Todas las expectativas puestas en recuperar la obra pública

En el avance del último trimestre del año, no logran despejarse las preocupaciones generadas en torno de la recesión, la inflación y el “parate” de la actividad económica. En la semana que acaba de concluir fue posible apreciar la preocupación reinante en esferas de la actividad pública y privada. Por una parte porque en el Presupuesto 2017 que el presidente Mauricio Macri envió al Congreso de la Nación está contemplada una reducción de un 43% en materia de obras públicas que, como es sabido, motoriza la economía, genera empleo y multiplica la actividad mediante el abastecimiento en proveedores locales.

En el ámbito privado las pequeñas y medianas empresas de la construcción exponían la gravedad de la situación por la que atraviesan y que se pone de manifiesto en indicadores objetivos: trabajan al 60% de su capacidad; de cada 3 obreros, 1 está en la calle. Piden en consecuencia tomar medidas urgentes para revertir la situación. En especial, modificar la matriz de Nación para la obra pública. Porque se ve con preocupación que el Gobierno de Macri ha lanzado líneas de acción en dirección a mega obras para las que no califican las pymes misioneras por patrimonio ni por facturación.  El ministro de Hacienda Adolfo Safrán confirmaba que Misiones mantiene las obras inicialmente previstas para este año. Pero es conciente que depende, también del contexto: que la coparticipación federal llegue en tiempo y forma y la recaudación provincial repunte junto con un repunte general del país.

Ahora bien las grandes obras nacionales traen aparejada otra cuestión no menor y preocupante. Porque por el decreto 797, el Presidente asignó 45 mil millones de pesos para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, en el tramo Haedo-Caballito-, obra asignada a su primo Angelo Calcaterra, socio mayoritario de ODS e Iecsa. Se trata de la mayor inversión asignada a una obra. Unas semanas atrás, se anunció aquí la autovía Santa Ana-San Ignacio, con una inversión de 400 millones de pesos, también a cargo de Angelo Calcaterra.

Y mientras Misiones espera la aprobación del Presupuesto de Nación, habiendo gestionado redireccionamientos en pos de la obra pública en manos de las empresas locales que tienen capacidad demostrada y además calidad, el Gobierno de la Provincia ha tomado medidas: concluir las obras iniciadas, manteniendo un ritmo de actividad y, con financiamiento propio, iniciar otras nuevas. Pero acompaña el reclamo del sector de la construcción misionero. Inclusive el presidente del Iprodha Santiago Ros recordaba las “malas experiencias” registradas cuando se decidieron grandes obras con empresas que no son del medio. Obras que terminan encarando las pymes locales, en calidad de subcontratistas.

En la Jornada de las pymes constructoras fue posible advertir una conjunción de esfuerzos de todos los sectores: estatales y privados. Y también en el político, con la excepción de las expresiones de Cambiemos, puntualmente del Radicalismo, enredado en una interna en la que todo parece reducirse a quién tiene más poder, o más presencia nacional. De un bloque conformado por seis diputados provinciales, sucesivas desinteligencias lo redujeron a tres miembros, siendo la última partida la de Mario Pegoraro que integró su propia bancada, como anteriormente lo hicieran María Losada y Hugo Escalada.

En la bancada “oficial” de la UCR la notoriedad que cobran principalmente Gustavo González y Germán Bordón no es precisamente en pos de la Provincia y del interés general. Por caso, en una reunión de comisión donde se abordaban cuestiones sensibles de la economía misionera, con aspiraciones de sortear la recesión y los condicionamientos impuestos desde  Nación, salieron planteando el cese de la emergencia económica con evidente interés por honorarios de abogados patrocinantes de juicios. Ignorando inclusive que la Provincia ha venido haciendo frente a antiguos juicios del Instituto Provincial del Seguro.

Ni una palabra a las necesidades de Misiones, a la necesidad de hacer saber a Nación los genuinos requerimientos de la Provincia. Casi casi como si habitaran en otro lugar de la República. Lamentable, habiendo tanto por resolver.

 

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Fuente: 6 Digital