Una década perdida para el acueducto de Rafaela
En 2007 la obra para mejorar la provisión de agua potable para Rafaela estaba a punto de licitarse. Casi una década después aún es un proyecto pendiente.
El inicio del acueducto a Rafaela, en Desvío Arijón a la altura de la Autopista Santa Fe Rosario, está casi igual que hace un año y medio cuando apenas se tendieron caños en un trayecto de 500 metros.
La construcción del nuevo acueducto para Rafaela se encamina a dejar la dimensión de la «promesa», que ocupa desde hace una década al menos, para avanzar en el plano de los hechos concretos. Al menos si se tiene en cuenta que la obra ya dispone de partidas en el presupuesto provincial del próximo año y que el ministro de Economía, Gonzalo Saglione, dijo que se encuentra en plena elaboración de los pliegos para una licitación que comprenderá cinco frentes de trabajo para acelerar la ejecución.
El gobierno provincial espera transitar sin dificultades los últimos pasos administrativos y conseguir los avales para tomar un crédito de 80 millones de dólares del Fondo de Abu Dhabi, con lo que financiará la mitad del acueducto, el cual no sólo mejorará la provisión de agua a Rafaela sino también a otras localidades como Sunchales y Susana. En tanto, el resto de los recursos necesarios serán aportados por el Gobierno provincial, que también busca financiamiento mediante la emisión de títulos públicos en el mercado internacional.
Los críticos del gobierno provincial recuerdan que al final de la gestión del gobernador peronista Jorge Obeid, en 2007, se había avanzado sustancialmente en la licitación del proyecto. Sin embargo, cuando asumió Hermes Binner optó por dar marcha atrás, esto es casi nueve años atrás. Mucho tiempo.
Desde ese 2008 hasta ahora hubo una infinidad de cruces entre el gobierno provincial del Frente Progresista y la Municipalidad de Rafaela. ¿Avances? Al menos ya se construyó la planta de captación y potabilización en Desvío Arijón, lo que constituye la primera etapa de la obra, pero aún falta el tendido de los caños desde la costa hasta Rafaela.
Antes de las elecciones provinciales del 2015, el gobernador Antonio Bonfatti adelantaba el inicio de la colocación de los caños en una visita a esta ciudad. Efectivamente esa etapa comenzó e incluso se coordinó una visita a la zona junto a periodistas de esta ciudad.
Sin embargo, fue un montaje electoral ya que la obra nunca pasó del tendido de unos 500 metros de caños al costado de la Ruta 36S, y su intersección con la Autopista Santa Fe – Rosario. Así lo había demostrado este Diario en un artículo publicado el 20 de septiembre del año pasado tras recorrer el sector donde no había movimiento alguno.
¿Y ahora? Actualmente la obra no registra avances para destacar en relación a lo que sucedía un año atrás cuando LA OPINION visitó el lugar. La diferencia es que una solitaria máquina comenzó a realizar un zanjeo en forma paralela a los mismos caños que se encuentran tendidos desde hace un año y medio sobre la ruta provincial 36S en un tramo de apenas 500 metros de longitud. Muy poco para una obra presupuestada en 160 millones de dólares.
Dos operarios que controlan la máquina es lo único que podía verse en el lugar el pasado viernes. Es decir, lo mismo que se podía observar en marzo del año pasado cuando se anunció el inicio de la obra o el 19 de septiembre de 2015 cuando LA OPINION estuvo en el lugar. La única diferencia es que ahora los caños tienen al costado una zanja. En el sector más cercano a esta zanja los caños están apuntados por montículos de tierra, mientras que para el lado de la calzada se sostienen por otros caños menores. Mientras tanto, el pasto crece cerca de la ruta donde se apoyan los tubos.
En Rafaela los problemas de suministro de agua son enormes y cada verano se profundizan debido al aumento de la demanda que no hace otra cosa que desnudar las carencias de la empresa Aguas Santafesinas. El acceso al agua potable se ha tornado imposible para las nuevas urbanizaciones, que no tienen más remedio que adquirir agua mineral o tratada.
Así, desde aquel 2007 en el que estuvo a punto de licitarse han transcurrido 9 años. Como marchan las cosas, y si se cumplen los anuncios, finalmente se avanzará con hechos concretos una década después. Está claro que respecto al acueducto para Rafaela se trata de una década perdida.
Fuente: la opinion (Rafaela)
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