Cómo son las nuevas construcciones pensadas para adultos mayores
La tendencia se conoce como senior living; son propiedades con pasillos y puertas más amplias, y servicios optimizados para los hábitos de personas en la tercera edad.
Las propiedades pensadas para un público de la tercera edad surgen en el mercado local y aprovechan la segmentación para diferenciarse. Se trata, en concreto, de inmuebles que además de tener pasillos y puertas más amplias y hasta ascensores camilleros, cuentan con una variada gama de servicios destinados a optimizar la salud, la seguridad y el ocio de los adultos mayores.
El concepto también conocido como senior living, senior resort o assisted living nació en los Estados Unidos, a fines de los años 70, aunque tuvo su expansión más fuerte a partir de los ´90. A grandes rasgos, se trata de complejos habitacionales pensados para personas retiradas que buscan mantenerse activas. Se estima que en el país del Norte ya hay unos 40.000 emprendimientos de estas características.
En Europa, la costa del sol española con su clima templado, también ofrece numerosos ejemplos en este sentido, dirigidos a la población mayor extranjera -sobre todo alemanes y británicos-, que buscan un lugar cálido, amable y luminoso para disfrutar de su jubilación. Con ese foco, en Marbella, Estepona y Torremolinos, entre otras ciudades, proliferan este tipo urbanizaciones de lujo, que ofrece viviendas para gente de más 55 años.
En la Argentina, uno de los desarrollos orientados a este segmento se levantará en Ayres Vila, la iniciativa de Pilar que demandará US$ 210 millones de inversión total. Según explica Javier Rius, gerente General de Ayres Desarrollos, las senior residences, son un producto inmobiliario que tiene dos variantes: «Por un lado, están los departamentos sin asistencia que se adquieren como cualquier propiedad aunque éstos cuenten con conserjería y un botón antipánico; y, por el otro, están los que tienen distintos grados de asistencia que funcionan como un negocio de hotelería», detalla.
En Pilar trabajarán las dos ofertas. «Nos fondearemos con socios para desarrollar los proyectos destinados a adultos que necesiten asistencia y, posiblemente, hasta formemos una cadena hotelera», anticipa Rius. En una primera etapa, se enfocarán en las residencias para los adultos que no requieran atención médica permanente. «Para ellos, pensamos departamentos grandes, de unos 90 m2. Las medidas fueron las recomendadas por los gerontólogos, que hicieron hincapié en las recepciones amplias de manera que sus moradores puedan llevar sus propios muebles al lugar. Además, la idea es que los nietos se queden a dormir», detalla.
Rius perfila al cliente como un ABC1, residente en la zona, «que se achica»; dicho de otro modo, que se desprende de una propiedad grande, familiar. «Analizadas como inversión, las senior residences también son una opción de inversión ya que su rentabilidad es ligeramente superior a la que brinda el alquiler de una unidad estándar», apunta el gerente General, para quién la oferta de este producto seguirá creciendo de la misma manera que actualmente lo hace la demanda.
Departamentos y condo hotel
En Nordelta, Antares, pionero del negocio en la Argentina, ya exhibe concluida la primera de las tres etapas que demandará el proyecto. En concreto, finalizaron las 150 unidades distribuidas en tres edificios especialmente preparados para el target senior ya que, por ejemplo, cuentan con un health center, grupo electrógeno y rampas, entre otras disponibilidades. «Los proyectamos para gente mayor e independiente», precisa Lucas Smart, cofundador de Panoramax desarrollos inmobiliarios, responsable del emprendimiento.
El master plan contempla otros dos desarrollos, dirigidos a dos submercados distintos, sobre los dos terrenos de este emprendimiento que totalizan 18.000 m2. «El de la próxima etapa está enfocado en gente que necesita algún tipo de asistencia y a la que, por ejemplo, se le brinda las cuatro comidas», ilustra Smart. De acuerdo con el desarrollador, a diferencia de los departamentos que hoy integran Antares, esta opción se comercializará de una manera similar a la de un condo hotel. «Se firma una escritura pero se cede la administración de la unidad», detalla Smart, en relación al formato inmobiliario. En este caso, el precio del m2 asciende a US$ 2400. «Estimamos una renta importante en dólares de este producto, un 16 por ciento anual», detalla el cofundador de Panoramax, empresa que, para una tercera etapa, se propone levantar en Antares «el geriátrico más importante del país».
Pablo Marchetto, presidente de Aires de Martínez, por su parte apostó $ 30 millones en un proyecto que inauguró en octubre del año pasado y en el que las unidades no se venden. «Quienes viven pagan un fee mensual», afirma el ejecutivo. «Las residencias premium no buscan ser un mejor negocio sino un mejor lugar, donde la persona tenga además de un lugar físico donde estar, contención y estimulación para ganar calidad de vida en sus últimos años. Son residencias que suelen ser para menos residentes, logrando un trato más personalizado», afirma Marchetto.
Aun cuando en la Argentina la oferta y demanda de senior residences se canaliza a través de una compraventa tradicional o bien apelando a un formato similar al del condohotel; en otras latitudes hay otras variantes. En Florida y en la costa oeste de los Estados Unidos, mercados en los que el negocio está más desarrollado, los futuros moradores pueden ceder los derechos de sus viejas viviendas a cambio de ocupar una residencia senior de por vida.
Fuente: La Nación
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