Se reactiva el hospital de Santa Rosa

En diciembre se reactiva la obra

Juan José Reyes – Dycasa, una de las empresas del primo presidencial, Angelo Calcaterra, está entre las que se presentarían a la nueva licitación. El nuevo presupuesto oficial de la obra alcanza casi al doble del original, aunque en este caso, es para finalizar poco más de la mitad de los trabajos.

El gobierno provincial volverá a licitar la obra del hospital de alta complejidad para Santa Rosa. La construcción quedó paralizada cuando su avance de obra era del 47 por ciento. La mole de concreto está ubicada en un predio que está en la parte posterior al del hospital Lucio Molas. La relicitación se realizará en el mes de diciembre de este año con un presupuesto oficial de 613.823.278 pesos para finalizar el 53% que resta en un plazo de 540 días.

Entre las firmas en carrera está Dycasa, propiedad de Angelo Calcaterra, primo de Macri, denunciada por triangulaciones y sobreprecios en obras en la ciudad de Buenos Aires y que ya se presentó en la licitación original allá por diciembre de 2013.

Incumplimiento.

El 5 de julio se firmó el Decreto 1704 /16, por el cual se dispuso anular el contrato de la obra “Construcción del Hospital Alta Complejidad Santa Rosa-La Pampa” a la UTE (Unión Transitoria de Empresas) conformada por Eleprint SA, Tecma SA y IACO Construcciones SA, por incumplimiento contractual de las firmas, según los términos de la Ley Provincial de Obras Públicas. El monto del contrato original ascendía a la suma de 335.437.233 pesos y el plazo de ejecución era de 700 días corridos, pero transcurridos 809 días, no se había llegado siquiera a la mitad de lo pactado.

En cuestión de días se hará oficial que durante el mes de diciembre se licitará la parte de lo que resta de la obra sanitaria inconclusa, cuya UTE (disuelta por desfinanciamiento propio) llegó a tener 300 operarios y cuando se le rescindió el contrato apenas tenía 10 obreros de la construcción.

En la parte resolutiva del decreto, el artículo 10 ordena al Ministerio de Obras Públicas a continuar inmediatamente la obra, que finalmente se iniciará a mediados de diciembre.

 

Polémica supresión.

Según el decreto del PEP, la rescisión del complejo ubicada en la parte posterior del predio del hospital “Dr. Lucio Molas”, se dio porque “de la documentación de la obra surge que las falencias constructivas fueron reflejadas a lo largo de toda la obra, y que sólo no pudieron cumplir con los plazos de obra estipulados contractualmente cuando el avance mensual se preveía en 3% promedio, y por el contrario, cuando los planes de trabajo presentados por la UTE estipularon un avance superior al 3% mensual, lo que evidenció falta de capacidad para poder cumplir con lo establecido”.

Lo concreto es que la obra tenía previsto como plazo de finalización el día 7 de junio de 2016 y al mes de mayo, según afirmó el ministro Julio Bargero, se encontraba con un Avance Físico Acumulado Real de apenas el 47%, lo que necesariamente derivó en el incumplimiento de su ejecución en el plazo contractual convenido, por responsabilidad exclusiva de la Contratista. La UTE hace 3 meses intentó justificar su incumplimiento contractual excusando que se había producido porque las devaluaciones de enero de 2014 y diciembre de 2015 produjeron un quebranto en la ecuación económica del contrato lo que conllevó a la paralización de la obra que tiene una superficie cubierta de 22.495 metros cuadrados en dos plantas, más las instalaciones de servicio en las terrazas y una nueva Subestación Transformadora.

 

Fiscalía de Estado y Asesoría Letrada.

Según la Asesoría Letrada de Gobierno en su expediente respectivo dice: “De la realidad contractual surge que la devaluación del año 2014 se produjo antes de que la obra fuera adjudicada, inclusive antes de la firma contrato de obra pública formalizado con fecha 26 de febrero de 2014, con ello, la pretendida causal de quebranto del contrato se produjo con anterioridad a que la contratista asumiera a sabiendas y voluntariamente sus obligaciones contractuales, por lo que se desvirtúa totalmente esta hipótesis”.

Además el 30 de junio de 2015, se le otorgó una ampliación de plazo de 109 días corridos y se formalizó un nuevo Contrato, y en ese convenio de partes ésta no requirió modificar el monto de la obra. La conclusión fue “que la tendencia constructiva de la obra anterior y posterior al mes de diciembre de 2015 no reflejó ningún cambio luego de la devaluación de diciembre de 2015, es más, se mantuvo la proyección negativa de curva de trabajo, del modo que se venía produciendo con anterioridad a ese hecho, situaciones todas que acreditan la responsabilidad de la empresa en el incumplimiento del contrato suscripto con el Estado Provincial”.

La UTE, conformada por dos constructoras nacionales y una provincial ganó la licitación y tenía como responsables técnicos al ingeniero Germán Medrano y como inspector estatal al arquitecto Esteban Szelagowski. En agosto del año pasado, las empresas que construyen el hospital fueron multadas con 600.000 pesos por los retrasos injustificados en la obra y el Gobierno agregó 109 días de plazo a los 700 originales. Solo resta esperar que la obra sea relicitada en diciembre con dinero de la UTE que perjudicó el erario público pampeano, aunque la provincia realizará algún adelanto en las primeras certificaciones. Ante la falta de obras públicas en el país muchas querrán ingresar pero es casi seguro que volverán a presupuestar las que perdieron como Esuco; Riva; Teximco; Corsan-Corviam Construcción; Constructora Sudamericana; Supercemento y DyCASA junto a las pampeanas ILKA y ECOP, que perdieron frente a la UTE disuelta.

Fuente: La Arena

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