Ampliarán la superficie de Plaza de Mayo con la reducción de cuatro carriles
Las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen cederán espacio para senderos peatonales y más veredas; la puesta en valor ya comenzó y debería culminar durante el primer cuatrimestre de 2018
La Revolución de Mayo en 1810, el bombardeo de 1955, las marchas de las Madres, los festejos por el Mundial de 1986 o la represión durante la crisis de 2001. Si hay un lugar que fue protagonista de los hechos más importantes de la historia ese es la Plaza de Mayo, escenario de concentraciones y manifestaciones que tienen eco en todo el país. Esa plaza, también testigo de la segunda fundación de la ciudad de Buenos Aires, ingresó en una etapa de transformación que culminará con mayor cantidad de espacio público ganado al asfalto.
El cambio más importante de la obra, que ya comenzó y que debería culminar durante el primer cuatrimestre de 2018, será el aumento de veredas y senderos peatonales ganados a dos carriles de las avenidas Hipólito Yrigoyen y Rivadavia. De esta forma la superficie de espacio verde de la plaza aumentará en 730 metros cuadrados.
La Plaza de Mayo es la más antigua de la ciudad y el proyecto fue concebido con el fin de mantener la traza original donde el eje central estaba despejado y atravesaba tres espacios circulares flanqueados por grandes canteros verdes con fuentes ornamentales. Otro de los puntos centrales de la transformación es la recuperación de esa configuración.
La Pirámide de Mayo, el primer monumento nacional construido en 1811 para conmemorar el aniversario de la Revolución, fue restaurada. A su entorno se reincorporaron cuatro estatuas (La Navegación, La Industria, La Geografía y La Astronomía) después de 105 años. Las figuras fueron parte de la Pirámide hasta 1912, año en que se colocaron en la plazoleta San Francisco, en Defensa y Alsina.
El perímetro de la Pirámide tiene un fuerte valor simbólico, no sólo por los pañuelos blancos pintados en el piso, sino también por las marchas que realizan todos los jueves las Madres de Plaza de Mayo. «Estamos al tanto del proyecto, nos consultaron. No podemos meternos en los planes de modernización de la plaza, pero queremos que nos respeten nuestro espacio para poder seguir haciendo nuestras rondas de los jueves, con el andar cansino pero con el mismo mensaje de siempre de verdad y justicia», le dijo a LA NACION Nora Cortiñas, de la línea fundadora. «A la Plaza las hacemos las Madres, por eso no tenemos preocupación», agregó.
El espacio ganado al pavimento servirá para colocar árboles en dos hileras; también habrá 450 metros cuadrados de nuevo espacio verde en el entorno de la Casa Rosada, donde comenzó la puesta en valor.
Fuentes oficiales dijeron que aún no se definió cómo se abordará la situación del acampe que desde 2008 mantiene la Asociación Civil Campamento TOAS Plaza de Mayo, integrada por unos 390 ex soldados que reclaman ser considerados ex combatientes de Malvinas. Por el momento los trabajos se están realizando en otro sector.
La ubicación de la tienda del TOAS no es casual porque desde allí se visualizó su reclamo hacia todo el país. «Es el lugar donde retumba todo, el centro de poder del Gobierno y también de los vecinos. Esa importancia se mantuvo durante siglos porque es el eco de la gran manifestación», consideró el historiador y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, Fernando Rocchi. «Las Madres van a la Plaza porque es el lugar donde nace todo; el 25 de Mayo es en el Cabildo, es el lugar emblemático de la política argentina y también donde el pueblo se expresa», agregó Rocchi.
Ese rol para la sociedad se generó, según Daniel Kohen, profesor de Historia Argentina y Latinoamericana en la Facultad de Sociales de la UBA, el 17 de octubre de 1945. «Ese día se podría resumir como ‘los márgenes del pueblo yendo hacia el centro’. Cuando se leen las crónicas de esa época los porteños veían sorprendidos las columnas de gente marchando desde el conurbano», contó Kohen. «A partir de ahí hubo un quiebre para el uso de la plaza. Antes de 1945 las manifestaciones y movilizaciones ocurrían en plaza del Congreso. El 17 de octubre de 1945 hubo una apropiación de la Plaza de Mayo de sectores que en ese momento estaban en los márgenes de la sociedad», expresó el docente.
La transformación de la Plaza de Mayo demandará un presupuesto de $43.800.000 millones. El proyecto estará a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, y busca poner en valor un lugar tan emblemático para los argentinos. Un espacio que dio cuenta de los orígenes de la ciudad y la república y los hechos más dramáticos de la historia.
Fuente: La Nación
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