate se hizo una reunión, de esas necesarias para que el tema no baje de la agenda pública, encabezada por el subsecretario de Infraestructura Energética, ing. Alberto Bruzaco quien aseguró “la buena recepción de la UOCRA a este proyecto” dejando aclarado que se habían reunido con el delegado, Carlos Romero, un hombre que ha dicho públicamente admirar a Cristina Fernández cuando estaba en el poder y hoy se abraza con las autoridades de turno y lo más tragicómico, lo cual desnuda la hipocresía en la que estamos envuelto dentro del discurso político, fue cuando el propio Subsecretario dijo “es necesario cambiar el paradigma de la obra pública como obra larga y cara y para eso, se debe eliminar de cuajo la corrupción.”
Es al menos raro, entender las palabras del señor Burzaco y creerle, por cuanto si el objetivo es eliminar la corrupción de cuajo, el gobierno de Mauricio Macri lo disimula muy bien, ya que la empresa encargada de construir las represas en UTE con las chinas, hablamos de Electroingeniería, es una eslabón indisimulable de la enorme corrupción que atravesó la década ganada (para algunos) y se prolonga en el presente. UN caso similar a CPC en la obra pública de zona norte, cuando Dietrich e Iguacel, desoían cualquier crítica sobre la nefasta empresa del corrupto Cristóbal López y así terminamos.
Decir públicamente que se debe eliminar la corrupción de cuajo y sostener a una estructura empresaria corrupta como la empresa de Ferreyra, es un contrasentido. Como en política no hay ningún inocente, está claro que el Subsecretario de Energía, envalentonado por el discurso ante un auditorio aplaudidor y condescendiente, sencillamente, omitió decir la verdad.
Pero pensemos: si desde que asumió este gobierno viene diciendo que la obra “ya comienza” y no comienza; si esto no es más que la continuidad de un modelo de promesas incumplidas del anterior gobierno que extendió hasta el paroxismo los plazos y nunca pudo concretar nada, no solo porque estaban haciendo todo mal, sino porque era necesario facturar millones en el camino, lo cual este gobierno nunca denunció ni investigó; si en plena campaña en el mes de octubre Aranguren aseguró que las represas comenzaban en pocos meses; si ahora hasta llegaron a ponerle fecha de inauguración (faltarían 1.428 días (3 años y 9 meses). ¿Estos son “pocos meses”) a la turbina de La Barrancosa y desconocen sin ponerse colorados la traba legal que existe por incumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental en el ecosistema y la falta de un estudio de impacto por el tendido de alta tensión, no hay mucho para discutir: o nos están mintiendo o nos toman por tontos.
Está claro que el gobierno quiere “acelerar las obras de las represas”, el problema es que hasta ahora, no ha logrado mover ni un solo metro, desde la línea de largada. Y lo peor, es la ligereza con la cual maneja el mensaje, abriendo preinscripciones para trabajar en la obra, alentando que falta muy poco y promoviendo la esperanza de “la inminencia”. Sin embargo, esa “inminencia”, la venimos escuchando desde el año 2012 y jamás se hizo nada.
En definitiva no hay sinceridad en el gobierno nacional como lo la hubo en el anterior y no existe en el provincial. Hoy Mauricio Macri tiene la responsabilidad de administrar al obra y fundamentalmente, decir la verdad. En el tema de las represas Cóndor Cliff-La Barancosa, este gobierno son más las cosas que ha ocultado y oculta, que las denunciadas y develadas, que alguna vez fueron parte de las denuncias públicas hechas por sus representantes en la provincia.
Fuente: Opis Santa Cruz
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